Cap. 8

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Bajo las escaleras con rumbo a la cocina, encontrándome a Alexa sentada hablando con una chica desconocida. Alexa se percata de mi presencia y me sonríe feliz.

- ¡ Cuñada! -me abraza-. ¡Mi mejor amiga ahora es mi cuñada! -me suelta-. Me siento muy feliz.

- Alexa, deja el escándalo -siento mi rostro arder, debe estar rojo de la vergüenza-. Si, ya lo noté -le sonrío-. Pero si lo soy.

- Bueno... -vuelve a abrazarme haciendo que me  sobresalte-. ¡ Me alegre que seas tú su mate! -vuelve a gritar, me suelta y se cruza de brazos escaneándome de pies a cabeza-. ¿ A dónde vas tan bonita? -pregunta enarcando una ceja.

-  Pues, quería ir al....-busco una excusa para salir de la casa-. Voy al parque -sonrío nerviosa.

-Bueno... yo justo iba a salir -toma un sorbo de su taza-. A llevarle a mi hermano unos archivos ya que los dejó justo aquí -señala la cocina-. Puedes venir conmigo si quieres, claro -se encoje de hombros.

-Claro, te acompaño -asiento, ya que no debo dejarla ir "sola"-. No tengo nada que hacer, solo iba al parque para distraerme un rato -miento-. ¿Vamos? -pregunto con algo de emoción en mi voz.

- Si claro, pero primero- se levanta de la silla y coloca un plato frente a mí-. Debes comer algo -me sonríe-. Buen provecho -ruedo los ojos divertida.

Al terminar de comer, coloco el plato en el lavavajillas, lavo mis manos y tomo un vaso de agua. Limpio las gotas que quedan en mis labios con mi toalla y lo guardo en mi bolsillo,  mientras que Alexa coge las llaves  y los archivos del comedor.  Salimos de la mansión  y entramos al auto, lo enciende y lo pone en marcha. Después de unos 20 minutos llegamos a un lugar extraño para mi, enfrente está un gran portón color negro, este se abre y mi vista recorre el lugar. A los lados de la entrada hay varios arbustos podados, con palmeras detrás de ellas; Al mirar hacia adelante está una casa, no tan grande como la mansión, a su alrededor hay como una especie de jardín muy elegante. Alexa estaciona el auto y salimos de él. Caminamos hasta la entrada principal y una chica se dirije hacia nosotras.

Me quedo esperándola en el mismo sitio ya que la chica se la llevo a su escritorio. De pronto me siento observada, incómoda me remuevo en mi lugar. volteo con disimulo, pero no veo a nadie, me giro al otro lado y allí lo veo, un chico pelinegro, ojos azules, tez blanca, que con su mirada me detalla, como si estuviera guardando cada parte de mi rostro en su memoria. Aunque me parece conocido no se donde lo he visto, luego de pormenorizar mi rostro,  su semblante  refleja asombro, no despega su mirada de mí.

- Ámbar -escucho la voz de Alexa acercándose a mí-. ¿Qué miras? -empieza a observar todo el lugar.

-  Yo...-vuelvo a fijar mi vista donde estaba el chico antes,  alzo una ceja confundida al no se encontrarse allí-. nada, olvídalo. -le respondo sin importancia.

-Bien -hace una mueca de "no estoy convencida"-. Vamos a llevarle esto a mi hermano-mueve los archivos en su mano-. Espero que no estés viendo chicos -su voz suena firme-. Ya tienes dueño.

- ¡Oye! -me quejo-. No estaba viendo chicos, solo...-hago una pausa recordando al chico de hace un momento-. Me parece conocido es todo -le aclaro.

- Aún no te creo -en sus palabras noto diversión-. Enserio debo llevarle esto a mi hermano -toma mi mano y hala de ella-. Luego hablamos de ese chico.

-De acuerdo...mas lento -trato de apresurar mis pasos-. Mala cuñada -sonríe al saber que soy una lenta. Llegamos a una puerta color azul marino, con una identificación en ella con las letras "S.R.L.A " en blanco. Alexa entra y decido esperarla afuera.

- Hola pequeña, ¿Me extrañaste? -la voz de mi mate se hace presente por medio del link. Ruedo los ojos divertida-. Puedo oler tu delicioso aroma -me sonrojo-. Puedo imaginarte sonrojada justo ahora -su tono de voz es segura.

La Frágil Rosa Del AlphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora