Twins in Miami (The Loud House)

Capítulo 4: Biker n Buff

Cada mañana es única, al igual que los días de la semana. Nunca sabes que te esperara, sin contar con las cosas que deberas hacer.

Los hermanos Loud dormían en su sala, el plasma prendido emitía luz y un canal infantil, la alfombra llena de botanas y colillas de cigarros, junto con botellas de distintas bebidas, tanto alcohólicas como de cualquier otra cosa.

El Albino dormía en el sofá, totalmente agotado y lleno de moretones al igual que su hermano, cuyo lugar de descanso era sobre la pequeña mesa entre medio del sofá y el plasma.

Aún boca arriba, parecía estar en un Plácido sueño, dada la sonrisa boba que tenía.

Un celular empezó a sonar, despertando al castaño de mala gana, tanto que suspiro y con resignación contestó con una voz ronca y casi muerta.

Lemy: Uhg.... ¿Quien?

???: Buenos días, bello durmiente. Suenas como si tu alma se hubiera escapado de tu cuerpo

Lemy: ¿Biker? ¿Que i-infiernos quieres?

Biker: Me llegaron reportes de una masacre durante la noche. Es más que obvio que fueron ustedes y The Fans. ¿Me cuentas o que, maricon?

Lemy: - gulp - C-comeme... los huevos

Biker: Niño, eres un desastre. ¡Me encanta! Levanta el culo de donde sea que duermas y sal. Te necesito

Lemy: Ya, ya... d-dame unos minutos que despierte a Link

Biker: Que se joda el conejo. Apurate, tenemos que movernos

Lemy: Ya que... - sentándose - Ay, carajo. Destrozamos la casa... bueno, a medias

Biker: Ajam, si, lo que sea. Tienes 5 minutos... y trae tu máscara. - colgando -

Miró su teléfono y se tambaleó hasta chocar contra el arco que llevaba a las escaleras. Subió con pasos torpes hasta llegar a su habitación. Paredes negras, una cama grande, muebles que combinaban con la estética rockera, junto con dos guitarras colgadas en una de las paredes.

Abrió uno de los cajones del estante abajo de estas, sacando su máscara y una sudadera café. Guardo dicho objeto dentro de esta, y salió directo al sótano.

Era grande y oscuro, convertido en un gimnasio donde entrenaban. Se acercó a una puerta metálica entre dos máquinas para correr por la cual ingresó a una armería pequeña, tenían armas de alto calibre y chalecos antibalas. Tomó su hacha de mano negra de una de las paredes y volvió a subir.

Al salir por la puerta principal, vio su motocicleta y el auto de su gemelo fuera del garaje. Dio un portazo para cerrar la entrada y se subió a su vehículo. Biker lo esperaba recostado en su Yamaha YZF-R6 color roja. Su vestimenta era distinta, constando de un chaleco abombado rosa sobre una musculosa blanca y jeans rasgados, en su brazo traía un casco turquesa.

Biker: Ya era hora. - subiendo a su moto - Necesito tu ayuda

Lemy: - colocándose el casco - ¿Estamos a contra-reloj?

Biker: No, no mucho. Pero aún así hay que largarse, directo a mi departamento. - encendiendo la moto -

Lemy: Ñe... ya que

Los motores sonaron y salieron disparados por los vecindarios, el ruido de cada vehículo era poderoso y ensordecedor, a tal punto que jugaban con el acelerador conduciendo a la par. Al llegar a un semáforo, levantaron los visores para hablar.

Lemy: ¿Que horas son?

Biker: De día

Lemy: Genial. ¿Y el numerito?