Un Destino (ESCUDOS #1)

Capitulo 1- El nacimiento de una semilla

El cielo se disperse para todos, para las personas, animales, todo ser vivo que se encuentra en el mundo. Pero no solo personas ni mucho menos animales. Éste mundo está compuesto por la materia clasificada como magia, dirán que el mundo humano se complementa con el mundo mágico, que las princesas viven en castillos y sólo al cumplir una edad avanzada podrá ser la reina del mundo muy muy lejano.

Por lo contrario, esto es muy diferente a lo que han leído anteriormente en algunos libros.

El grifo volando por los siete cielos descendiendo y admirando la belleza celestial, corriendo y saltando de montaña a montaña hasta llegar a su destino previo, protector de los inocentes destructor de los condenados. Liderados por los grandes guerreros y guerreras de la tribu.

El Pegasus protegiendo aquel y todo aquel ser viviente, sus alas magistrales tan fuertes como el filo del hierro, su cuerpo admirable que aguanta el peso de dos vikingos, su velocidad capaz y sobrepasa la flecha del arquero.

Los dioses, protectores del mundo, manteniendo el equilibrio del universo. Desde diferentes perspectivas, de la divinidad, del amor, guerra, desde las aguas, cielos e infierno. Unos que otros fueron traicioneros del olimpo, algunos exiliados y otros víctimas inocentes que cayeron en la tentación y el placer.

Las guerras aumentaban, día tras día los dioses y sus guerreros estuvieron peleando contra las criaturas metamórficas para ganarse las tierras de Petal, luego los vikingos llegaron y las reclamaron suyas, el dios Zeus no le gustó y lanzó un rayo para asustarlos, le pidió a su hermano Poseidon que surja una gran ola y juntando sus divinos poderes crearon una tormenta que los hizo hundirse y ser comido por sirenas.

Hades dios del inframundo exigió una reunión con sus dos hermanos en privado junto con dos de las diosas mas cordiales (Atenea y artemisa) para hablar sobre la división de Petal, Atenea diosa de la sabiduría propuso que deberían dejarle esas tierras a los prodigios de la tercera generación. 

Zeus estuvo de acuerdo pero Poseidon, Hades y artemisa fueron todo lo contrario. Poseidon dio la idea de dárselas a las sirenas, a los guerreros romanos, a las hadas y a los hipocampos. Atenea aprobó al igual que zeus y artemisa, pero Hades hubo un punto en el cuál estuvo de acuerdo pero que le faltaba una sola cosa para complementar el mundo mágico. 

  —Bien, se que ustedes quieren colocar sirenas, hipocampos—Se levanta y camina alrededor de los dioses, expresándose de manera libre.—Pero, le falta un toque de maldad y picardía, algo que el mundo arda entre sus manos, los romanos están bien, no lo niego son malvados.

—Al punto Hades, ¿que propones?—Zeus lo interrumpe frunciendo el ceño y al suspirar, el dios del inframundo sigue con la propuesta—Hechiceras, magos poderosos y criaturas mitológicas podríamos enviar algunas. Guerreros que son capaces de luchar por lo suyo—Atenea asintió la cabeza con la idea de Hades, Poseidon acaricia su perfecta barba expresándose de una forma pensante.

Artemisa se levantó de su asiento y aplaudió ante todos los presentes.

  —Tu idea querido, no está mal pero le falta un toque de caza. Un par de elfos y arqueros no caen mal. Imagínense los humanos y los seres mágicos conviviendo entre sí. Y Poseidon podrías enviar a tus enemigos mas letales a los humanos ¿que te parece?

—Yo no tengo enemigos. —Aclara con autoridad. Sus dos hermanos su prometida y artemisa se ven las caras con ironía.

—Medusa no opina lo mismo.—Recuerda Hades, Poseidon lo observa con rabia y se levanta junto con su tridente creando una fuerte ola casi llegando al olimpo, Hades abre un portal al inframundo sacando las tres cabezas de cerbero.

Ya casi al borde de la pelea Zeus los separó con un rayo.—Deberían avergonzarse hermanos, tenemos a dos damas aquí presente, y esto es serio. ¿Tú nunca cambiarás Hades?