Traslado

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Midoriya no se encontraba mejor; estaba completamente pálido y sudoroso, lo más posible es que se desmayara dentro de poco por el dolor que le causaba su pierna.

—Sí, efectivamente está rota. — Anunció la enfermera que palpaba la extremidad de Midoriya. La adorable ancianita se quitó los guantes y los echó a la basura para después mirar con desaprobación al titular. —¿Cuántas veces te lo he dicho Aizawa? Deja de obligar a tus estudiantes a hacer ese salto en esa maldita plataforma.

Aizawa pareció querer reírse, pero la situación no lo ameritaba.

—Es ineludible para pasar mi materia y lo sabes, Chiyo.

—De todas maneras, tu "ineludible" ejercicio acaba de mandar a un estudiante a enfermería, y dentro de unos minutos al hospital. Llama una ambulancia.

Aizawa salió de enfermería encontrándose en su totalidad con la clase 1-A mirándolo con intriga. El primero en hablar fue Eijiro Kirishima.

—¿Y... Cómo está Midobro?

Aizawa sacó el teléfono de su bolsillo, mientras tecleaba el número de emergencias, contestó.

—En dos pedazos. ¿Alguien conoce quién está a su cargo?

—Su mamá no está en la ciudad. —Contestó Uraraka dando un paso al frente con expresión preocupada. —Y su papá tampoco, trabaja todo el tiempo.

Sin pensarlo otra persona dio un paso al frente.

—Deku y yo somos amigos de la infancia. —Habló Katsuki fastidiado, sabiendo con certeza que Kirishima lo molestaría por eso lo que restara de su vida. —No veo algún problema con que se quede en mi casa hasta que pueda valerse por él mismo.

Aizawa lo miró de arriba a abajo mientras le decía a la operadora la dirección de la escuela.

—Está bien Bakugou, entra a la enfermería con Chiyo y acompaña a Midoriya, también te subirás a la ambulancia. El resto de ustedes al salón de clases. Kaminari, Kirishima; ustedes no, vayan al gimnasio a guardar las cosas mientras yo espero la ambulancia en la entrada.

El rubio cenizo inmediatamente avanzó hacia la enfermería abriendo la puerta. Ahora que estaban a solas con la enfermera, Katsuki podía permitirse ser un poco más indiscreto con su preocupación.

Izuku al sentir como la puerta se movía inmediatamente volteó a ver, esperando que fuera alguien con una aguja en su mano para sedarlo de una buena vez. Pero definitivamente ver a Kacchan no lo decepcionó en absoluto. Se permitió sonreír. 

—Hola Kacchan. 

—¿Cómo estás Deku? —Inquirió sentándose a su lado mientras resistía las ganas de acariciar sus verdosos rulos.

Izuku suspiró mientras se acomodaba en la camilla, haciendo notar en su rostro el dolor que le causaba esa simple acción.

—Mareado, y con náuseas. —Decía con dolor, pero aun sonriendo. — Por lo menos aún puedo mover los dedos de los pies.

Katsuki se permitió sonreír un poco con Izuku.

—Me sorprende que no te desmayaras con lo cobarde que eres. — Esta vez no pudo reprimir la necesidad de tocarlo y transmitirle seguridad; alzó el brazo y tomó su pecosa mano con un fuerte apretón. — ¿Seguro estás bien? ¿No necesitas algo?

El peliverde atinó a cerrar la mano alrededor de la del rubio, aceptando el gesto preocupado.

—Sí, aunque quisiera que me drogaran lo más rápido posible. 

Katsuki soltó su mano no mucho tiempo después; Deku podría estar delirando de dolor, no reconocerlo o lo que sea, pero él aun así se sentiría nervioso a su tacto.

—Pronto vendrá una ambulancia, te quedarás en mi casa en lo que tu madre regresa. — A Katsuki no le gustó la cara que hizo Izuku cuando escuchó eso.

—No tienes por qué hacerlo Kacchan, puedo llamar a Todoroki para que me ayude, o a Ochako.

Ahora era el rubio quien no tenía tan buena cara.

—¿No crees que una fractura es algo a lo que debas poner atención 24/7? 

Izuku torció un poco el gesto, pero se dejó llevar al sentir la mano de Katsuki acariciar sus rizos brevemente, pero con determinación.

—Sí, creo que tienes razón. De todas maneras, sólo serán unos pocos días hasta que pueda hacer las cosas por mí mismo.

Katsuki bajó la mano de la cabeza del otro, sonrió sutilmente.

—Sabes que puedes quedarte conmigo el tiempo que necesites, no eres una molestia Izuku.

Midoriya no pudo evitar sonrojarse; usualmente Katsuki usaba apodos como "nerd" o "deku" para referirse a él. Casi nunca lo llamaba por su nombre.

—A-Ah, claro. Muchas gracias Kacchan. — El peliverde alcanzó a aferrarse a las sábanas antes de poder decir algo estúpido. Tragó secamente y después dijo sin poder contenerse: — ¿Tu madre está de acuerdo con eso?

Katsuki bufó como si le hubiera contado un chiste para después pasarse la mano por el cabello de una manera que hizo palpitar muy fuerte el corazón de Izuku.

—¿Lo preguntas en serio Deku? La vieja te ama, y ni hablar de mi padre. No te preocupes por eso, insisto. —Katsuki sacó su teléfono del bolsillo para revisarlo, después volvió a guardarlo y tocó su hombro con amabilidad. —Kirishima dice que la ambulancia ya llegó. Aguanta un poco por favor.

Después de eso salió de la enfermería, seguramente para esperar afuera a los paramédicos.

—Que jovencito tan amable. —Murmuró Chiyo mientras se acercaba a Izuku y le pasaba un vaso de agua con unos calmantes. 

Midoriya no pudo evitar reír un poco a pesar de todo el dolor que sentía.

—No tiene ni idea.





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⏰ Última actualización: Dec 21, 2023 ⏰

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Anestesia - KatsudekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora