De vuelta

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Capítulo 3-

Lunes, repaso el fin de semana, no he querido salir de casa, no estaba en condiciones, pero creo que haber estado en ese ambiente solo me hubiese hecho sentir peor, asi que no me arrepiento de haber cancelado todos mis planes.

Estoy confusa, he pasado de sentir dolor a sentir odio, de frustración a rabia. Sinceramente no me gusta ninguno de estos sentimientos, pero prefiero la rabia, no me gusta parecer frágil, ya me he desahogado todo lo que me tenía que desahogar, y ya no pienso derramar ni una sola lágrima más, ni perder el tiempo de esta manera.

Por una vez en unos cuantos días estoy siendo algo positiva. El otro día estuve hablando un rato por teléfono con mi amiga Vero, y la verdad es que me tranquilizó bastante, consiguió sacarme una sonrisa, que para mí fue un paso hacia delante muy grande, siempre tan atenta conmigo, una buena amiga de verdad.

El día transcurre normal, las mismas clases poco interesantes, algunas fechas de entregas de trabajo y demás.

Dentro de poco van a empezar lo exámenes de evalución, pero de momento no me preocupan. Aunque no me interesen la mayoría de las materias, no soy mala estudiante y por lo general suelo sacar buenas notas. Mi único punto débil es el francés, no me gusta para nada, así que no pongo mucho empeño en dar de mí todo lo que podría.

Llego a casa y mi madre me recibe con un beso, tengo tarea que hacer, pero me atrae más la idea de tumbarme en el sofá y ver un rato la televisión, un poco de descanso no me vendrá mal. Dos horas después ya he terminado con todo. Tumbada en la cama estoy agusto ,hoy me siento con fuerzas, animada, con fuerzas, hoy me siento bien, de vuelta.

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