Hace ya un año desde que Fuutarou es el tutor de cinco hermanas: Ichika, Nino, Miku, Yotsuba e Itsuki, cuyas condiciones genéticas especiales es que son unas desastrosas... ¡¡¡quintillizas!!!
Fuutarou no tiene ojos para el amor, pues no le interes...
—Vamosamor, despierta, es la hora de nuestra boda... —Una bella fémina de cabello castaño, el cual estaba recogido en un precioso recogido perfectamente maniobrado, susurró en mi oído.
Ah... Sí... Mi futura esposa...
—¿Hm? Uh, ah... Na-nakan... —La bella muchacha puso su dedo índice en mis labios, callando mis quejidos. Debía de verme como un feo monstruo, lleno de baba por la comisura de mis labios y con tremendas ojeras que, si no fuera porque esto es la vida real, ya me llegarían exageradamente por los talones. Mi novia sonrió, dejando escapar una dulce risa que erizó mi piel.
—Uesugi, llámame por mi nombre, cielo... —Esos bellos ojos... Me habían robado sin piedad mi corazón... Por el amor de dios, mi novia era más hermosa que una geisha... Suspiré por un momento, y de repente, mi corazón se detuvo, helando mi sangre.
¿Cómo se llamaba mi futura esposa...?
—Baaaka*, aún me sigues confundiendo con mis hermanas, ¿me equivoco? —Rió, pacientemente. Me sonrojé, inundando mis mejillas de un color rojo carmesí. Traté nerviosamente de disculparme, pero mi novia negó—. No te preocupes, yosoy...
—¡AH! ¿Qué...? Argh, maldición, ese maldito sueño otra vez... Es extraño, me pasa desde hace un mes... —Suspiré, aturdido. Últimamente ese sueño donde me despertaba para casarme con mi futura novia se repetía una y otra vez, pero no conseguía descifrar aún quién era... ¿Tendré que volver a leer la ley de los gases perfectos para descifrar quién es? ¿O será que tengo que descubrir el coseno de cierta ecuación para saber cómo se llama? ¿Tendrá que ver con la fórmula de e=mc²? O...
—¡¡¡UUUEEESUUUGIII-SAN!!!~ —Oh no, reconocería esa voz chillona en cualquier parte...
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—¡Por el amor de Dios, Yotsuba, no seas tan escandalosa en tu propia casa, aún son las ocho de la mañana! Ichika seguramente seguirá durmiendo y Nino te perseguirá por la casa con una sartén... —Yotsuba se rascó la nuca, algo avergonzada. Ella siempre tan ruidosa...
—Gommeeen* Uesugi-san, ¡es que, me he despertado con muchos energía! Me iría a correr treinta kilómetros ahora mismo, ¡espera, me pongo los zapatos, estoy de vuelta en una hora y media! —Dijo Yotsuba, hiperactiva. Fuutarou agarró su muñeca y, algo molesto, gruñó por lo bajo.
—Tonta, ¡ayer dijiste que estudiarías conmigo por la mañana! Veo que tienes una memoria absurda... ¡Con razón nunca apruebas ningún examen! Un cerebro de pacotilla, nunca mejor dicho —Exclamé, soltándole de sopetón una pequeña bronca. Yotsuba pareció perder algo de brillo en sus ojos. Quizás me pasé un poco con ella...
