Capitulo II

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Cohen recibió una llamada de la capitana Lagos ─ Buenas tardes señor, ¿Cómo esta?, pregunto Lagos. ─ Muy Bien, ¿Sabe Algo de nuestro Tema? ─ no mucho señor, interrogamos al profesor y afirma no saber nada del asunto, pero al salir lo note exaltado y misterioso. Cohen le dijo ─ ¿lo están siguiendo? ¿su teléfono esta intervenido?  ─ no lo creí pertinente, dijo Lagos. Cohen entro en cólera y casi gritando a la capitana dijo ─ señora Lagos es muy importante saber cualquier información del bandido Jorge Castaño, si el profesor Milano es la persona más cercana, en algún momento va querer establecer comunicación con él, le recomiendo por el bien de su carrera en la policía ya que es muy importante para la interpol y el ICCOM todo este tema y si algo sale mal la culpa va recaer sobre usted. Cohen colgó su teléfono sin darle oportunidad  a la réplica a la capitán ; él había llegado al País procedente de Europa tres semanas antes, pertenecía a una organización de museos, estaba en juego algo importante e iba a solicitar otro tipo de ayuda, sentía que las autoridades del país no estaban comprometidos con su causa, el ministerio de relaciones exteriores le había recomendado a la policía pero era momento de algo más, realizo una llamada al extranjero y se comunicó con la agente Waleska, ella estaba cerca de la ciudad sin misiones actuales y Cohen le asigno una y muy pronto estarían en contacto.

 El profesor durmió muy poco aquella noche, cuando al fin pudo conciliar sueño en el veía repetidas las imágenes de los cuadros y escuchaba murmullos que decían “ve y encontraras” soñaba que estaba en un jardín lleno de árboles y saliendo de este un dedo frio tocaba su hombro, era el de su amigo que se disponía a decirle algo, pero el despertador sonó con mayor intensidad que veces pasadas, se levantó de un brinco y ya se encontró de pie , mirando todo en su habitación, entro al baño para ducharse, miro su reloj y marcaba las 4:11 am, se asustó ¿Cómo era esto posible si su reloj despertador, estaba programado para las 5:00 am? Se realizo esta pregunta el profesor, mirándose en el espejo de su baño y afeitándose la barba se quedó pensando en el despertador y dijo ─ me estoy volviendo loco, no pudo haber sonado a esta hora, fue un sueño, auto tranquilizándose, prosiguió con su afeitada, se vistió como de costumbre, tenis, jean y  camisa manga larga esta vez de rayas verdes, tomo su desayuno, cereal con yogurt y una taza grande de café, había  pendientes en la universidad pero la primera revisión  de tesis estaba para las 9:00 am y su despertador volvió a sonar, esta vez a la 5:00 am, lo apago  volvió a tomar café y miro su computadora y recordó su investigación de la noche anterior y pensó que podía ir a la casa materna de Jorge antes de sus labores en la universidad, pues le quedaba en el camino.

 Tomo su auto y acelero a toda velocidad, en ese horario hay muy poco tráfico en la ciudad por eso aprovecho para llegar lo más pronto a su destino, pues tenía mucha ansiedad, parqueo su carro en la esquina de la calle y camino hacia la casa materna de Jorge, aún era oscuro y no había ningún vecino por los andenes, llego a la puerta de la casa, miro por la ventana pero no podía entrar, si al menos tuviera la llave, pero nunca pensó en eso antes de ir a este lugar, busco por los lados de la puerta, en unas macetas con unas plantas casi secas pero no encontró nada, pero no se iba ir de ese lugar sin conseguir entrar, estaba a punto de comenzar a escalar la pared, para ingresar por el techo, pero se detuvo a pensar. ─ si, Jorge quería que entrara a la casa debió dejar las llaves en algún lado ¿dónde? Se alejo de la puerta, el sol ya comenzaba a asomarse y algunos vecinos ya salían de sus casas para sus trabajos, pero el profesor no se rendiría y quería resolver ese misterio de una vez, decidió romper la ventana y cerca de las macetas había unas piedras la mayoría eran pequeñas, pero una sobresalía por tamaño, escogió aquella piedra y miro para todos los lados para que no se dieran cuenta los vecinos que rompería la ventana, estaba solo y recogió la piedra y para su sorpresa allí se encontraba la llave y agradeció su suerte mirando al cielo.

 El profesor volvió a cerciorarse que no pasaba ningún vecino para abrir la puerta y entro, estaba todo con un poco de polvo y en la cocina había comida en descomposición, con lo cual demostraba que su amigo debió estar allí días pasados antes de su desaparición, aquella casa lo llenaba de recuerdos gratos de su infancia, comenzó a recorrerla y entro al cuarto de su amigo y se encontraba igual de cuando era adolescente, en esa casa no permanecía nadie, Jorge iba cada semana pues él vivía en un apartamento cerca y parecía una casa detenida en el tiempo, desde la muerte de su madre no soportaba vivir allí, pero tampoco quería vender el inmueble; el profesor observaba en la habitación de Jorge la colección de mitología griega, la enciclopedia de historia del arte, colecciones de comics, juguetes, figuras de acción de sus series de animación japonesa de su infancia en sus cajas originales, colección de películas en DVD y hasta libros escolares, recordó las bromas a sus compañeros del colegio y las sátiras y la irreverencia de aquellos días, encontró los juegos de mesa con los cuales pasaron muchas tardes y la colección de barajas Bicicly y le llamo la atención que la primera que aparecía era una que había perdido con Jorge en una apuesta, era su baraja favorita y de nuevo la tenía en sus manos, metió la baraja en su bolsillo y siguió su recorrido pero no encontraba nada que relacionara la ausencia de su amigo, miro el comedor y allí observo un sobre con sellado con cera roja , rompió el sello y saco su contenido, era un mapa de la ciudad  que estaba marcado con una letra X como si se tratara de un tesoro en la calle 5 con carrera 10, pero al lado de la X estaba escrito es falsa, el profesor estaba allí por respuesta, pero tenía más dudas ahora, y dijo suspirando ─ Jorge y sus acertijos, mi amigo no puede estar muerto, pero necesito más señales así no te voy a encontrar. Paso un gato por el comedor y tumbo un plato, el profesor lo miro y se dirigió hacia la puerta desconcertado.

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