𝙨𝙖𝙨𝙪𝙣𝙖𝙧𝙪 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨

No vale la pena

Honestamente, Sasuke estaba realmente enojado. Naruto, por alguna razón, lo había estado evitando recientemente y no tenía idea de por qué. Bueno, tenía una corazonada, pero todavía no estaba 100% seguro.

Había visto a Naruto escabullirse con Hinata en múltiples ocasiones. Siempre que Sasuke los confrontaba, se ponían nerviosos e inquietos. Estaba convencido de que el rubio lo estaba engañando. Naruto no parecía el tipo de persona que hacía eso y en el fondo Sasuke probablemente lo sabía, pero estaba furioso y no podía escuchar la razón, incluso si era de su propia cabeza.

Entonces, ¿qué hizo? Al principio nada, simplemente los vigiló de cerca. Cuanto más los miraba, más se convencía de que Naruto lo estaba engañando.

-Naruto, no creo que sea una buena idea. ¿Estás seguro de que deberíamos estar haciendo esto?- Hinata preguntó nerviosamente, jugando con sus manos por costumbre. Tenía el pequeño hábito desde que era niña, era una persona naturalmente asustadiza. -¡Solo que si nos atrapan..!-

-No, no, Hinata, ¡está bien! ¡Podemos lograrlo!- Dijo Naruto, dándole una sonrisa brillante. -Además, Sasuke no lo sabrá, créeme-

-¿No sabré qué?- preguntó Sasuke con severidad, doblando la esquina justo a tiempo para escuchar lo que dijo Naruto.

-Uh..-Naruto se calló, mirando a Hinata en busca de ayuda.

Sus ojos buscaron a su alrededor y presa del pánico dijo, -¡Los antojos de queso de Naruto!- Ambos machos se congelaron antes de mirarla. Ella se encogió bajo sus miradas, mirando al suelo.

Naruto, siendo el "pensador rápido" que era, decidió aceptarlo. Después de todo, no tenía mejores ideas. -¡Uh-sí! Verás, Sasuke, no pensé que gastarías dinero en queso solo para...satisfacer mis antojos así que...¿le pregunté a Hinata?- No estaba destinado a ser formulado como una pregunta y el rubio tuvo que resistirse a encogerse una vez que se dió cuenta.

-Sí...- Hinata asintió en voz baja.

-Uhuh- dijo Sasuke lentamente, asintiendo con la cabeza nunca tan levemente. No creía nada de la mierda que acababa de salir de sus bocas, pero decidió dejarlo pasar por ahora.

Hubo muchas otras veces en que Sasuke los había atrapado, pero había decidido espiar. Por lo general, nunca duraba lo suficiente para escuchar toda la conversación porque se enojaba y se alejaba por despecho.

Siempre volvía a casa y tiraba un par de almohadas antes de sentarse. La mayoría de las noches, Naruto no llegaba a casa hasta tarde, bien temprano, por lo general volvía alrededor de la una o las dos de la mañana. Fue exasperante. El chico de ojos azules se había vuelto distante y Sasuke sabía exactamente por qué.

En este punto, después de atraparlos varias veces, finalmente quiso hacer algo al respecto. Por supuesto, tenía en mente que no era la mejor o la única opción, pero estaba enojado y quería vengarse de Naruto.