1- Gatito / Ren

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─╰* .O9/O5/21.° •╯─

Eran las 15.30 de la tarde, regresabas a tu hogar luego de un cansado día en el instituto.
¿Quién pensaba que éste Viernes sería tan agitado?
Estabas Hundida en tus pensamientos que chocaste tu rostro contra la puerta de tu casa y en el momento mismo del impacto, regresaste a ti frotándote la nariz con las yemas suaves de tus dedos y soltaste un pequeño quejido de dolor.

—"¡Ay, mi nariz!"—Suspiraste y reíste en bajo para después pusiste la llave en el cerrojo para abrir la puerta y así entrar, te quitaste los zapatos apenas ni entraste y cargaste con llave. No escuchabas ningún ruido así que supiste que tus padres no estaban, fuiste escaleras arriba y tocaste la puerta, donde una voz áspera y ronca te contestó.
—"Adelante, tontita..¿A éstas horas llegas?..."—Te dijo mientras él se ponía de pie y se cruzaba de brazos, frunciendo su ceño como siempre. A lo cual le contestaste.

—"Perdóname, Ren..No planeaba llegar tan tarde; te debo una disculpa."— Bajaste la cabeza y cerraste los ojos sintiendo una pesada culpa que él pudo notar.
—Como sea..al menos estás aquí completa.—Contesto de forma cortante y se volvió a acostar, dándote la espalda. Tú solo podías mirarlo y soltar un pesado suspiro para continuar tu paseo hasta el armario y tomar tu pijama.

Te encaminaste hasta el baño y cerraste la puerta para así cambiarte más cómoda, al terminar te quedaste quieta mirándote al espejo y admirando tu rostro, esos ojos y esa melena despeinada que traías; ¡Debías luchar contra esos cabellos rebeldes! Tomaste aire y te desnudaste nuevamente para meterte a bañar. Abriste la perilla esperando a que el agua caliente saliera y recorriera tu cuerpo entero desde la cabeza a tus pies. Te preguntabas que le pasaba, ¿por que de repente te trataba así?

—"Tal vez, le pasó algo mientras no estuve.."—cuando volviste en ti ya estabas completamente mojada con el shampoo en toda la melena, lo esparciste hasta que quedara completamente limpio y aplicaste la crema. Al terminar de bañarte y de secarte, te vestiste nuevamente con tu pijama y peinaste tu melena y desenredaste.
Cuando saliste del baño y te dirigiste a tu habitación, Ren te miró, a lo cual tú ignoraste y te sentaste en el escritorio con tu cabello mojado.
Ren musitó en voz baja.—"Tienes el cabello mojado..¡te vas a enfermar, Tontita!"— Al terminar de hablar se fue a buscar el secador de pelo en el baño y tu solo te quedaste leyendo un libro.

De pronto sentiste una tibia brisa acariciar tus cabellos mojados y un sonido ensordecedor. Unas caricias suaves pasaron por tus mechones moviendo de forma delicada cada tramo de tu pelo para poder secarlo. Cerraste los ojos y dejaste que tu novio secara tu cabello mientras que ninguno de los dos emitía ni una sola palabra hasta que el termino con su labor.
—"De nada, sólo no quiero que te enfermes.."— Él cruzado de brazos hizo puchero con sus labios, mirando a otro lado como si fuera un niño pequeño. Era tan tierno verlo así.. tomaste sus mejillas para después de pararte en puntas de pie, besar sus labios de forma tierna y delicada. Te tomo por la cadera y correspondió tu beso con torpeza.
Sus labios reclamaban por los tuyos cada ves que te separabas para tomar aire, los mordía como castigo y luego los lamía como premio de haberlo vuelto a besar.

Como si de una pluma se tratara, Ren te tomó en sus brazos y te recostó sobre la cama con la excusa de "Estarás más cómoda de esta forma.." sonreíste de forma cálida, dejando una variedad de tiernos besos en sus labios y sobre su nariz. Tus manos se trasladaron hacia sus hermosas orejas y las comenzaste  a acariciar con los pulgares de forma gentil y amable.
Se separó de ti, mirándote a los ojos con una expresión pasiva y molesta a la vez. —"¿Q-que estas..?"—Dijo pero se le vio interrumpido por sus ronroneos de gato.

Tu solo te podías limitar a sonreír y reír en voz baja por la ternura que tu pareja derramaba con cada dulce ronroneo. —"Por lo que veo..te gusta"— le hablaste a lo cual de forma de protesta Ren se abrazó a tu cuerpo y apoyó su cabeza en tu pecho; dejando escapar un gruñido bajo. —"No te burles de mi.."— Besaste su cabeza mientras mantenías el ritmo en tus dedos para seguir acariciando esas peludas orejas que le pertenecían a tu novio.

─╰* .10/O5/21.° •╯─

Abriste tus ojos, los rayos del sol se atrevían a aturdir su visión recién despertada de un sueño profundo; uno del cual tu compañero de habitación, Ren, no había despertado. —"Buenos días, Ren"— Le hablaste en voz baja para no asustarlo y le acariciaste suavemente lo cual hizo que él abriera sus ojos dorados y que te mirara con un ceño tiernamente fruncido. —"mmfh..buenos días.."— Te contesto para acomodarse nuevamente entre las sábanas y mantas para volver a dormir.

Te levantaste, dirigiste al baño y te cambiaste.
Un uniforme de secundaria traías puesto, era un Lunes al cual deberías asistir a clase y dejar a Ren solo en casa por unas seis horas.
Tomaste tu desayuno para después despedirte de tu novio y encaminarte a pasos ligeros hacia el Instituto. Te encontraste con tus amigas de clase que si bien se vieron de lejos empezaron a caminar juntas las tres; hablaban de tonterías y carcajeaban de los chistes que hacías, cuando se dieron cuenta ya estaban dentro del salón de clases.
Estaba vacío, era temprano; así que pudieron sentarse juntas las tres.

─╰* .13:00 pm.° •╯─

Salías de tu colegio y estabas regresando a paso muy apresurado a casa, querías ver a Ren lo antes y más rápido posible.
Tropezabas con todo a tu paso, ramas, piedras, hasta con tus propios pies. Hasta que en la glorieta del parque tropezaste con tus pies y raspaste tu rodilla. —"¡Ay!..Oh estoy sangrando, tendré que comprar curitas para ponerme en esta herida. Veamos ¿alguna farmacia cerc-..¡Allí!"— Te reincorporaste y caminaste hasta la pequeña tienda, una farmacia que estaba a pocos metros de tu domicilio.

Entraste y preguntaste a la vendedora de tercera edad si podía ofrecerte unas curitas; te las dio y pagaste por ellas.
Estabas cerca de tu casa en unos minutos llegarías, y así fue, cuando entraste y cerraste l puerta luego de dejar tus zapatos en el suelo fuiste a tu cuarto para saludar a Ren; quien te dió la bienvenida y centro su mirada en tu rodilla que sangraba. —"¿Quien te hizo eso?.."— Comentó con el ceño fruncido a lo cual tú sonreíste y le respondiste que t e habías caído.

Aliviado, te obligó a sentar sobre la silla para después de desinfectar la herida poner las banditas(curitas) en esa rodilla lastimada. —"Gracias..mi gatito"— Le dijiste antes de darle un beso con ternura y pasión en esos carnosos labios que tanto extrañabas besar, a lo cual él correspondió y se separó para contestarte. —"¡No soy un gatito!"— Abrazó tu cintura y volvió a besar tus labios, no eras la única que extrañaba besar a su pareja. El también lo hacia; a su manera. Pero también te extrañaba.

𝐅𝐈𝐍. ─໋─໋̟─┈໋̟─໋─໋̟─┈໋̟'୭̥🌷*ೃ

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