—Muy bien, todos en dos filas. Mujeres en una, hombres en otra. —Ordenó el profesor Aizawa mientras se dirigía al almacén del gimnasio.
A Izuku no le gustaba esa clase en particular, pero debía asistir si quería aprobar. Aizawa era uno de los maestros más estrictos e influyentes de toda la academia, por lo que su materia, a pesar de que fuera meramente esfuerzo físico, era indispensable, así como matemáticas o inglés.
Y todo el grupo comprendía la importancia de tener el visto bueno de Aizawa, por lo que nadie tardó en hacer lo que dijo.
—Espero que no nos ponga a saltar esas plataformas de nuevo, la última vez casi me rompo las bolas hermano.
—Vocabulario. —Reclamó Iida al pelirrojo de dientes puntiagudos, quien sonrió con pena y se tocó la parte de atrás de la cabeza.
—Lo siento.
—Sólo por esta vez le doy la razón a Eijiro. —Dijo una pelirrosa desde el otro lado del gimnasio. —Deberían prohibir el salto en la plataforma, la vez pasada también casi me lastimo el brazo, ¿No lo recuerdan?
—No es tan difícil. —Comentó Tsuyu. —Sólo deben impulsarse bien.
—Lo dirás tú, saltas como una puta rana.
—Vocabulario. —Repitió el delegado esta vez hacia el rubio cenizo que se encontraba en la última parte de la fila.
Izuku se puso nervioso de pronto y recordó lo que era saltar esas endemoniadas plataformas. Casi nadie nunca lograba pasar al otro lado de la colchoneta, y los que lo hacían eran personas que ya estaban relacionadas con el atletismo o sabían saltar más alto que una persona promedio. Por ejemplo, el equipo de baloncesto. Midoriya jamás comprendería cómo es que Kacchan podía saltar tan alto. Obviamente no se comparaban a los saltos de Tsuyu, quien hacía gimnasia rítmica, pero se le acercaba mucho.
—¿No deberíamos decirle? La verdad es que todos nos hemos lastimado haciendo ese salto alguna vez. —Dijo Tokoyami haciendo a los demás estudiantes asentir.
—¡Sí! ¿No recuerdan cuando me golpeé mis cositas? Casi muero amigo.
—Kaminari, ni siquiera te golpeaste la entrepierna, caíste en plancha sobre la plataforma y el golpe en el abdomen te noqueó. —Mencionó Momo, lo que hizo reír a todos un poco al recordar el pulgar en alto de Denki anunciando que estaba bien.
—¡A-Aun así, dolió!
Pero la conversación amena y quejas se vieron abruptamente silenciadas por el sonido de unos rodachines y materiales plásticos.
Todos voltearon a mirar indiscretamente hacia la puerta del almacén, esperando cualquier cosa, excepto las plataformas, sin embargo, toda esperanza cayó al piso cuando vieron la pequeña estructura de color naranja patea-traseros salir del almacén junto con Aizawa, quien a pesar de su inexpresivo rostro tenía un ligero brillo de diversión en sus ojos.
—¡NOOO! —Gritó alguien desde atrás, a quien identificó como Toru.
—Profesor, cualquier cosa excepto eso. Va a arruinar mi peinado. —Expresó Aoyama mientras se cruzaba de brazos con indignación.
—¡Yo ni siquiera sobrepaso la plataforma! ¡No es justo! —Gritó Mineta desde la fila.
Todo el gimnasio se empezó a llenar de quejas y sonidos susurrantes. Todos con la intención de argumentar por qué era mala idea hacer el ejercicio y por qué no cambiarla por un amistoso partido de balón-mano. Las quejas siguieron hasta que el estridente sonido de un silbato hizo callar a todos y voltear a ver al maestro.
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Anestesia - Katsudeku
RomanceDonde por una fractura Izuku siente tanto dolor que lo tienen que anestesiar.