1 semana después.
Desde que había descendido de la montaña, de lo único de lo que se arrepentía enormemente era el hecho de que no pudo conocer a su sobrino, probablemente la única familia que le quedaba fuera de la montaña de la inmortal Baoshan Sanren, su maestra. Sin embargo, ahora tenía la oportunidad de honrar la memoria de su sobrino y aquel muchacho de blanco, Lan Wangji.
A sus ojos, era bastante agradable el simple hecho de encontrar a alguien que aún confiara y respetara a su joven sobrino, e incluso, le amara tanto como lo había demostrado el joven maestro de Lan; pero era una lástima que hayan tenido el final que obtuvieron. Triste y disperso. Amargamente amoroso.
Dejó de lado el hilo de pensamientos y se concentró nuevamente en lo que debía de hacer. Dirigirse a Yiling acompañado de Song Lan, en busca de las personas que mencionó el joven de blanco (la otra familia de su querido sobrino, le recordó una voz al fondo de su cerebro) y ayudarles a restablecerse en un lugar en el que no fueran perseguidos por llevar un apellido que no escogieron.
"Zichen, ya casi llegamos" Anunció al otro, solo para romper el silencio que se había formado y que le hacía dirigir sus pensamientos en una dirección peligrosa.
El de ropas negras asintió, sabiendo que su compañero necesitaba un respiro de su desordenado espiral de pensamientos, decidió que lo mejor era mantenerse en silencio y escuchar al otro con toda la atención posible.
Así se mantuvieron el resto del camino y, un par de horas después, ambas figuras fueron visibles para los desconfiados habitantes de Yiling, quienes se habían negado a aceptar de buena gana a cualquier cultivador, especialmente después de enterarse de la muerte de sus jóvenes maestros.
Ambos cultivadores errantes optaron por fingir que no habían notado el aire deprimente cambiando a uno hostil y molesto.
Xiao Xingchen, tan amable como siempre, se acercó a una de las vendedoras. "Disculpe" Llamó a la vendedora, quien acomodaba sus productos "¿Podría indicarme en dónde se encuentra la señorita Wen Yun?" Preguntó a la mujer, recordando que Lan Wangji le dijo que preguntara específicamente por ella al llegar a Yiling pues los habitantes sabrían así, que ellos no eran una amenaza en contra de las personas que les ayudaron durante tanto tiempo.
"Oh, ustedes deben ser los jóvenes maestros que mencionó el muchacho de blanco" Dijo un poco más animada y dejando la actitud distante atrás. "Síganme, los guiaré con Madam Wen".
El resto de pobladores notaron cómo la joven mujer guiaba al par de cultivadores, así que relajaron un poco su actitud; sin embargo no bajaron la guardia. Nunca más bajarían la guardia ante los cultivadores.
La mujer, que se presentó como Liu Meiling, los guió a través de las calles, llevándolos hacia una de las casas más alejadas del pueblo. Al llegar, Liu Meiling les dirigió una sonrisa triste y una mirada comprensiva antes de retirarse del lugar.
Los hombres le asintieron y se dirigieron a la entrada de la desgastada casa. Tratando de no crearse ningún tipo de expectativa. Ingresaron por el viejo y roido portón de madera negra.
"Doncella Wen" Saludaron ambos hombres a la vieja mujer sentada en una silla de madera igual de desgastada que el resto de la estructura.
"Oh, ustedes deben ser los jóvenes que mencionó Lan-gongzi" Dijo con una sonrisa que hizo que su rostro se arrugara aún más en una cálida sonrisa, levantándose de su lugar y caminando hacia ellos con pasos lentos y temblorosos. "Es un gusto poder conocerlos"
La mujer trató de hacer una reverencia, siendo detenida al instante por el cultivador de blanco.
"Madam Wen, nos gustaría saber cuántas personas hay" Solicitó tan formal como siempre el cultivador de negro.
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𝐓𝐨𝐠𝐞𝐭𝐡𝐞𝐫 ☽︎
FanfictionUna figura vestida de blanco se acerca rápidamente al pie de los Túmulos Funerarios, esperando no llamar la atención de personas no deseadas. Wen Ning ve la nostalgia en los ojos contrarios, confirmándole que podían confiarle las vidas de las perso...