El arte de amar la vida

Gris

En plástica siempre nos han enseñado la magia de los colores,
los bases,
las combinaciones necesarias para poder obtener al resto.
Y entre ellos encontramos al blanco y al negro.
Ellos, prestigiosos y representantes de todo,
los favoritos de su mundo (la paleta),
con los que podemos oscurecer, aclarar o matizar.

Todo en la vida parece ser visto de blanco o de negro,
lo bueno o lo malo.
¿Es que no podemos escoger el término medio?
Por qué la mayoría detestamos los días en los que el cielo llora
y nos cuenta sus sentimientos,
sus miedos más profundos y temores más peligrosos.
Y de repente, se alza el llanto seguido de un fuerte grito (el relámpago).
Aún me pregunto por qué no somos capaces de ver en gris.
Un gris temporal, como esas lluvias que cesan al par de días.
Puede ser que este color esté infravalorado
debido a las sustancias químicas
que forman su corazón inerte.

Pero a partir de hoy, he cambiado de color,
es por ti, sí.
Porque me has enseñado que tú,
y solo tú,
eras incapaz de estar siempre bien o siempre mal,
porque siempre has estado...regular.

Eso eres para mi (S): un día nublado acompañado de la plenitud de la vida,
porque aunque no estés mal...tu filosofía de vida siempre ha sido:
hoy estoy regular.