Viendo oscuridad

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El auto nos embistió y fue tan fuerte el golpe que nos llevó consigo hasta colocarnos contra una muralla de cemento atrapándonos.  Huan Yue estaba llorando e intenté moverme para poder calmarlo pero estaba atrapado por el cinturón de seguridad y además un dolor punzante me recorrió.

-Tranquilo cielo papá está aquí le susurré.

Yue estaba cubierto de sangre, sentí un ligero movimiento a mi lado y me aterré Jiang Cheng estaba cubierto de heridas. Todo él estaba teñido de rojo.

Él sostenía mi mano y comencé a escuchar las sirenas.  Yo sólo quería que salvarán a mi todo mi esposo e hijo y estaba dispuesto a morir para que ellos pudieran vivir.

Jiang Cheng volvió su mirada hacia mí y su sonrisa estaba ahí pero la tristeza también.

-Mi amor dijo suavemente.

-No hables cariño por favor resiste, ya vienen por nosotros le aseguré intentando tranquilizarlo.

Él volvió a sujetar mi mano.

-Resiste A-Huan y cuida de Yue dijo sonriendo aunque se notaba que dolía.

Cómo pude logré estirar mi cuerpo y aún con el dolor llegué hasta él su frente junto a la mía.

-Saldremos de ésta A-Cheng, ¿confías en mi? le pregunté.

Éste asintió y le di un beso en sus labios.

-Huan Yue!!! le llamé.

Nuestro hijo había dejado de llorar y parecía querer dormir, eso no era bueno.

-Bebé, quédate con papá por favor, quédate aquí!!! grité desperado.

Las sirenas se acercaban cada vez mas, sentí a Jiang Cheng aflojar su agarre.  Noté que comenzaba a cerrar sus ojos.

-No, no cariño por favor no cierres tus ojos, por favor le supliqué.

-Los amo susurró.

Sentí que alguien miraba dentro del auto.

-No se preocupe señor, los sacaremos de ahí me dijo el bombero.

-Pronto por favor, mi esposo y mi hijo supliqué.

Con un gran dolor logré soltarme de mi asiento y fui con mi hijo tomándolo en brazos.

-Cielo, sólo quédate con papá le pedí.

Mientras lo acunaba entre mis brazos, Yue cerró sus ojitos.

-No por favor, no ellos imploré mientras lloraba.

En eso sentí como se abría la puerta y mi bebé era arrebatado de mis brazos. Sentí el dolor con fuerza cuando fui colocado en una camilla y a lo lejos veía las luces, las personas. Perdía el conocimiento de a poco pero lo oí, o era una jugarreta de mi imaginación.  Un policía a mi lado hablaba por radio.

Retazos de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora