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Dos pequeñitos se encontraban caminando por el patio mientras hablaban de cualquier cosa, bueno, en este caso, solamente el pecoso hablaba y el otro lo escuchaba atentamente.

— No sé como se aguantan a la de Artes Visuales, además dicen que es linda y cuerpo re lindo. ¡Es una tonta! —así estuvo el pecoso como unos 5 minutos más hasta que tocó el timbre para volver a las aulas.

— ¿Quiénes dicen eso?

— Kuroo, Nishinoya y Tanaka.

El de lentes ya se imaginó esa respuesta, por lo que solo se quedó callado mientras que con sumo cuidado, pasaba su mano por alrededor de los hombros del pequeño a su lado.

— ¿Tsu- —no lo dejó terminar ya que emitió un sonido en forma de que se callara, sonrió y así fueron juntos hasta el aula, algunos decían que parecían novios, otros solo pasaban de larga y así seguía su día a día.

Tsukishima deseaba con todo su alma que ese "¡Uy, los novios!" fuese realidad, sin embargo, pensó que solamente era un desliz o un capricho que pronto se le irá a pasar y que después se enamoraría de una chica con buen futuro y digna para él, pero nadie adivina el futuro, entonces, veamos que pasa.

En cambio, Yamaguchi tenía todo un lío en su cabeza, sentía una pequeña atracción por Tsukishima, pero no estaba seguro, no tenía claro sus sentimientos, él aún era un pequeño niño chiquito que deseaba ser cuidado por su mayor con lentes, él le hacía feliz, aunque no lo demuestre, lo quiere muchísimo y sabe que algún día Tsuki lo va a querer de la misma forma.

...

— ¡Atención niños! es hora libre, su profesora de Biología faltó hoy, hagan lo que se les de la gana, no rompan nada. —dicho eso y con mala cara, se fue.

— ¡TsukiYama! Saquemonos fotos.

— ¿T-TsukiYama? ¿Qué es eso? —con un leve sonrojo y algo notorio para los chicos se atrevió a preguntar, no sabía que significaba esa palabra. ¡Y mucho menos quería fotos!

— Es un ship que les pusieron, es tu nombre combinado con el cuatro ojos acá.

— Cuatro ojos tu abuela, vos me respetas, soy mayor. —sonrió con orgullo al ver que el contrario se quedó callado— mejor déjame de molestar y andate con tu noviecito peliteñido que anda solo, dale.

— A Kenma lo respetas también porque no es ningún peliteñi- —justo lo llamó Kenma para su mala suerte— ¡Ahí voy, chiquitín!

A lo lejos se pudo notar un avergonzado chico por el apodo tan estúpido que le había puesto su mejor amigo, pero así le quiere.

En el resto de la hora, se sacaron varias fotos, unas haciendo poses, Yamaguchi con los lentes del contrario mientras imitaba su cara, Tsukishima mojando un mechón de pelo para que se le quede parado como la antenita de su pequeño, imitandolo, y así siguió el día.

Ya al terminar las clases se preparon y caminaron juntos hacía sus casas, solamente había algo malo, Yamaguchi.

El rubio hacía notado a su amigo un tanto decaído, como si no tuviera ni fuerzas para hacer nada últimamente y eso le había preocupado muchísimo, pero no se atrevía a preguntar por miedo a meter la para y cagarla.

— Tsuki, puedo quedarme en tu casa a dormir? Es que tuve una fuerte pelea con mi familia y últimamente no me siento bien.

Eso era bastante raro ya que nunca se habían presentado problemas con ellos, la familia del pecoso era bastante unida. Entonces se atrevió a hablar.

— Espero se arreglen pronto, ustedes son muy unidos y sé que va a pasar.

Ya habían llegado a la casa del rubio, se saludaron y se fueron a la habitación a cambiarse. Una vez entraron, Yamaguchi pudo apreciar nuevamente el maravilloso y gran cuarto que portaba el otro; tenía pósters y stickers de dinosaurios, una lámpara de dinosaurios, era bastante precioso y tierno la admiración que le tenía el rubio hacía ellos.

Ahora cuando todos acabaron de terminar de comer, empezaron a jugar al Twister. El de lentes se quejaba que a cada rato el mayor se caía sobre él, Akiteru trataba de no caerse arriba de ellos, pero le era casi imposible y por último, la mamá, ella empujaba a sus hijos para que ella y Yamaguchi ganaran, así siguieron hasta que cayó la noche.

Los dos mayores de ese lugar subieron a sus respectivas habitaciones dejando a los menores en la planta baja de la casa, todos estaban agotados menos ellos, aún les quedaba energía.

— Tsuuuuki, ¿cuál es tu postre favorito?

— La torta de frutilla, también me hace acordar muchísimo a vos. —se encogió tratando de restarle importancia a lo que acababa de decir, pero no engaña a nadie, estaba rojo al igual que el menor a su lado— ¿El tuyo?

— Hm... sí, el mío, claro. No tengo. — mentía, aunque realmente no sea postre, se comía las sobras de papas fritas que dejaba Tsukishima y él se las terminaba— ¿Sabés algo? Sé cocinar, si quieres algún día puedo hacerte una, mi mamá me ha ayudado.

El rubio hizo una pequeña afirmación y le sonrió un poco, ambos se sonrojaron y se sentaron en el sillón para ver una película de dinosaurios. Yamaguchi se acercó a su amigo con una pequeña manta verde y se acostó tapándose junto al contrario, se apegó a él y apoyó su cabeza en su hombro para tener algo de comodidad, para al fin mirar la película o dormirse.

strawberry ;; tsukiyama.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora