Fate: La Saga Winx

Capítulo 3

Me desperté enseguida. Noté varias gotas de sudor bajar por mi frente, el cuerpo me temblaba y apenas podía moverme.

A mi alrededor estaban todos mirándome demasiado preocupados. No podía escuchar bien y la vista se me nublaba. Alguien me cogió del hombro y me tumbó lentamente a la cama, por el tacto era la mano de una chica, pero no sabía de quién.

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Tres horas después me desperté como nueva, al levantarme y dirigirme al salón todos estaban ahí, algunos jugaban a las cartas y otros solo observaban.

Al dar un paso todos dirigieron su vista hasta mí, parecía que todo lo que había ocurrido había sido un sueño, pero este sueño era demasiado real.

—¿Qué ha pasado? —Comencé la conversación.
—En el turno de Musa te quedaste dormida, tuviste una pesadilla y nosotros te ayudamos a calmarte. —Respondió Bloom a mi pregunta de manera tranquila.

Podía notar que me ocultaban algo, cada vez que miraba a Stella estaba demasiado inquieta, como si algo le consumiera por dentro.

Por otro lado los chicos demostraban una expresión divertida, bueno, Sky no, parecía estar perdiendo en las cartas contra Riven.

—¿Te apetece jugar? —Me ofreció Sky.
—Tal vez luego. —Contesté.
—Tenemos que hablar. —Dijo Stella mientras se levantaba de la silla y me cogía del brazo llevándome a su habitación.

Mi hermana Stella se ha comportado muy raro desde que llegué aquí, necesita saber que le pasaba.

—¿Es sobre mí? —Pregunté cruzándome de brazos.
—¿Como es posible que los hayas traído hasta aquí? —Preguntó moviéndose de un lado a otro por la habitación.

No podía contestar esa pregunta porque yo tampoco lo sabía, así que nos quedamos en silencio mirándonos fijamente, como si nuestras miradas ya contestaran por nosotras.

—Puedo ayudaros, —afirmé —, pero tienes que creer en mí. —Le reproché.
—¡Lo intento! —gritó histérica.
—¡No me hables así! —dije con el mismo tono que ella.

Stella a veces si se comportaba como una niña de tres años, pero esconde muchas cosas que yo no sé, y ella sabe de mí más de lo que creía.

—El problema es que no lo haces, —respondí después de un rato en silencio —, ¿me tienes miedo Stella?¿Tienes miedo de que a tus amigos les pase algo o de que te pase a tí? —Por cada palabra que decía yo me acercaba cada vez más a ella.
—Si te descontrolas tengo que matarte, y yo no quiero hacer eso. —Me respondió firme.

Salí de la habitación, los chicos aún seguían jugando a las cartas, las chicas veían su partida y algunas, por no decir solo Bloom, estaban hablando con su familia.

—¿Os apetece cenar esta noche todos juntos? —Necesitaba conocer a todos bien, así que tendría que hacer algo que me arrepentiría —. No os preocupéis por las bebidas y la comida, yo lo haré todo, pero necesito que estéis en el comedor a las ocho y media para preparar todo.
—Por supuesto, cuenta con nosotros. —Aceptó Sky seguido de algunas aceptaciones más de los demás.

Era mi momento de saber algunas verdades, tenía que echarles algo en la bebida, tenía que asegurarme de que irían en mi equipo y no en el de Stella.

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Al caer la noche todas estaban arreglándose, yo estaba en mi habitación preparando las bebidas. Escuché que tocaban la puerta, escondí todo bajo la cama y fui a abrir.

—¿Por qué no estás lista aún? —Me preguntó Bloom mirándome de arriba hacia abajo.
—Lo siento no me he dado cuenta de la hora, estaba hablando por teléfono con una amiga. —Mentí.