Capítulo cuatro

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Casi una semana después Wonwoo recibe un mensaje de Mingyu. Por alguna razón creyó que el chico no volvería a hablarle, pero Wonwoo llegó puntual al departamento del alfa, y ahí estaba sonriéndole y con una bolsa de dudosa procedencia.

Tuvo razones al pensar que sería algo turbio, un disfraz de secretaria sexy estaba ahí dentro.

— ¿Me estás jodiendo? — pregunta Wonwoo incrédulo

— Para nada— dice tranquilo— cuando estaba en el colegio, había una profesora— entonces no es disfraz de secretaria— que me gustaba mucho, pero obviamente nunca se fijó en mí

— ¿Lo intentaste?

— No me pareció apropiado... como sea, pruébatelo y estaré en...

— ¿Qué gano yo con esto?

— ¿Qué quieres ganar?

Wonwoo se lo pensó un momento ¿Qué le gustaría hacer? Cualquier cosa estaría bien, porque de las cosas en la vida que Wonwoo no había probado, era la libertad sexual, nadie nunca lo ató y lo obligó a hacer siempre lo mismo, pero nunca se había permitido ir más allá y cumplir sus ideas o pensamientos curiosos, al menos, hasta ahora.

— Si yo voy a ser tu profesor...

— Profesora— interrumpió Mingyu y Wonwoo tan solo rodó los ojos antes de continuar

— Profesora— dijo aburrido— entonces tú será mi obediente estudiante ¿No es así? — preguntó con una sonrisa juguetona

Mingyu se sintió excitado, y al mismo tiempo asustado, no imaginaba a Wonwoo, la misma persona que llevó un sencillo trato de sexo sin compromisos casi a la corte, le hiciera pasar por un extenuante cum play.

Wonwoo con aquel ajustado uniforme que constaba de una falda pequeña, bragas de encaje negro y una blusa blanca semitransparente, claro, además de las medias largas con ligas, masturbándolo en el sillón. Mingyu completamente desnudo.

Se sentía dominado y no era realmente malo, uno de los dedos de Wonwoo delineaba la punta de su pene y el omega estaba arrodillado frente a él, Mingyu esperaba que se la chupara en cualquier momento, el momento nunca llegó, tan extenuado como estaba, cerró los ojos perdido en algún lugar de su mente, interrumpido cuando sintió que un dedo curioso, escurridizo, veloz y cubierto de saliva se metía en su interior.

Iba a quejarse.

Iba.

Pero el omega tocó algo ahí adentro que lo estremeció.

Por supuesto él no iba a permitir que lo notara y mordió su lengua hasta el final, evitando dejar escapar cualquier sonido mientras el omega irrespetuoso lo torturaba en un vaivén veloz con su dedo dentro de su culo.

No lo soportó demasiado.

El lobo alfa tomó el cuerpo más pequeño, acomodándolo en el mueble sobre sus rodillas y codos, para penetrarlo rápido, sin aviso, sin freno, sometiendo al omega a su antojo porque adoraba como este le pedía más y su cuerpo parecía succionarlo.

Duro, duro, duro.

Después de correrse ambos descansaban en el sofá, lado a lado.

— ¿Nunca tocaste tu próstata?

— Nunca llamó mi atención

— ¿Y qué te pareció— preguntaba Wonwoo entre curioso y con ganas de molestar un poco

— Nada extraordinario, no sé porque los omegas gritan tanto cuando...

— ¿Si sabes que empujaste contra mi dedo, no? — le interrumpe Wonwoo ganándose un sonrojo de parte del alfa— ¿No quieres que te folle yo a ti?

— Eso no va a pasar— contestó de inmediato el alfa y Wonwoo rió contagiando al alfa a los pocos segundos, un par de risas cansadas

— Si... prefiero que me folles tú a mi— Wonwoo se estira antes de ponerse de pie y acaricia sus caderas— debería irme

— ¿No estás cansado? — pregunta Mingyu observando la figura del omega a su lado, admirando, mejor dicho

— Exhausto, pero debo levantarme mañana temprano

— Llama un taxi

— No tengo dinero para esos lujos— le dice mientras se deshace del disfraz para buscar su propia ropa

— Como sea, yo lo pago— dice Mingyu encogiéndose de hombros

— Si insistes

Wonwoo trabaja en la mañana, aunque realmente no lo necesita por el dinero que le mandan sus padres, pero a veces le gusta tener ciertos gustos, que no puede darse sin aquel pequeño empleo de medio tiempo, antes todo su tiempo era tomado por la academia de baile. Ahora estudia 5 horas por la tarde de lunes a viernes y eso es todo.

Eso es todo.

Un Par De Sueños Rotos | Meanie | omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora