Capítulo Cuatro

965 89 19
                                    


- Aquí tienes, perrito. Ahora podrás ser medianamente libre. — Mencioné ajustando el collar — Si intentas escapar y rebanare tu cuello.

- ¡¿Por.. Por qué a mí?! — Mencionó mientras estaba inmovilizado por dos de mis hombres.

No pude evitar soltar una risa ronca llena de ironía y sarcasmo.

- ¿Ah? ¿En serio lo preguntas? — Coloqué mis manos en los bolsillo del traje. — Te enamoraste de mi hermano, de ahí todo estuvo mal.

- Denki.. ¿En qué me metiste?.. — Chasqueo la lengua, angustiado.

- Tu fuiste quien decidió aceptar la apuesta.. No llores — Rode los ojos. — Si Denki es como tu crees, los dejaré totalmente libres. Pero si es como yo te digo, trabajarás para mí.

- Tsk.. Sí..

- Bien. Tu te comprometes a ser un buen chico, no escapar, comer apropiadamente y ser obediente. Y yo me comprometo a buscar a Denki — Suspiré alzando los hombros, de igual manera era algo que ya estaba haciendo.

Con la navaja con la que anteriormente lo amenace, corte las sogas de su muñecas y tobillos.

- Te reasignaré una habitación. Recuerda de el collar tiene gps y el intentar quitar el broche te dará toques eléctricos. Así que no seas estúpido para freirte tu solo. — Abrí la puerta y voltee a mirarlo. — Sígueme, basura.

Al salir, Sero se aproximó a mí.

- Bakugo, ¡Estas sangrando! — Tocó ni brazo a lo que yo me quejé.

- Cuidado, idiota. Dime algo que no sepa.

Sero frunció el ceño y miro de mala forma a Kirishima, quien aún tenía sangre en el labio.

- Iremos a dejarlo al segundo cuarto de la izquierda a la puerta de mi habitación. Después me limpiaré.

El pelinegro no dijo nada, solo asintió. El pelirrojo nos seguía obedientemente atrás de nosotros. Miraba de un lado a otro la mansión con una cara estúpidamente brillante.

- E-es hermosa... Se ve mucho mejor sin una bolsa en la cabeza. — Finalizó con un comentario agresivo pasivo.

- ¿Y a mi que me importa tu opinión?

Al llegar le pedí a Sero ir por un botiquín extra a mi habitación, quien aceptó y fue hacia ella.

- Siéntate, después se encargarán de tu rostro maltratado.

Comencé a desabotonarme el saco y la camisa como si nada.

- Mierda, realmente arruinaste mi camisa. ¿Sabes lo costosa que es? — Fruncí el ceño tirándola a la basura y me acerque a él, estirandome para tomar algo.

- ¡¿Q-QUÉ HACES?! — Mencionó de un grito.

Arquee mi ceja y veo su rostro. Tenía los ojos cerrados fuertemente. Ni siquiera había notado que estábamos tan cerca.

- Oh, por favor ¿Crees que estoy intentando hacer un movimiento contigo, gay hormonal de mierda? — Lo tomé del rostro. — Intento tomar el botiquín pero no te mueves.

El chico abrió los ojos sin saber que decir, solo volteo la cabeza sin mirarme ni una sola vez.

- Podías decir compermiso... — Mencionó en una ligera voz.

- No me dio la gana.

Dios, que dramático. Solo soy un chico sin camisa. Voltee los ojos, alcancé el botiquín y lo abrí para sacar las vendas junto con el agua oxigenada. La coloque en la herida mordiendome el labio..

Yakuza [KiriBaku] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora