𝐓𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 ☽︎

𝙳𝚎 𝚁𝚎𝚐𝚛𝚎𝚜𝚘 ☀︎︎

Para su sorpresa, fue capaz de atravesar el escudo de energía resentida que protegía el lugar. Sin embargo, salió rápidamente de su sorpresa y caminó hacia la cima en donde se encontraba el antiguo asentamiento Wen, el último hogar al que perteneció y que conoció Wei Wuxian, el Patriarca de Yiling.

En la entrada del antiguo asentamiento, se encaminó a la entrada de la cueva Domademonios, esperando encontrar el típico desorden que caracterizaba a su amigo; dentro de la cueva se encontró con mayor orden del que había esperado, supuso que Wen Qing había intentado acomodar el desastre antes de partir. Sus ojos picaron y amenazaron con dejar salir lágrimas.

Se concentró nuevamente en el lugar, intentando ignorar la picazón. Notó que lo único que desencajaba en el lugar, eran los papeles con tinta y rayones esparcidos por el piso.

Se acercó a la entrada que conectaba con la otra parte de la cueva, en donde se encontraba el estanque de sangre (o agua), Huaisang no estaba seguro cuál de las dos era. Se acercó al lugar cubriendo su rostro con su ya conocido abanico, tratando de no respirar y llevar el desagradable olor a sus fosas nasales.

Revisó rápidamente el lugar, pasando por alto algunos puntos del área, buscando la matriz en la que había estado trabajando con su amigo en esos últimos meses. La encontró pronto y se acercó a ella, guardando su abanico en su cinturón con una de sus manos mientras que con la otra sacaba papel, tinta y un cuchillo.

Dejó los objetos en la orilla del estanque y dobló sus mangas, esperando que de esta manera su ropa no se manchara completamente. Con sus mangas dobladas, tomó el papel y la tinta entre sus dedos.

"Wei-xiong, si esto no resulta, juro que te traeré de entre los muertos para que lo arregles. Así tenga que jalarte de las orejas o sacrificar mi alma, te traeré de regreso" Amenazó a la nada, trazando varias líneas y curvas por el papel, deteniéndose de vez en cuando para rectificar que sus trazos estuvieran yendo bien y fueran correctos.

No supo en qué momento había comenzado a sincerarse en medio de todo aquel desastre. "Wei-xiong, si alguna vez vuelves, deberíamos de ir a tomar una jarra de Sonrisa del Emperador. Wangji-xiong también debería venir, quien sabe, tal vez termine teniendo otro sobrino" Se rio ante sus últimas palabras, a pesar de saber que era prácticamente imposible recibir una respuesta, continuó con sus palabras, procurando mantener sus lágrimas dentro de su organismo. "De hecho, si haces las paces con Jiang-xiong, podríamos ir los cuatro juntos y convertirnos en hermanos jurados. ¿Sabes? Mi sueño siempre fue ser su hermano jurado, siempre quise eso" Fue sumamente complicado mantener las gotas de agua salina al margen y a pesar de eso, continuó haciendo sus trazos.

"Wei-xiong, ¿en qué estabas pensando?" Finalmente, sus mejillas se vieron húmedas por la presencia de las gotas de agua, al mismo tiempo que la habitación se llenaba con sus sollozos e hipidos.

Una parte de él se sentía libre. Por fin era capaz de llorar abiertamente la muerte de su amigo, sin sentir ningún tipo de restricción por ello. Ya no estaba en el Reino Inmundo donde casi todos sus movimientos eran vigilados ni afuera en el pueblo, donde comenzarían a circular rumores entorno a él y su difunto amigo. "Wei-xiong, se supone que limpiaríamos tu nombre juntos y regresaríamos a los viejos tiempos. Tal vez con un nuevo integrante, pero estaríamos juntos de nuevo" Apartó las hojas en las que se encontraba trabajando para evitar manchar el papel con el agua salina que salía de sus ojos.

Comenzó a enumerar con tristeza viendo al techo de la cueva. "Veríamos a A-Yuan crecer, juraríamos hermandad, crearíamos talismanes, iríamos a pescar o simplemente veríamos las estrellas con una buena jarra de Sonrisa del Emperador, entonces, ¿en qué estabas pensando?" Se lamentaba muchas cosas que había hecho a lo largo de su corta vida, pero no haber hecho que su hermano lo escuchara desde el principio, es uno de sus mayores lamentos.