Música para mi amla🎵

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Llego al bar luego de una tarde espantosa de soledad en el departamento. Can no quiere tenerme a su lado. Se ha cansado de mí. Saludo a la cantinera y le pido un trago, uno de varios que he tomado ya. Canto con el alma y su olor hace que me ponga a buscarlo con la mirada por todo el lugar. Lo veo entrando con una chica de la mano, comienzo a cantar una canción de despecho y todos se quedan escuchando me embobados. Adrián me da pequeñas miradas mientras está sentado en una mesa lujosa como a él le gusta. Rodeado de amigotes y de mujeres. La chica le da fresitas en la boca y ríe coqueta logrando que me hierva la sangre.

Cuando termina mi turno bajo del escenario y me quito la máscara sin importarme mis ojos. Voy directo a la mesa y ...

- Buenas noches -saludo y can me mira a los ojos, se que quiere que me valla pero no lo are - ¿Puedo sentarme? -pregunto.

- Claro hermosa, ¿Eres la cantante verdad? -dice uno de sus amigos, es muy guapo. Me siento a su lado cuando una de las chicas me cede el lugar. - Cantas hermoso -dice él

- Gracias -hablo bajo y mirando fijamente a Adrián, tomo una uva y la llevo a mi boca de manera sensual, este traga en seco mientras la chica intenta arreglarle la camisa. La música se siente cada vez más alta y me dan deseos de bailar.

- ¿Quieres bailar? -pregunta el muchacho a lo que asiento con la cabeza a modo de respuesta y sonrío.
El se levanta y toma mi mano, la cara de Adrián es una obra de arte tallada por los dioses enojados y no puedo evitar mirarlo y reírme. Entramos al centro de la pista y muevo mis caderas pegándome al cuerpo de mi acompañante, los tragos ya me tienen algo mareada por lo que solo me doy cuenta que en pocos minutos está Can bailando cerca de nosotros con esa zorra. El se mueve realmente bien lo que como estoy me pone a 100 y paso mis manos por el pecho de su amigo, rodamos los rostros sin llegar a besarnos cuando la música se pone realmente sensual. Un leve mareo se apodera de mí, y antes de hacer algo que me arrepienta mañana digo:

- Disculpa voy un segundo a hacer pis -hablo totalmente descolocada.

¡Eso no es una novedad!

Tu ya habías tardado mucho, y haz silencio no quiero que don zorras sexys nos escuche

Llegó al pasillo donde están los lavados y antes de poder entrar alguien me toma del brazo, me acorrala contra la pared y me besa con desesperación. No necesito abrir los ojos para reconocer su embriagador aroma y sus suaves labios. Es Adrián, quién no desaprovecha oportunidad para volver a besarme en la oscuridad de estos pasillos. No me importa nada y salto, el me agarra avilmente y no parece pesarle tenerme cargada con mis piernas a los lados de su cuerpo y contra la pared. Se pega tanto a mí que puedo sentir su masculinidad queriendo escapar de esos pantalones.

- ¿Así que don zorras sexys? -dice cuando nos despegamos para tomar aire

- Cállate y sigue besándome -hablo y volvemos a la acción.

- Quieres volverme loco Elsa -me susurra mientras besa mi cuello y unos jadeos se escapan

Tomo su rostro entre mis manos y sus ojos son rojos intensos. Muerdo mis labios y cierro los ojos disfrutando de este momento. Algo me dice que mañana será diferente. Sigo muy enojada con él pero no hubo un día que no deseara que me hiciera el amor. Respiro hondo y el me baja, levanto la mirada para poder observar su rostro. No dice nada, solo me observa.

- Realmente...necesito hacer pis -hablo apenada y él ríe. Entro corriendo y hago mis necesidades. Labo mis manos y al salir él está recostado de la pared fumandose un cigarrillo. Me paro a su lado apoyando una mano en la pared y la otra en mis caderas. Me mira de arriba abajo y luego mira su entrepierna para que me dé cuenta como lo tengo. Vota el cigarrillo en un cesto cercano y toma mi mano. Me lleva a prisa, sin decir nada y yo no pienso quejarme. Atravesamos toda la pista hasta salir del local. Me monta en el audio y arranca el Ferrari negro.
Llegamos al hotel, entramos besándonos al hotel y riendo. Nos detenemos al ver a la recepcionista, sonreímos y seguimos a paso rápido. Entramos en el ascensor, ahí también casi nos comemos a besos. Pero me asusto cuando miro al espejo y noto que falta su reflejo.

Cliché ©[Terminada][EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora