Hace ya un año desde que Fuutarou es el tutor de cinco hermanas: Ichika, Nino, Miku, Yotsuba e Itsuki, cuyas condiciones genéticas especiales es que son unas desastrosas... ¡¡¡quintillizas!!!
Fuutarou no tiene ojos para el amor, pues no le interes...
Las chicas volvieron de sus divertidas tardes. Fuutarou y yo nos miramos y fuimos a recibirlas a la entrada. Nino ya no seguía llorando y todas parecían muy animadas. ¡Jo, quisiera haber ido con ellas a buscar más listones para el cabello! Pero bueno, no cambio el rato a solas que he pasado con Uesugi-san...
-Yotsuba, ¿estudiaste con Fuutarou-kun...? -Preguntó Miku, con su voz tan suave y dulce como siempre.
-Hai!* Ya entendí las razones trigonométricas, ¡ahora entiendo que seno al cuadrado mas coseno al cuadrado es igual a cero!
-A uno, Yotsuba, a uno. Es igual a uuuno -Resopló Uesugi-san, observando a mis demás hermanas-. Y vosotras, ángeles desastrosas, más os vale que os sentéis mañana conmigo a estudiar el Japón del siglo XII si no queréis reprobar, ¡y os obligaré, de ser necesario! -Uesugi-san estaba algo estresado. Quisiera simplemente buscar alguna manera de relajarlo con todo esto de que sea nuestro tutor... Piensa Yotsuba, piensa...
NARRA FUUTAROU🍭:
-¿Ahhh? ¡Encima nos obligas a estudiar! ¡Pero quién te crees que eres, Fuu-kun! -Nino y yo en el fondo nos llevábamos bien. Bueno, a ratos, pues su ego y el mío chocaban como dos samuráis armados, uniendo también nuestro mal carácter.
-Recuerdo que tu papaíto ricachón puede castigarte sin salir con tus amigas al centro comercial a mirar esas taaan brillantes pulseras y collares de bisutería que taaanto amas~ -La chantajeé sin compaaión, y al parecer tuve éxito, pues se mostró dolida. Y no lo digo yo, lo dicen sus pucheros monumentales.
-¡¡¡Argh, siempre sacándome de quicio, Fuu-kun!!!
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-Fácilmente manipulable, sí señor -Susurré orgullosamente.
Las chicas se sentaron en el sofá, quedando de tal manera que Ichika estaba tumbada en las livianas piernas de Yotsuba. Posiblemente estuviera cansada de rodar, hace poco la llamaron para grabar una película muy importante y se levanta muy temprano por ganar dinero para sus hermanas... Nino estaba pendiente a su teléfono, como si su mundo dependiera de ello. Miku tenía las piernas subidas al sofá, abrazándose y haciéndose ''bolita'', como a mí me gusta llamarlo, e Itsuki estaba sentada formalmente, posiblemente esperando algunas palabras de mi parte para romper el hielo.
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