El Valle Xel

✨No habia mas magia✨

Parte I

En el corazón apenas palpitante de una tierra herida, después de escuchar aquel grito que llevaba consigo una profunda pena, finalmente logré ver a aquella mágica criatura, quien despertó con los pulmones hinchados de odio, todo el que fue vertido sobre mi, en una pregunta...
-quién eres ?!... (apenas podía creerlo, ahí estaba aquella criatura protagonista de todas las leyendas al rededor de las fogatas de mi infancia y hoy nuestra única esperanza)

haciendo de tripas corazón,me acerqué a el ... y respondí ...
-soy Itzamna, vengo de la aldea calakmul, se que eres el corazón del bosque y he venido a ti para pedirte un favor.

Te atreves a pedir más de mi, cuando me has quitado todo?!!!...

pero yo?... que podría haberte quitado yo?!!...-mírate pequeña; disfrazada con una piel que no es la tuya, nos rompiste los huesos para darte calor y después dejarnos en llamas sin importarte, te alimentaste de nuestra carne y has tomado hasta la última gota de nuestra sangre, contaminaste cada parte de nuestro cuerpo sin piedad , hasta que no pudimos encontrar forma de seguir cultivando  esta tierra. Vete y no vuelvas más.

-pero tú eres el único que puede salvar el valle kin, tú eres ese ser de inagotable magia del que tanto escuché, eres quien se conecta al sol, para reverdecer los valle, ayúdanos por favor!!!

-Te equívocas  yo siempre fui la unión entre dos seres, hoy Hunab Ku, salió a dar un paseo en forma de ciervo 🦌 al valle, para pensar cómo ayudarlos a reparar esto... y lo consiguió, ella lo sabía, tenía la respuesta, estaba tan feliz, yo podía sentir su emoción, su impaciencia por llegar a mi y contarme, podía escucharla galopar más rápido que nunca para volver, pero algo pasó, de repente sentí un estallido en el pecho que me dejo sin su latido, todo se quedó en silencio sin luz, ya no había más magia, ella se había ido, ella quería luchar por ustedes, tenia la magia necesaria para salvarnos, pero ahora vienes a mi, buscando respuestas, cuándo quien pudo habértelas dado , hoy calienta tu cuerpo, pero calidez a la humanidad una vez más jamás dará, llevas pegado a tu piel el último ser mágico que alimentaba al sol y a mi triste corazón.

Itzamna sintió un estruendo en las entrañas, no hubo ruido alguno, pero ella lo percibió como un trueno que le fracturó cada hueso, se heleo la sangre y le reventó el corazón de dolor, no pudo más y se convirtió en cenizas, y bajo todo ese polvo yacía resplandeciente  su corazón aún palpitante.