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maratón 3/3 • 🔞

Su ropa cayó lentamente. Luego de sus botas, la primer prenda en tocar el suelo fue su pantalón, seguido de su abrigo, y sus medias. Quedando con solo una remera y boxers.

—Acuéstate...—Obedeció sin quejas. Su espalda se posó sobre las sábanas, su cabeza se recostó suavemente en la almohada, y una de sus rodillas quedó levantada, mientras que la otra pierna se estiró en lo largo de la cama.

Chris le observó por varios segundos, desde sus pies hasta su bonito rostro. Cada detalle, cada mínima característica de su cuerpo.

Y así, notó que su piel era lechosa, sus piernas firmes y musculosas, su rostro delicado y angelical. Y su aura fría pero llegando a ser cómoda.

Para Chris era totalmente hermoso, no había nada malo en él, incluso sus imperfecciones lo hacían más perfecto.

—¿Qué sucede...?—Preguntó inseguro.

—Eres hermoso—No vio a Minho cuando se sonrojó.

—Eso ya lo sé—El mayor sonrió divertido.

—¿Lo sabes?—Volteó a verle a la par que comenzaba a quitarse la remera.

—Claro que sí, soy muy lindo—Frunció el ceño. El pelinegro rió y asintió.

—Precioso—Le corrigió.—Pareces un príncipe—Lee le miró por un segundo a la par que pestañeaba varias veces seguidas.

—Cállate—Desvió la mirada. El mayor sonrió de lado y decidió comenzar. Le tomó de las piernas y las separó para colarse entre ellas.

—¿Ya te bañaste?—Apoyó sus manos a los lados de Minho y se inclinó.

Había pasado casi una hora desde que habían llegado al motel. En ese tiempo estuvieron conversando y conociéndose más.
Minho decidió darse una ducha para estar preparado mientras que Chris fue en busca de comida; por pedido del pelinaranja. Porque según él, luego de acción le daba hambre.

—Si—Le miró a los ojos observando como de a poco el de hoyuelos se acercaba más y más a su rostro.

—Bien...—El corazón de Lee se aceleró rápidamente cuando sus labios estuvieron a milímetros de tocarse. Pero el mayor bajó a su cuello y comenzó a dar húmedos besos en el.

Su boca se abrió en sorpresa y dejó escapar un gemido.

—Hm~—Cerró sus ojitos.

—Eres tan suave...—Coló su mano dentro de la remera para tocarle esos; no del todo marcados, abdominales.

—Hyung...—Soltó un suspiro.

Los toques y besos fueron siendo cada vez más constantes y húmedos. El calor en el rostro y cuerpo de Minho subía más con el pasar de los minutos.

Cuando Chris pasó su lengua sin descaro ni piedad por todo su cuello, fue cuando comenzó a removerse bajo él.

—Hy-Hyung, no vaya a dejar marcas—Le recordó cuando sintió esos gruesos labios presionar la piel de su clavícula.

—No prometo nada—Minho frunció el ceño.

—No te lo perdonaré si lo haces—Le advirtió. Chris se alejó para verle.

—Eso solo me hace querer hacerlo—Sonrió divertido.

—¡Lo haces y Ahh~!—Se vio interrumpido gracias a una mano apretando su hombría por arriba del bóxer.

Bang rió entretenido y dio varios apretones continuamente, viendo como Minho arqueaba su espalda y apretaba las sábanas entre sus dedos.

—¿Te gusta?—Se sorprendió cuando recibió un asentimiento con la cabeza.—¿Quieres que te quite este molesto boxer?—Jugo con el elástico hasta que el pelinaranja volvió a asentir.

thrill《Chanho》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora