¿Cuánto tiempo había pasado? Como máximo calculaba una hora, lo bueno es que aún era temprano y de vez en cuando dejaba de llover, por lo que aprovechaba para caminar algunas cuadras. Estaba intentado volver a la florería, esperando que esta estuviera abierta y así pedir el teléfono para llamar a Toge y que la fueran a buscar.
Aunque pensar en que tenía que explicarles porque no estaba con Yuuta le daba vergüenza, no tenía otra opción.
Llegó a la avenida que reconocía, definitivamente esa era la correcta, donde suponía estaría la florería, camino hacia donde creía era. Realmente no había gente por las calles, excepto una que otra persona que la miraban de reojo extrañados por verla sin un paraguas y totalmente empapada, ya no sentía la punta de sus dedos por lo helada que estaba y su cola de caballo ya estaba prácticamente desarmada, a parte tenía un ligero temblor de los pies a la cabeza.
Para su suerte su orientación no estaba tan mal y visualizo la tienda a unos metros de ella, pero no solo la tienda, la cual estaba cerrada, sino que también estaba su amigo con un paraguas negro sobre él.
Detuvo sus pasos no muy lejos de Yuuta, quien estaba mirando a la dirección opuesta a ella, parecía buscar a alguien. No tardó mucho en notar la presencia de Maki.
—¡Maki-san! —gritó el chico acercándose a ella, quien llevaba la bufanda que le prestó en su mano derecha, mientras que con la otra tenía encima de su cabeza la chaqueta. Hizo ademan de darle un abrazó, pero solo basto que ella alzara la mirada para detenerse.
Maki estaba molesta.
Pero Yuuta no se alejó, sino que dejo el paraguas sobre ellos dos. La observó de reojo, notando como su amiga tiritaba a causa del frio y las gotas de agua rodaban por su cara, sus cejas estaban bastante fruncidas y su boca era una línea recta. ¿Cómo había sido tan desconsiderado de dejarla ahí? Sintió una punzada incomoda en su pecho.
—Lo sien...
—¿Podemos irnos? —interrumpió Maki sin mirarle.
—Está bien—aceptó él apenado.
Caminaron en silencio y lo más alejado posible del otro, y realmente no era mucha la distancia, pero Yuuta sentía a Maki tan lejos de él que le dolía. ¿Ella lo odiaba? La había tratado mal y dicho cosas que no tendría que haber dicho, porque ni siquiera él pensaba esas cosas. Se mordió el labio inferior, frustrado por no saber que hacer, sentía que si hablaba sería para peor.
Esta vez volvieron en autobús, así Maki podría ir de pie y no tendría que mojar los asientos. En unos quince minutos estuvieron frente a la cafetería, ella se quedó afuera mientras Yuuta iba a hablar con Gojo e Inumaki.
Al salir los tres, el mayor no ocultó la risa.
—¿Takana? —habló preocupado Toge, notando que su amiga estaba molesta.
—Sí, sí, ¿podemos irnos?
—Bien, vamos—aceptó Gojo comenzando a caminar con su paraguas desplegado. Yuuta decidió caminar con su sensei, para darle espacio a Maki.
—Oh, gracias—aceptó Maki lo que Toge le tendía, que era una bolsa de la cafetería. La abrió y dentro venía una pequeña caja de cartón, donde tenía escrito: tiramisú. Maki sonrió y le dio un golpecito suave al hombro de su amigo, Toge le sonrió.
Antes de partir Gojo le compro ropa a Maki para que no se fuera con la ropa mojada. El viaje de regresó fue mayormente en silencio.
Llegaron un poco tarde a la escuela, la chica guardo el pastel en el refrigerador, para luego dirigirse a su habitación a darse una ducha. Se tomó su tiempo en la ducha, realmente se sentía fatal, el frío no se le pasaba, aunque el agua estaba bastante caliente, la garganta le estaba molestando y estaba segura que comenzaba a tener fiebre. Al salir de la ducha se vistió con su pijama, secó su cabello con el secador, se puso sus pantuflas y salió de la habitación. Caminó con lentitud por los pasillos de la escuela, llegando al lugar que deseaba, tocó la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Flores |♡| YuuMaki
FanfictionDespués de la batalla del 24 de diciembre, Yuuta decide ir a Miyagi, pero no ira solo, sino que sus amigos lo acompañaran.