Sin Tiempo A Decir Adiós

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Las personas nacían tras caer las semillas de diente de león, estás solían crecer dentro de una cápsula protegiéndose de cualquier mal exterior. Recibían la información básica y necesaria para poder convivir día a día.
La primera elección de su vida se daba cuando cumplían los 18 años, esto se debía a que para ese entonces ya estaban lo suficientemente informados sobre el "mundo exterior".

Eran llevados a las misteriosas puertas donde se situaban en una plataforma; solían ser tres personas las seleccionadas.
Habían cadenas y cruces que marcaban el lugar de dos de ellos, la tercera persona seria la que escogería.
Frente a ellos se encontraban un atril con dos botones, estos serían utilizados para eliminar a las personas elegidas.
Cuando los miembros tomaban su decisión, eran llevados a su nuevo hogar. La mayoría de personas elegían a un compañero, estos eran llevados juntos a la misma vivienda. Desde ese momento compartirían vida hasta el próximo ciclo.

Tenían un sueldo mensual con el cual debían apañarse para vivir, podían estudiar si así lo decidían aunque algunos elegían trabajar directamente.
Existían casos en los que no elegían a ningún sujeto de compañía, en esta situación simplemente no tendrías compañero, pero eso sí, tu sueldo era reducido y no podías vivir con alguien más hasta la próxima elección.

En cada ciclo los individuos eran seleccionados de manera aleatoria.

Antes de que comenzara la elección a ellos se los situaban en una habitación, estos solían hablar y conectar de manera inmediata, se atraían desde la primera vez que se veían, esta era una de las razones por las que no se les dificultaba elegir con quién compartir temporada.

Pero lo que muchos no saben, es que todo tenía su parte mala...

Todo tenía sus consecuencias y el grado de dolor podría variar por persona.