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—¡Kyunggie, eres totalmente adorable! Le dijiste eso a tu mami para negarte a ti mismo que volvería con novio. -dijo con un tono molesto para el pelinegro y éste con una mueca asintió con la cabeza.

Porque sí, así era realmente.
Se negaba así mismo el pensar que el chico que le gustaba regresaría con novio para cuándo volvieran.

—Bueno que más remedio. Vamos para mi casa, sirve que hacemos una pijamada aprovechando que es viernes. -dijo, adorando que KyungSoo ésa noche dormiría con el.

Comenzó a conducir ahora en dirección a su casa.
Minutos después ya estaba fuera de ésta y con algo de cansancio tomó ambas mochilas, salió de su lado y cerró con llave la puerta.
Abrió la de KyungSoo y cuándo éste salió imitó la misma acción antes empleada.

—Mis padres no están en casa, salieron a un viaje también pero ellos no regresarán hasta después de una semana. Me han dejado solito. -musitó con un puchero fingido antes de sacar las llaves de su pantalón.

—Vaya, debiste aprovechar eso e irte con ellos, así faltabas a las clases.

—No porque si no no iba poder estar contigo. -dijo sonriéndole tierno, luego abrió la puerta y KyungSoo pasó como normalmente hacia cuando iba a su casa.

Sólo que ésa vez estaban solos e iba a quedarse con el.

ChanYeol subió ambas mochilas al segundo piso, dejándolas exactamente en su habitación cerca de la cama y luego volvió con el bajito ya cambiado, con un pans un poco ajustado en color gris y una camiseta blanca.

—¿Tienes hambre? Puedo cocinar algo para los dos.

—Cha-ChanYeol. -llamó antes de que se fuera a la cocina mordiendo su propio labio inferior.

—¿Sí, KyungSoo?

—¿Porque dijiste que no me ibas a rechazar? Ya sabes, cuando cuestionaste que...

—KyungSoo.~ -musitó enternecido por el rostro que estaba poniendo el bajito.

Lo abrazó rápidamente con suavidad y apegó su cabeza contra su pecho, del lado izquierdo donde quedaba su corazón para hacerle saber lo nervioso que estaba en aquellos momentos.

—No hay necesidad de hablar, ésto funciona como respuesta.
Así me tienes desde que te conocí aquella vez que derramé mi botella de agua en tu entrepierna, y enojado me golpeaste la cabeza con el libro grueso de álgebra. Hiciste latir así mi corazón, pero pensaba que no me veías de diferente forma.

Deshizo el agarre para poder verle, y KyungSoo alzó el rostro para mirarle con su rostro serio, pero sus ojos mostrando un lindo brillo y sus mejillas radiantes en un color vivo por el sonrojo.

—¿Y cómo sería lo que sea que vayamos a tener? -cuestionó ahora ocultando otra vez su rostro.

—No lo sé, considerando que nos conocemos desde más jóvenes.
Que nos conocemos muy muy bien... Uhm...

Le soltó y luego tomó sus manos suavemente.

—¿Me dejas ser tu novio?

—¿Es una broma? ¡Claro que sí! Pero la pregunta es...

—Ya sé, es “¿Quieres ser mi novio?” pero es más un honor ser tu novio que tú el mío. Por ello lo dije así.

—Apesar de ser un tonto en ocasiones, eres sumamente lindo. -musitó parándose de puntitas para depositar un lento, suave y muy dulce beso en los belfos del alto.

Amor hacia Gyeongju. » ChanSoo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora