1- Dulce / Ryo

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⠀─╰* .13/O5/21.° •╯─ 

Jueves 13 de mayo 9:00 pm, estabas envuelta en las cómodas sábanas  de tu cama; las cartas no te despertaron porque se habían ido, suponías en tus sueños. De pronto sentiste la presciencia de alguien que se sentó sobre la cama, a tu lado.
Ese alguien ligeramente tocó con la yema de sus dedos lo cual ocasionó una sorpresa por tu parte, abriendo los ojos de sorpresa.

—"Vaya vaya..la pequeña elegida por fin decide despertar."—  Ryo quien estaba sentado sobre la cama, a tu lado era quien estaba acariciando tu mejilla pero, cuando vio que despertaste retiró su mano de tu rostro.
Te sentaste en la cama confundida y fregándote los ojos con los dedos de una forma delicada. —"Ryo, ¿Donde están las demás cartas?"— Al escucharte frunció levemente el ceño y se cruzó de brazos, lo mirabas confundida; no sabias que habías dicho o hecho mal, hasta que te diste cuenta y te le quedaste mirando con un leve rubor en los ojos.

—"¿Vas a quedarte callada, pequeña elegida? Que decepción.."— Dijo lo último entre dientes haciendo que te molestes. —"Solo quería saber dónde estaban."— Le respondiste cortante por lo que el chasqueo la lengua y de su bolsillo sacó un caramelo para desenvolverlo y metérselo a la boca. —"Los demás no se a donde fueron, ojalá no vuelvan por ahora."— Sonrió de forma macabra, te habías centrado tanto en él que no habías notado que todo el ambiente de tu alrededor estaba obscuro por la presciencia de Ryo.

─╰* .13:00.° •╯─

La tarde había llegado, estabas sentada en tu escritorio a solas con Ryo, las cartas aún no habían llegado y estabas nerviosa. Toda tu habitación estaba en plena obscuridad y lo único que podías hacer era tener conversaciones vagas con él, hasta que de mal humor decidiste ir a la tienda de dulces para comprarle un caramelo.
Cumpliste tu objetivo, al regresar a tu casa y pieza encontraste a Ryo tirado sobre tu cama ordenada, abrazando una de tus almohadas te dirigió la mirada.

—"Hasta que por fin llegas, no ibas a decepcionarme otra vez ¿no es así?"— De mala gana él te hablaba, diste unos cortos pasos hasta llegar a tu cama y extenderle el caramelo que le habías comprado; se dio la vuelta dándote la espalda.
Bajaste la mirada y te dirigiste tanteando entre la oscuridad para tu escritorio; al encontrar la silla la acomodaste y te sentaste para apoyar la cabeza sobre la mesa y hablarle al murciélago. —"Cuando quieras el caramelo puedes venir a buscarlo y yo te lo serviré o como gustes.."— Luego de hablar escuchaste ruido proveniente de Ryo; se había levantado y había comenzado a caminar hasta ti. Lo miraste a los ojos como podías entre tanta oscuridad.

Ryo, quien estaba frente a ti tomó el caramelo y lo comenzó a desenvolver para después agacharse hasta tu altura, ya que estabas en la silla y posó ambos brazos sobre los posa brazos; dejándote acorralada en la silla. —"¿Por qué mejor no compartimos el caramelo?, será más delicioso."— Dijo pero cuando le ibas a contestar apoyó el caramelo sobre tus labios y dirigió los suyos hacia el caramelo también.

Con su lengua empujó el caramelo dentro de tu boca uniendo sus labios con los tuyos mientras ambos saboreaban el dulce caramelo sabor fresa.
Sus lenguas se enredaban entre sí junto con el caramelo; te comenzó a empujar a ti contra el respaldo de la silla, subiéndose él también a la silla.
Ya no sabias si se estaban besando y alguno de los dos se había comido el caramelo o si el caramelo seguían enredado entre sus lenguas.

Ryo se separó para buscar aire al igual que tú y sus ojos se encontraron, el caramelo había quedado dentro de la boca de Ryo quien poco a poco se acercó nuevamente hasta tu rostro con una sonrisa juguetona —"Vaya vaya..pero mira que tenemos aquí.."— Dijo en voz baja pero, no pudo terminar de hablar pues; sus labios fueron ocupados por los tuyos.  Sus labios devoraban los tuyos con impaciencia, los mordía y los jalaba; rodeaste su cuello con tus brazos, atrayéndolo hacia ti.

Él respondió tu acto abrazando con un brazo tu cintura y con su mano disponible acariciando tu mejilla, besando cada parte de tus labios. Él te tenia aprisionada contra la silla y contra su cuerpo.
Cada momento, cada segundo que pasaba; Ryo y tu se acercaban a sus cuerpos cada vez más hasta que quedaste completamente pegada al respaldo y contra su cuerpo a la vez.  Una de sus manos dejó su tarea para bajar por tu cuerpo hasta tu blusa y meter su mano debajo e ir subiéndola por toda tu espalda baja hasta arriba; Ryo acariciaba tu espalda con la yema de sus dedos.

Sus caricias en tu espalda eran serenas y suaves, te entregabas a sus suaves toques mientras te adentrabas en su cavidad bucal, explorando con tu lengua cada rincón de ella y rozando sus colmillos.
Su lengua te dio la bienvenida con un abrazo, enredándola con la tuya.
De un momento a otro sentiste como las tiras de tu sostén se separaron y Ryo comenzó a pasar sus finos dedos sobre tu piel descubierta sin el molesto sostén.

De pronto tus piernas se encontraban abrazando su cintura, apoyadas sobre las de él; ya que también estaba sentado sobre la silla al igual que tú.
Sus labios todavía se estaban comiendo entre sí pero, Ryo  se separo bajando por tu cuello y apoyando los labios en tu piel hablo —"Veamos de lo que la pequeña elegida es capaz.."— Al terminar de hablar Ryo abrió su boca nuevamente apegando sus labios a tu piel y succionandola. Te había dejado un chupón a propósito para hacerte enojar, lo sabías pero no pudiste evitar soltar un quejido de sorpresa. —"¡Ihk!, ¡Ryo!"—

Lo separaste de un empujón de forma tan repentina que Ryo cayó sentado al suelo, mirándote con una sonrisa traviesa.
Te tomó de la muñeca, estirando su brazo y te jaló para que cayeras sobre él. Te rodeó con sus brazos y piernas de forma caprichosa; te miraba a los ojos como pidiendo que por favor lo besaras.
Tomaste aire y apoyaste tus manos sobre sus mejillas, para así acercar tus labios a los suyos y plantar un lento y tierno beso en sus labios mientras lo abrazabas finalmente por el cuello.

Te habías centrado tanto en él, en sus caricias, mordidas, besos, lamidas y chupetones; que ya te habías olvidado del dulce sabor del caramelo que habías compartido con él.

𝐅𝐈𝐍 ─໋─໋̟─┈໋̟─໋─໋̟─┈໋̟'୭̥🍬*ೃ

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