"Call me when you want"
Me removí incómoda en mi asiento, notaba un hormigueo en la parte posterior de la nuca mientras sopesaba la mirada que me atravesaba desde varios metros de distancia. Me estaba comenzando a incomodar sentir sus ojos sobre mí, sobre todo teniendo en cuenta la falta de expresiones en su rostro. Todavía podía captar un atisbo de curiosidad en sus facciones, aunque bien podría estar pensando en lo apetitosa que parecía esa pasta de su plato de veinte dólares.
Inspeccioné lentamente al tal Reed, devolviendo el escáner que me estaba haciendo a mí. Todavía no lo había visto de pie, por lo que no podía admirar el resto de su cuerpo, pero observé los rasgos de su cara, la dura expresión y los ojos azules, helados, que no podía ver completamente desde aquí, pero podía recordar de nuestro breve encuentro anterior en clase.
Amorie me codeó, llamando mi atención. Nick y Sasha me miraban desde el otro lado de la mesa, pasando su mirada del chico de varias mesas más allá hacia mí.
– ¿Os conocéis? – Mis nuevos amigos parecían algo confusos.
– No, en absoluto. – Respondí.
– Parecía bastante intenso para ser desconocidos, déjame decir. – Nick habló burlón. Sasha le dio un codazo para hacerlo callar. – Ni caso, Lee, Nick a veces piensa que es gracioso, pero nada más lejos de su triste realidad.
Le hice una mueca a la chica. Amorie llamó mi atención desde mi izquierda. Se acercó un poco más a mí mientras los otros dos peleaban juguetonamente entre risas.
– ¿Ocurre algo, Lee? Sí parecía estar mirándote muy intensamente, estoy de acuerdo con Nick. Pensaba que habías llegado hoy, ¿cómo puede ser?
– Y así es, Ams. – La tranquilicé. – No lo conozco en absoluto, de hecho, cuando me he chocado con la rubia Choo, ha sido la primera vez que lo he visto. Parece ser que al grupito de orangutanes le ha parecido un hecho muy gracioso ver chocar a dos personas. – puse los ojos en blanco.
Ams pareció relajarse, esbozó una sonrisa de nuevo.
– Eso me cuadra más, amiga. No importa, sigamos comiendo, ya han desviado su atención.
Giré la cabeza sutilmente de nuevo hacia la mesa en la que se encontraban esos chicos, para comprobar si Amorie tenía razón. Todos se habían centrado de nuevo en su conversación, incluso el tal Reed – me negaba a llamarlo Caos, de ninguna manera – parecía interesado en lo que sea que estuvieran comentando.
Volví a conectar con la conversación que estaban teniendo en este momento mis compañeros. Parecían hablar de algún tipo de fiesta, aunque no conseguía entender nada.
– ¿Habéis dicho fiesta de máscaras? Eso no es como, muy no sé, ¿antiguo?
Nick me guiñó un ojo. Comenzaba a pensar que el pobre chico tenía algún tic, ya que lo había hecho como diez veces, en dirección a todas las que estábamos en esta mesa, en un lapso de media hora.
– No es esa clase de fiestas, chica. En esta fiesta de máscaras hay temáticas, cada año son distintas. Se organizan desde hace varios años, y son muy selectas normalmente: solo se puede acudir con invitación. Sin embargo, este año parece ser que para los de primer año no hay restricción, así que...
– Así que Nick nos va a arrastrar hasta allí. – termina Sasha por él.
– ¡Oye! Como si tú no te estuvieras muriendo de ganas de ir a una de esas épicas fiestas de los Gasha, todos hemos hablado de esto desde que entramos en Septimus. Vamos a ir todos, y en ese todos entras tú también, Liliputiense. – Me señala con un dedo.
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Septimus Hall 1# Chaos
RomanceDespués de una experiencia realmente traumática, Lee Collins solo quiere comenzar de nuevo, pasar lo más desapercibida posible y acabar la universidad para comenzar a vivir. Todo parece normal hasta que se matricula en la Universidad Septimus Hall...