Capítulo 1; Ausencia

156 15 5
                                    

𓄿

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𓄿

En cuanto tu cuerpo se enfrió, me encargué de anunciarles a los demás. Obviamente lo hice entre hipidos y lágrimas, ni siquiera podía comunicarles claramente lo que acababa de sucedes, pero por obvias razones lograron comprender el motivo de mi llanto.

Estaba ahí, vestido de negro como solemos hacerlo en los funerales, toda la Agencia estaba presente, incluso Mushitarou me acompañó, todos lamentaban tu perecimiento, todos estaban prendiendo sus inciensos y rezando porque pudieras ir al más allá en paz.

El esperar que incineraran tu cuerpo fueron las peores dos horas de mi vida, me dijeron que podía irme mientras incineraban tu cuerpo, pero me vi totalmente incapaz de alejarme de ahí, y estuve esperando junto con Oguri ahí hasta que nos dijeron que ya podía ir a recoger tus huesos, al ser extranjero me explicaron la manera correcta de recoger tus huesos.

Estaba totalmente dispuesto a hacerlo, pero en cuanto vi tus huesos frente a mí, me quedé inmóvil por muchísimo tiempo, podría jurar que me quede al menos treinta minutos, cuando entré en cuenta del tiempo que llevaba ahí comencé a temblar sintiendo ese nudo en la garganta.

- No tienes que hacerlo.- me dijo una voz a mis espaldas, era el líder de la Agencia Armada de Detectives; Fukuzawa Yukichi.- No puedo decirte que sé cómo te sientes, pero sé que todo te recuerda a él y si te ves incapaz de hacerlo, puedo encargarme yo.- dijo manteniendo su semblante serio y poniendo su mano sobre mi hombro, tratando de consolarme.

Yo solo pude asentir con mi cabeza y salir de ahí lo más pronto posible. No podía seguir ahí, el simple hecho de que ya no estás conmigo me aterra. Quería estar contigo. Nuevamente esperé junto a Mushitarou y Karl a que el señor Fukuzawa terminara.

A los veinte minutos volvió con tus huesos dentro de una urna.

- ¿Crees poder llevarlo hasta su tumba?- cuestionó pasándome la urna.

- Sí, creo que puedo hacerlo.- le respondí con voz temblorosa tomando la urna y aferrándome a ella para no dejarla caer por el constante temblar en mi cuerpo.

La agencia y yo emprendimos el camino hacia el cementerio donde estaría tu tumba.

Sabía que tu familia estaba a las afueras de Yokohama, pero la agencia y yo estábamos casi seguros de que querrías permanecer aquí, ya que aquí lograste continuar con tu vida después de que perdieras a tus padres.

Llegamos a tu tumba, dejamos flores, inciensos y también dejamos dulces e incluso el pelirrojo de la agencia; Tanizaki Junnichirou, se molestó en preparar unos mochis de chocolate para ti, parte de la agencia se quedó solo unos minutos, la otra parte se quedaron unas horas, y el señor Fukuzawa, Mushitarou y yo nos quedamos casi todo el día.

- Señor Fukuzawa, no creo poder serle de utilidad, al menos no hasta que logre superar esto...- le comenté directamente.

- Puedes tomar el tiempo que desees, la Agencia Armada de Detectives estará esperando tu regreso.- dijo dándome una palmada en la espalda, para después levantarse y dirigirse a la agencia. Dejándonos solos a Oguri, Karl y a mi.

- Has estado muy callado Oguri...- comenté tratando de matar el silencio, aunque por un momento siguió hasta que el chico de traje a mi lado inhaló y exhaló pesadamente.

- No tengo nada que comentar... Además tú tampoco has hablado mucho.- me respondió de vuelta.

- ¿Lo extrañas?- volví a preguntar y lo mismo sucedió.

- Por supuesto que lo extraño, fue un digno oponente contra mi habilidad y me ayudó a superar mi culpa respecto a lo que le hice a Yokomizo...- volvió a responderme con una mano en su pecho.

Nos quedamos unas horas más, pero Karl y Mushitarou ya estaban cansándose, se notaba en sus ojos, además se hacía más tarde.

- Mushitarou, lleva a Karl a la mansión. Vayan a descansar ambos.- dije pasándole al mapache a sus brazos.

- ¿Qué hay de ti?- cuestionó preocupado, aceptando al mapache en sus brazos.

Me quedé callado un momento.

- Yo estaré bien, volveré en unas horas.- le dije honestamente.

Él con una mirada que demostraba preocupación e inseguridad se dirigió a la mansión a descansar.

- Oh mi querido... Mi querido Ranpo, m-mi amado Ranpo...- exclamé mientras mi frente fue directo al suelo frente a la lápida de piedra, en un intento fallido de aligerar esa enorme carga de mi pecho.- Lamento... L-Lamento mucho no haber podido ayudarte... Perdóname por favor... Lo siento... Lo siento... Lo siento muchísimo, ¿Qué voy a hacer sin ti? ¿Q-Quién resolverá mis novelas de misterio? ¿Quién podrá resolverlas en menos de una hora? ¿P-Por qué? ¿Por qué? ¡Por favor vuelve!- exclamaba yo entre lágrimas, sollozos y una profunda tristeza que no podía saciar con solo derramar lágrimas y gritar a todo pulmón.

Seguí llorando por horas, hasta que finalmente logré calmarme, en ningún momento despegué mi frente del suelo y en cuanto levanté mi rostro, pude ver que el sol ya estaba saliendo y el viento mañanero se hacía presente, golpeando mi rostro y quitando los cabellos de mis ojos, quedé contemplando el bello amanecer por unos momentos.

Finalmente me levanté y me dirigí a mi mansión, entré y me recargué sobre la puerta para después deslizarme en esta y quedar sentado en el suelo, la mansión se sentía vacía, fría, solitaria.

Aun teniendo la compañía de Karl y Mushitarou y teniendo el apoyo de la Agencia Armada de Detectives y muy probablemente el apoyo de The Guild, sobre todo el de Louisa y el señor Francis...

¿Cómo voy a poder sobrepasar esto...?

𓄿


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 28, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Karasu | カラス | RanPoe | BSD | Marion_AvilleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora