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por las cálidas calles de londres, se hallaba un jóven de cabellos rizados color negro azabache manejando su automóvil. el jóven de veintiocho años poseía rizos capaces de hipnotizar a cualquier persona.
la calle por la que transitaba era un poco ancha, y la acera derecha estaba llena de árboles que contaban con muchas flores de colores brillante, todo gracias al verano.
brian se mudó a londres cuando consiguió el empleo de publicista en una de las revistas mas importantes de toda inglaterra; news of the world.
llevaba muchos intentos fallidos de buscar alojo, y se podía decir que ya había recorrido casi toda la ciudad. apartó unos mechones de cabello de su cara y empezó a hojear el mapa que descansaba en el puesto del copiloto.
como el mapa estaba doblado se dispuso a abrirlo, prestandole menos atención al auto. miró el camino una vez más y volvió a bajar la vista para saber cual calle debía tomar. cuando estuvo informado, dejó el mapa en el asiento, y cuando volvió a centrar su vista en el camino tuvo que frenar de golpe, gracias a una adolescente en patines que se había atravesado.
brian paró sintiendo el corazón en la garganta, en cambio la chica ni siquiera se inmutó, bajó sus lentes de sol, observó a brian y siguió patinando como si nada, esta vez para dirigirse a la entrada de una de las mansiones mas grande de toda esa lujosa calle.
el ruloso observó la fachada de esa gran casa, "se renta departamento" leyó en un cartel que descansaba en una de los arbustos artificiales que adornaban la fachada.
decidió bajarse a preguntar, al fin y al cabo no perdía nada haciendolo.
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—soy nuevo en la ciudad —habló brian, mientras atravesaba el jardín de la lujosa casa junto a la propietaria, daniela taylor.
—¿pero trabajará en casa? —preguntó la mujer y brian asintió.
—necesito paz y tranquilidad —admitió riendo al mismo tiempo que metía sus manos en los bolsillos de su pantalón.
—por mi maravilloso, yo me paso mucho tiempo en la corte y mi esposo pasa mas tiempo en aeropuertos que en casa, por eso nos sentiremos mejor teniendo a alguien cerca —expresó daniela mientras paraba su caminar.
brian observó el departamento que tenía al frente, por fuera se veía espacioso, era de color crema, de dos pisos y rodeada de flores. el piso de abajo era mas como un garaje, por lo que tenía una escalera para llegar a la puerta principal que se encontraba en el segundo piso. poseía muchas ventanas, lo que era bueno, a brian le encantaba la luz natural.
