Fantasy AU

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Quería usar las tres temáticas, pero una no supe cómo meterla, y la otra definitivamente no podía meterla. ¡Lo siento!

Una vez cada cierto tiempo, cuando la luna estaba en su fase de luna nueva, Bakugo Katuski, un bárbaro guerrero del medioevo, visitaba una pequeña taberna.

Para llegar a esa taberna, tenía que escalar múltiples montañas. Aunque, aquello, no representaba el más mínimo problema para el joven guerrero, que disfrutaba de la actividad en lugar de causarle molestias.

En la cima de una de aquellas montañas, estaba dicho establecimiento. Abandonado, pues claro que no era sustentable al encontrarse en un lugar tan lejano. El sitio era deplorable, lleno de polvo y totalmente desolado.

Pero había una razón por la que iba ahí.

Ese lugar le calentaba el pecho, hacía palpitar su corazón. Se sentía feliz estando allí.

¿Por qué? Ni siquiera él lo sabía.

Solo sabía que, cuando por casualidad encontró aquel lugar, se sintió por primera vez satisfecho con su vida.

Entonces escuchó las puertas de la taberna rechinar. Instintivamente se giró, y tomó su espada para apuntarla en esa dirección. No parecía haber sido nadie, quizá el viento les había movido. Pero eso no le hizo estar menos alerta.

Ya no se sentía tranquilo, así que salió para revisar.

Se sentía observado, así que inspeccionó la zona sin bajar la guardia.

Esto no era normal.

(...)

Entonces, ¿alguien sería tan amable de explicarle qué le hizo terminar en esa situación?

El causante de su mala sensación era un jodido dragón. Sí, una de esas criaturas supuestamente mitológicas. Nunca había visto uno en su vida, y ahora tenía a un escamoso rojo con ojos dorados a su lado.

¿A su lado? Sí. Porque primero la criatura actuó defensivamente ante él. Y Bakugo jamás le diría que no a un reto, así que terminó por pelear contra la 'alimaña' (como él le apodó). Y no era un guerrero y un bárbaro por nada, no era un título que había ganado solo por fanfarronear.

Le había ganado a la desgraciada lagartija.

Pero ahora, la susodicha lagartija estaba a su lado, pidiéndole caricias en su cabeza, haciéndole levantar el brazo para lograr su cometido.

—¡Aléjate de mí, puto reptil!

Quitó su brazo de su alcance, y comenzó a caminar en la dirección contraria. De repente, sintió que no pudo avanzar más. El animal estaba jalándolo de su asombrosa capa.

—¡¿Qué mierda quieres?! ¡¿Acaso debí haberte matado?!

La criatura solo gruñó en respuesta, demostrando que aún tenía energías para hacerle frente.

—¡Ok, no! — Le dio un tirón a su capa para sacarla de su boca—. ¿Entonces qué quieres?

Le miró detenidamente, parecía que le inspeccionaba. Y eso no le hizo sentir precisamente cómodo. Pero, tras el transcurrir de una pequeña porción de tiempo, inclinó su cabeza y cerró sus ojos, mientras bajó la parte frontal de su cuerpo.

Estaba haciéndole una reverencia.

—¿Eso es por haberte ganado? — Trató de concluir—. ¿Eres mío ahora o algo así?

El dragón se levantó lentamente y asintió con su cabeza con sutileza.

—Entonces los dragones son así, ¿eh? ¿Le juran lealtad al humano que les gane? — Esperó un gesto similar en respuesta, y lo obtuvo—. Bien, me entiendes.

Solo Nosotros | KiriBaku Week 2021 [KiriBaku/BakuShima]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora