Bebé, el cielo está en tus ojos [KookGi] ||Adaptación||

Final

—¿Qué? —YoonGi preguntó, comprobando si había escuchado correctamente.

—No entré. —Repitió Jungkook, sin ninguna expresión en su rostro.

—Oh Dios mío. —YoonGi susurró y puso una mano sobre su boca, las lágrimas ya se acumulaban en sus ojos porque esto era todo.

Se iría a la Universidad, en Londres la próxima semana, solo. Y no había manera de que sus padres no lo descubrirían eventualmente.

Comenzó a llorar ante la idea de dejar a Jungkook en Corea, envolviendo sus brazos en su torso y enterrando su rostro en el pecho de su novio.

—¿Ves? Es por eso que no debes ser optimista todo el tiempo. Te haces ilusiones y terminas decepcionado si las cosas no funcionan...

—¿Qué? —YoonGi preguntó, confundido y miró a Jungkook con ojos vidriosos.

—Si entré.

—¿QUÉ? ¡Dame eso! —YoonGi gritó, antes de dar un paso atrás y arrebatarle la carta de la mano.

Leyó en voz alta las primeras líneas para asegurarse de leer correctamente.

—Estimado Sr. Jeon, nos complace informarle que... ¡ERES IDIOTA! Crees que esto es ¿gracioso? —YoonGi gritó y empujó el pecho de Jungkook, casi derribándolo—. Casi tuve un ataque al corazón y... ¿Querías darme una lección?

—No olvidemos lo que me hiciste en April fools' day. —Dijo Jungkook, pero YoonGi lo interrumpió de nuevo con un empujón en el pecho—. ¿En serio estás tratando de pelear conmigo?

—¡No te rías de mí! ¡Estaba tan asustado!

—Porque te preocupas por mí. —Jungkook bromeó y los ojos de YoonGi se suavizaron, antes de recordar que se suponía que estaba enojado con su novio por lo que le hizo.

—¡No importa! Estoy tan enojado y... —YoonGi continuó, extendiendo su mano para empujarlo de nuevo pero Jungkook atrapó sus muñecas en sus manos y lo atrajo hacia su pecho.

—Pero iremos juntos a Londres. —Dijo suavemente mientras le sonreía.

YoonGi se mordió el labio y Jungkook ahuecó su rostro, antes de que el chico menor se pusiera de puntillas y envolviera su brazos alrededor de su cuello, besándolo.

—Vamos a Londres juntos. —YoonGi repitió en su boca y Jungkook asintió, presionando su labios juntos una vez más.

—Si, bebé.

Ni siquiera podían besarse correctamente porque sus sonrisas eran demasiado grandes en sus rostros, y YoonGi nunca había sido más feliz.

Jungkook lo acercó aún más agarrándolo de las caderas, sus lenguas se encontraron con facilidad. YoonGi jugaba con el pelo en la nuca de el chico tatuado y este estaba a punto de levantarlo del suelo cuando escucharon a alguien toser a su lado.

—Oh. Hola, señora Kang. —YoonGi dijo, sonrojándose y alejándose de Jungkook.

—Ya te dije que me llamaras Sun. Me estaba yendo al trabajo. Qué gusto verte de nuevo. ¿Esa es la carta de la universidad?

—Si. —Jungkook respondió. —Yo... Entré.

—¡Oh Dios mío! ¡Esto es increíble! Hoy salgo a las cinco para que podamos salir y celebrar. Puedo compra un pastel! ¡Puedo hornear un pastel! —exclamó y aplaudió.

—Adiós, mamá. —Jungkook dijo, avergonzado cuando ella besó su mejilla.

YoonGi sonrió brillantemente, lo que solo hizo que Jungkook se sonrojara aún más.