🚨ATENCIÓN🚨
Está historia NO ES MÍA.
✅Autora Original es: @Nataliazopa.
✅La historia Original se llama:
Solo Un Juguete Sexual
✅Todos los derechos de la historia son de ella yo solo la adaptaré al Mewgulf.
✅Tengo permiso de la autora, para hacer l...
Esto no estaba siendo fácil, nada fácil, me dolía la cadera, la espalda y del vientre mejor ni hablamos.
Arthit estaba a mi lado a la hora de ponerme la bata del hospital, ya todos los que estaban presentes en casaa cuando yo rompí fuente, esperaban en la sala del hospital.
Me recostaron en una cama con unos soportes especiales, me pidieron que subiera los pies en ellos y así lo hice; llegó un doctor y junto con la enfermera que ya estaba en la habitación comenzaron revisarme.
-Veamos -dijo sentándose entre mis piernas, algo!realmente incómodo incluso para Arthit. -Estás dilatando perfectamente bien, tus contracciones son rápidas y no tardarán en llegar las más fuertes, tu bebé nacerá en unos momentos; pero necesitamos hacer un ultrasonido primero -descubrió mi panza un momento para poner un gel frio y un aparato para el ultrasonido, la pantalla solo la veía él y eso era magnífico; aunque me quedaré con el bebé quiero que su apariencia sea sopresa hasta que nazca.
-Supongo que es sopresa - me miró de reojo y yo asentí moviendo la cabeza -que bien.. Es una sorpresa grande.
Okey con eso me lo dijo todo, no se cómo sea mi bebé o si este bien pero lo único que quiero es tenerlo conmigo, a fin de cuentas, ya no estoy sola.
Creo que la peor parte ahora ya había terminado, pero apenas comencé a sentir la contracciones mucho más fuertes, el medico llegó y puso todo en posición, incluyendo a Arthit quien estaba tan asustado que no sabía ni dónde ponerse.
ARTHIT
Hay mucho ruido, el médico le decía a Hansa que pujara todo lo que pidiera, ella lo hacía sin discutir con él y las enfermeras le daban apoyo verbal y se aseguraban de que todo estubiera bien con ella,.miéntras yo solo podía darle frases de apoyo y sujetar fuertemente su mano; dando unos que otro beso en la misma, la cuál ella apretaba con una fuerza que jamás había visto en ella.
Entre todo el ruido se pudo escuchar el que en todos estos minutos había esperado, el.ruido del lloriqueo de un bebé.
El doctor tomo en brazos al bebé y pone una pinza en el cordón umbilical, estiró las tijeras a mi, entendí la señal y me acerqué.
-Es una niña, hora de nacimiento 3:41 pm . -la información que daba el doctor me importó poco cuando Hansa hizo una cara de dolor acompañada de un gemido.
-Prepárense una ves más.
-¿Cómo dijo? -Hansa.
-Necesito que pujes una vez más, tu otro bebé aguarda...-¿Había otro?
Hansa se sorprendió un poco, yo regresé a mi posición y todo comenzó de nuevo, solo que miraba de reojo a la enfermera que limpiaba a mi hija.
El segundo fue menos tardado, salió rápido y apenas escuché su llanto me relajé, Hansa me miraba emocionada y con una gran sonrisa en los labios, me dió por darle un beso cariñoso y un «gracias» me acerqué para hacer lo mismo que con mi hija, solo que este era un muy lindo varón.
Limpiaron a los tres, a mis hijos les dieron ropa del hospital, yo después saldría para comprarles más, un linda vincha en la cabecita de mi hija y un gorrito a tono con su ropita en la cabeza de mi hijo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Se llevaron a los bebés por un momento y eso me dió tiempo de platicar con Hansa, como desde un principio lo tenía que haber echo.
-¿Como te sientes? -tomé asiento en uno de los sofás de la habitación a la que había sido llevada -necesito hablar contigo, hablar de verdad, no como antes de que los bebés nacieran.
Me miró un poco cansada pero apesar de acaba de parir y ante mi insistencia por hablar, me dió una sonrisa con las mejillas ruborizadas y mostrando sus encías y dientes. Esa es una sonrisa que jamás voy a poder borrar de mi memoria, creo que es un poco exagerado pero ese pequeño gesto me hizo sentir un poco menos culpable; por qué valla que lo admito, fui un maldito perro egoísta, sin sentimientos y sin sentido común.
-No hay nada de que hablar, por qué me dije que si primero tú accedías a no dejarme, yo te perdonaría - acomodó sus manos sobre su estómago y muy tranquilamente me miró a los ojos -solo nunca me abandones, ahora que ya los conoces ten un poco de paciencia y amor por ellos.
-Bien, lo haré y aunque no me lo hubieras dicho lo haría sin dudarlo; ya no será como antes, lo prometo -estaba apunto de preguntar algo que me tenía con el pendiente desde que ví a mis hijos salvo de su madre, no lo quería decir, pero siento que el padre de Hansa tendrá ciertas preferencias al niño -¿Que haremos si tu padre prefiere mas al niño?
Me miró algo desinteresada pero respondión sinceramente.
-No importa por qué mi madre va a querer a los dos por igual, y puedo apostar que tu abuelo también - afirmó sonriente -me importa poco si mi papá prefiere más a Dew -que cosa, ya tenía los nombres y ni me avisó, rayos ahora sí me siento mal.
-¿Ya ...tienen nombre los niños? -pregunté un poco desanimado por la noticia que me acababa de dar.
-La niña no -afirmó rápidamente -se que será tu concentida, así que ese nombre te lo dejé a ti.
Quiero llorar, podría encerrarme en el baño, pero mis quejidos de niña llorona se escucharían hasta fuera del hospital; solo suspiré y lo pensé un momento, no fue demaciado por qué ya tenía un nombre que me había gustado. No es por ser lame botas ni nada por el estilo, pero el nombre de la mamá de Hansa, me encantó, simplemente Asha, sería mi beba, mi nena.
-Que se llame Asha -dije ya con los ojos aguados.
-¿Como mi mamá? - pregunto confundida pero más como quejándose -bien, me parece perfecto.
Con esa declaración solo quedaba esperar a que trajeran a mi querido Dew y a mi bella Asha.
