Parte 5: Sinceridad?

569 70 90
                                    

Veux-tu m'épouser?
(Te casarías conmigo?)

Al momento en que Polnareff termino la frase, un silencio de un segundo fue acompañado de unos pétalos de rosas que caían por encima suyo, no pusiste atención, no te interesaba que era algo un poco imposible para que sucediera ya que estaban en un último piso, realmente fue extraño, magia tal vez? Sí que lo planeó bien.

Los fuegos artificiales del festejo de año nuevo comenzaban a brillar al fondo, tantos colores tan brillantes, todo en conjunto hizo que sintieras cosquillas en el pecho, sonrisas traviesas se te salían de vez en vez.
Estabas mirando con un brillo en los ojos a ese chico que te había traigo tanta felicidad por todo un año entero.

(T/N): -Pol...-

Polnareff: Agachó la mirada mientras sonreía.
-Lo sé, lo sé, es muy precipitado, se que tal vez ésta no era la pregunta que esperabas, pero estoy totalmente decidido, (T/N)-
Suspiró y te miro.
-Solo quiero asegurarme de que no te irás de mi lado, que la chica que más me hace feliz estará conmigo siempre...-

Pensaste en todo lo que habían vivido, pensaste en lo mucho que ambos se daban paz y cariño, en qué se lo había currado demasiado para que el momento fuera perfecto.
Te reías, reírte para no gritar de las emociones encontradas dentro de ti.

Te querías ir, realmente querías salir corriendo, decirle que dejara de bromear. Los nervios te traicionan.

Pero la situación te convencía de que no era una broma.

No pudiste más y terminaste inclinándote un poco, rendida por el amor que te invadió.

Riendo y con los ojos entrecerrados dijiste que si.

El rostro de Polnareff se iluminó en su totalidad, se levantó y te abrazo mientras todos sus amigos y familia estaban el fondo felicitándolos, todos sabían de el plan que tenía en mente. Seguías riéndote, por felicidad, por amor, por nervios. Solo te dejaste llevar por su abrazo sintiendo sus brazos entrelazarse en todo tu cuerpo, mientras sentías su aroma.

A decir verdad, era la primera vez que lo veías auténticamente feliz, no porque nunca lo haya sido, si no porque siempre tenía un ligero aire de tristeza en su mirada. Siempre había sido sincero contigo, pero no podías evitar sentir que había cosas que el no te había contado aún, algo importante, pero siempre ignoraste ese sentimiento, tenías miedo de que fuera algo realmente serio, no sabías cómo preguntarle o como hacer que hablara y se abriera más contigo
Después de año nuevo, al día siguiente, te levantaste con un sentimiento extraño, como cuando eras pequeña en navidad y sabías que debajo del árbol habría algún regalo esperándote, era emocionante, tallaste tus ojos y bostezaste para luego mirar a Polnareff quien estaba dormido enseguida de ti, no pudiste evitar sonreír al verlo, y te recargaste sobre el para dormir 5 minuto más.

Estaba profundamente dormido, y tú frotabas- tu mano sobre su espalda mientras intentaba conciliar el sueño nuevamente, pero de la nada comenzaste a sentir en tu nuca como acariciaban con delicadeza tu cabello, por detrás de tus orejas y casi llegando a tu cuello, sonreiste con los ojos aún cerrados.

(T/N): -Pol... Bastaa jajaja, me haces cosquillas.-

Abriste los ojos inmediatamente, pues recordaste que Polnareff estaba de espaldas y estaba dormido, te sentaste de golpe viendo al rededor, espantada sin dudas.

Polnareff x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora