Capitulo 1

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El fin de semana había pasado demasiado rápido para su gusto, el día viernes después de la fiesta en el Desire y de aquella intensa noche, tenía planeado descansar todo ese día, sin embargo, la llamada que le había llegado esa mañana en el hotel había sido de su entrenador, al parecer todos sabían de la reunión que tendrían ese día incluso el, pero fue el único que nunca supo que la hora había sido cambiada para más temprano. Como era de esperarse llego tarde, además de llevarse un regaño la reunión también se alargó más del debido, les había llegado la noticia que los Ulsan Hyundai no iban a poder presentarse en la fecha acordada y tendrían que organizarse para una nueva, a final de ese mes.

No se tomó la noticia tan bien, nadie en realidad lo hizo, todos estaban ilusionados con ese partido donde esperaban la propuesta que organizaría su futuro. Después llego el sábado, donde su entrenador les recordó desde temprano la celebración que había organizado en su casa, ya que quería aprovechar de que esta estaría sola y podían divertirse sin problemas, nadie quería ir, pero tampoco se atrevían a negarle algo a su entrenador.  

Cuando llego la hora de la supuesta fiesta, como era de esperarse solo eran los miembros del equipo y uno que otro amigo de su entrenador, ninguna chica o chico ardiente con el cual divertirse, solo les quedo beber toda la noche y hablar, fue divertido en cierto punto, pero más que una fiesta fue como una pequeña reunión entre ellos, y la mejor parte de la noche fue cuando su entrenador se emborracho y comenzó a hablar de lo rebelde que estaban su esposa con su hijo, alegando lo solo que lo habían dejado ese fin de semana porque al parecer, se fueron de viaje sin él.  

El domingo no tenía nada planteado, ninguna reunión, ninguna fiesta y ningún compromiso que lo haga salir de su casa ese día, pero su ilusión de descansar se fue cuando sus padres llegaron de sorpresa a visitarlo, una linda sorpresa que hubiera deseado no tenerla. Sin embargo, aprovecho ese día para pasar tiempo con ellos y aguantarse los regaños de su madre por tener la casa tan desordenada. La chica que generalmente le ordenaba la casa no iba los fines de semana y él no había estado en casa para ordenarla tampoco, pero su madre no quiso escuchar su excusa y lo obligo a ordenar con su padre mientras ella cocinaba. A pesar de que hubiera preferido descansar ese día y no tener visitas inesperadas, amaba que sus padres lo visitaran, se sentía más acompañado y lleno cuando estaba con ellos, pero amaba aún mas que le avisaran cuando lo hicieran.  

- ¡Eh! ¡Jimin! -llamo Hoseok al castaño mientras se acercaba, se encontraban entrenando a primera hora de la mañana del lunes como era costumbre- ¿Estas bien? Te veo algo distraído -cuando llego a su lado sentado en el pasto.

-Estoy cansado, no pude descansar mucho el fin de semana.

- ¿A si? Yo descanse todo el domingo, mi novio fue a verme y nos la pasamos comiendo mientras veíamos películas -respondió tomando agua de la botella que tenía el contrario.

Jimin le iba a contestar hasta que alguien a lo lejos le llamo la atención, en las gradas, justo en la primera fila se encontraba un chico pelinegro sentado viéndolos entrenar con los bazos cruzados, se veía algo molesto, o quizás aburrido, no podía verlo muy bien a esa distancia. Pero de alguna forma su silueta le resultaba conocida.

- ¿Me estas escuchando? -la voz de su amigo hizo que por fin quitara la vista del chico- Te decía que fuéramos a entrenar, si Jicheol nos ve aquí sentados nos matara –dijo mientras se levantaba dándole un leve golpe en el brazo a Jimin alentándolo a levantarse también, lo cual hizo.

- ¿Conoces al chico de allá? -pregunto apuntando al pelinegro a lo lejos.

-Ni idea, pero no es primera vez que lo veo allí -contesto antes de encaminarse al entrenamiento donde estaban los demás, pero Jimin lo detuvo tomando su brazo.

Gol en el arco incorrecto [Jikook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora