S̷i̷n̷ ̷E̷r̷r̷o̷r̷e̷s̷. Objetivo: Impedir Mi Trágico Final

Capítulo 13

Chloé reía y sonreía de manera dulce.

<Es molesto, pero a la vez divertido>

Marinette bajó la mirada avergonzada.

—Lo siento— volvió a repetir la azabache— Lo siento tanto, lo siento mucho Chloé, no era mi intención. — decía mientras trataba de limpiar la haría que estaba sobre Chloé.

La rubia sonrió, la tomó de las muñecas y las detuvo.

—No tienes que disculparte tanto, sé que no fue a propósito. — dijo mirándola a los ojos—

Marinette sonrió nerviosa.

Chloé la soltó con suavidad y sacudió su cabello.

<Tendré que darme un buen baño cuando regrese al hotel>

La azabache suspiró y miró el desastre que provocó.

—Creo que no podré terminar los bocadillos— habló en tono triste la azabache—

Chloé la miró y rio, aunque era triste la atmósfera, el ver a Marinette cubierta por harina la hacía reír.

<Preocúpate por tu aspecto, luego por el desastre>

Se acercó a ella y comenzó a sacudirle el cabello y la ropa.

—Eso estaba pensando a eso unos momentos, antes de que me sumergieras en harina— comentó divertida mientras acaricia la suave cabellera azabache para quitar los rastros de harina—

Marinette miró embelesada como Chloé la limpiaba, sus mejillas tenían un cierto tono rosado al verla.
Por alguna razón no podía concentrarse en escuchar y atender a lo que Chloé decía.

— Entonces ¿qué te parece? — cuestionó Chloé dejando de sacudir a Marinette. — ¿Marinette...?

La azabache salió de trance y negó repetidas veces.

—Perdón, ¿qué decías? — preguntó apenada—

Chloé sonrió con dulzura y río.

—Te decía si quieres hacer la degustación en el Le Grand París en vez que en el parque— volvió a repetir la rubia—

Marinette parpadeo varias veces sin poder creérselo.

—En Le Grand París tenemos más cocinas y manos de obra para poder organizar la degustación, podremos hacerlo más rápido y con más variedad de pasteles. Los empleados podrán ayudarte a preparar todo.

—¿Lo dices en serio Chloé? — preguntó Marinette soprendida—

Chloé asintió.

—¡Gracias, gracias, gracias! — decía Marinette mientras daba saltitos de alegría—

<Parece una niña>

<Aunque todavía es una niña>

—Entonces llamaré a la limu- — la oración de Chloé quedó en el aire cuando Marinette se arrojó sobre ella para darle una gran abrazo—

<¿Qué...? >

—En serio gracias, Chloé — susurró la azabache en el oído de la rubia—

Chloé se sintió soprendida y atónita por tal acción, pero luego de unos segundos correspondió el abrazo, de manera torpe y lenta, pero lo correspondió.

<Con que así se siente>

<Había olvidado la sensación de un abrazo sincero>