Retazos de amor

Brillante luz arcoíris

Wuxian le daba bocaditos de frutas a nuestra pequeña Yi Jie.  Mi hija quién tiene nueve meses y es la locura de su padre.

Jie es pura Wei Ying sólo que obtuvo de mi su carácter.  Mi esposo volteó y me sonrió. Mi hija me miró con sus grandes ojos grises y me extendió su manita, fui hacia ella.

-Buenos días princesa ¿dormiste bien? ¿te gusta el desayuno de papá? le pregunté acariciando su cabello.

Wei Ying sonrió sirviendo el desayuno para mí.  Desayunábamos en familia y me sentía completo otra vez, ya no tenía esa sensación asfixiante que me hacia sentir crujir mi corazón.

-Cariño ¿te parece compramos ramos de rosas blancas? me preguntó mientras hacía los encargos por el celular, él era tan atento.

Mientras limpiaba los restos de frutas de mi hija, yo sólo lo miré asintiendo, al final no importaba el tipo de flor siempre y cuando fueran blancas.

Seguimos con el desayuno mientras observo a mi esposo.

***

{El tratamiento y las terapias con A-Ying eran menos cansadas y agotadoras.  Él tenía una manera distinta de ver las cosas y me enseñaba nuevos horizontes.

Me ayudaba a entender y aceptar la muerte junto con el dolor, así fue tan natural el cambio de paciente a amigos.  Wuxian decidió dejar mi caso cuando notó la fuerte conexión que comenzaba a surgir entre nosotros. Día a día salíamos al cine, cenar, parques de diversiones y acuarios.

Wei Ying conoció a mis dos amores, ya que lo llevé a donde descansaban Jiang Cheng y Yue ahí me desarmé una vez mas y él me consoló por largo rato luego lo llevé a conocer a mi madre y luego a mi suegra.  Hoy puedo decir que ambas adoran a Wuxian como un hijo más y aman mucho más a Yi Jie, nombre que ellas habían escogido.

Todavía recuerdo lo mucho que lloró mi suegra cuando coloqué a mi hija por primera vez en sus brazos, fue un momento muy emotivo tanto que agradecí al cielo por permitirme vivirlo}

***

Vuelvo a la mesa de comedor y mi esposo sonríe a nuestra pequeña.

Salimos una vez terminado el desayuno y luego de media hora conduciendo entramos en el cementerio. Jie está algo inquieta siempre sucede cuando viene.

Tenemos la costumbre de venir una vez por semana pero hoy es un día para recordar.  Caminamos lentamente hasta situarnos frente a las lápidas de mármol tan conocidas por mí, su lugar.

En la hermosa memoria de:

Jiang Cheng & Jiang Huan Yue

Padre & Esposo/ Hijo & Nieto

Siempre serán amados