El Duende y la Rosa Mágica

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Mamá solía decir que habían criaturas muy pequeñas que escuchaban el sonido de las estrellas y los pensamientos de las personas. En ese entonces era muy pequeño y me encantaba escuchar sus historias, no sabía si eran inventadas o ella misma había visto alguna criatura así...
Una noche mientras dormía, escuché un pequeño zumbido que pasó rápidamente por debajo de mi cama, quedé tan sorprendido que ni siquiera podía moverme, saqué fuerzas y me cubri con mi sábana de pies a cabeza sin hacer ningún ruido.
Tiempo después, volvió a suceder algo parecido, esta vez había visto algo muy pequeño, en ese momento me acordé de las historias de mamá, pero no estaba muy seguro de eso porque podría ser otra cosa, tal vez un roedor o un insecto.
Con toda la valentía del mundo decidí asomar mi cabeza, sin temor a nada porque ya era un poco más grande y debía afrontar las cosas. 
Por suerte era un pequeño saltamontes que revoleteaba en busca de salida. Abrí mi ventana y lo saqué, estaba muy oscuro, miré la hora en mi reloj y ya eran las 3 de la mañana...

- Tú estar bien? -  Escuché esa pequeña voz que venía del borde de la ventana.
Miré por todos lados y no había nada, pasé desapercibido aquella voz extraña y me senté a ver la hermosa luz de la Luna... - Contesta humanombre, porqué estar triste? -
Cuando volví a escuchar esa voz, miré hacia el suelo, era un pequeño hombrecillo con orejas muy grandes y un rostro perfecto, parecía que lo hubiesen esculpido con el mejor material del mundo. Estaba escondido en la orilla de mi cama. - Qué eres y quién eres?- Pregunté anonadado.
- Calma humanombre, mi nombre es Litian. Soy un duende, no hacerte daño - Contestó.
- ¡Los duendes no existen!. Son sólo historias que inventan las personas para hacer crecer la imaginación de los niños, pero yo ya no soy uno de ellos, así que no te creeré.- Replique.
- Crees que te estoy engañoseando?, por qué habría que hacerlo? - Preguntó.
- Mamá me contaba esas historias cuando yo apenas era un niño, ahora crecí y ya no creo en eso. Además, no estoy triste. - Respondí.
- Quieres acompañarme a un lugar mágico?.. Te mostraré que los duendes sí existen. - Exclamó con gran orgullo el pequeño.
Sacó de su bolsillo una Rosa roja muy bella, tenía un brillo fuera de lo común... Parecía sacada de un cuento de hadas. Hizo unos movimientos y de la nada apareció una luz de muchos colores, parecía un portal. Debo admitir que tenía miedo en ese momento, pero quería comprobar que estaba seguro de lo que había dicho, que los duendes no existen.

Entramos al portal y en cuestión de segundos estábamos en un bosque, creí que era una especie de truco que había hecho el hombrecillo, pero el lugar parecía muy real; lleno de vida. Habían muchas plantas de todos los colores y de todos los tamaños, el sol brillaba como nunca lo había hecho, volaban y cantaban pájaros de todas las especies, creería que jamás volvería a ver algo así... - Te gusta lo que ves? - Preguntó Litian. - Este es mi hogar, aquí vivo con todos mis hermanos y hermanas. Los duendes no tenemos padres, nacemos del amor de dos personas. Pero, cuando el amor de esas personas mueren, también lo hacemos nosotros.. Mantenemos unidos para colaborarnos mutuamente y hacer que todo lo que ves aquí perdure y sea para beneficio de los Humanombres - 

No entendía muy bien lo que era humanombres, no quise preguntarle, pero supongo que es una palabra de ellos para describir a los humanos.
Estaba confundido, cómo es que existen criaturas tan sorprendentes! Pregunté ansiosamente para mí sólo.
Todos los duendes cumplían distintas funciones, algunos fabricaban nubes para proteger las distintas platas de los abruptos rayos solares, lo hacían de una manera tan fácil que hasta pensé que eran algodones de azúcar; otros, hacen que el agua de los mares y los ríos tengan diferentes colores y no se mezclen las distintas aguas, por qué crees que todo lo que ves se agrupa como debe ser?. Hay algunos que les dan olor a las plantas, ellos fabrican sus propios aromas y los esparcen para cada una de las flores y plantas que habitan en el planeta.

- Tú qué habilidad tienes? - Pregunté al pequeño Litian.
- Yo... Yo sólo cultivo Rosas y Girasoles, mi color favorito es el Rojo, es por eso que siempre llevo en mi bolsillo una Rosa roja como la que viste. Mis Rosas no son comunes como piensas, tienen muchísimo valor..! Los pequeños detalles son los más valiosos; muchos piensan que para enamorar a una persona necesitan mucho dinero, pero no es así. Deben abrir su corazón y dar a conocer el sentimiento que sienten hacia la otra persona, y con un buen detalle, como una simple Rosa, podrán conquistar el amor verdadero... -
Tenía razón mamá, los duendes sí escuchan los pensamientos de las personas, y apenas sienten que dos personas están destinadas a estar juntos, realizan rápidamente el ambiente perfecto para que esa pareja se encuentre; el pequeño duende Litian le deja una hermosa roja a cada hombre para que se la regale a su amada.
Cuando nace el amor, un nuevo ser renace para seguir el trabajo de hacer que las personas no pierdan el cariño y la felicidad.
Al regresar a casa, estaba muy feliz porque había conocido duendes reales que hacen un trabajo muy bueno por todos nosotros.

En el bolsillo de mi pantalón, había un Girasol, podría decir que era el más hermoso del mundo, junto con él, había una hoja de un árbol que tenía escrito un mensaje: " Nunca dejes de creer Humanombre, sé que la tristeza que decían tus pensamientos era porque no encontrabas a alguien. Pero no te preocupes, ese Girasol está destinado para alguien muy especial que será de ahora en adelante tu compañia y jamás te dejará. Psdata: Ella ama los Girasoles " .

Fin.

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2021 ⏰

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