Amor hacia Gyeongju. » ChanSoo.

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—ChanYeol...

—¿Qué pasa, KyungSoo?

—Tengo miedo, hambre, sueño y quiero llorar.

—Sí, yo también. -murmura con puchero apenas en el rostro.

—ChanYeol.

—¿Sí?

—¿No me quieres abrazar?

ChanYeol y KyungSoo se abrazaron mientras permanecían sentados en aquel pastizal y comenzaron a llorar a cántaros.

—¡KyungSoo-yah!

—No.

—¡KyungSoo! ¡KyungSoo! ¡KyungSoo!

—¡Que no!

Exclamaba con tono fuerte y decisivo mientras se alejaba del alto con los oídos tapados por sus manos.

Park ChanYeol, su compañero de la facultad lo había estado fastidiando toda la mañana «y cuando dice toda, es toda» con que lo acompañara a un viaje de carretera de Seul a Gyeongju.

Y, no. Definitivamente no quería, no porque no pudiera es más, luego de terminar sus actividades y tareas de la escuela no le quedaba más por hacer los viernes en la tarde.

Más que acompañar a su madre a hacer las compras de la semana, encerrarse luego en su cuarto todo el fin de semana a ver alguna serie o película que se le atravesaba en la tele y listo, alguna otra cosa como asear su habitación y era todo. Un fin de semana aburrido.

Pero se sintió curioso al respecto y entonces cuando cuestionó el porque de la necesidad de ir hasta allá bufó rodeando los ojos.

—¿Solamente para eso quieres que te acompañe? ¿Qué haría yo después? Sólo sería un mal tercio ahí. No lo haré.

—Ahh KyungSoo, por favor, sirve y te consigo novio también.

—No gracias, estoy bien. -murmuró negándose mientras ponía atención a su cuaderno donde escribía algunos apuntes de una clase sin importancia.

—No quiero ir solo. Además tú nunca tienes otras cosas que hacer, y nos iríamos mañana, por favor Soo...

—No Park, no iré contigo, además siquiera conoces a ése tipo.

—Precisamente para eso voy, para conocerlo.

—Dime que gano yo con acompañarte y esta tarde preparo mis cosas.

—Uh... ¿Mi amor y mi amistad? -dice, el de cabello platinado más en pregunta que en respuesta, con una sonrisa tierna. —Te compro todas las manzanas de caramelo cuando vayamos a la feria.

—Tienes suerte de que me gusten las manzanas de caramelo. Está bien.

—¡Ayyy muchas gracias, te amo tanto! -se para del asiento para luego abrazarme fuertemente.

KyungSoo se apresuró para zafarse de ése par de brazos fornidos.

Luego de llegar a su casa se apresuró a ordenar un poco su habitación, siempre se encontraba hecha un desastre y debía hacerlo antes de irse ése viernes con el alto. Puesto que se irían justo después de clases, cuando llegase del trayecto llegaría muy cansado y no tendría cabeza para pensar en limpieza.

Así que después de terminar la limpieza preparó sus cosas en una mochila; metiendo un cambio de ropa, una gorra, tapabocas, zapatos cómodos para el trayecto y algunos bocadillos pensando en que el alto tendría mucha hambre al igual que el y una que otra botana con bebidas.

Y ya listo todo su día finalizó y se fue a dormir.

—Muy bien, ¿Tienes todo listo?

—Claro.