I.- Los Primeros Cachorros

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Axel se encontraba tratando de tranquilizarse, con sus dedos presionaba el puente de su nariz, Leo trataba de no reír al lado de su mejor amigo pero le estaba resultando imposible. Enfrente de ellos estaban Luka y Dylan cubiertos de cenizas y tenían las ropas un poco chamuscadas.

- ¿Por qué siempre se tiene que meter en problemas? – preguntó Axel tratando de no estallar a su tata lo regañaría, podía tener 15 años pero le aterraba ver a su padre omega molesto y más ahorita con el embarazo y eso que apenas tenía tres meses

- En nuestra defensa esta vez no fue nuestra culpa – dijo Dylan divertido mientras volteaba a ver una chica que estaba tratando de que Ian le hiciera caso pero su primo estaba viéndolos divertidos sin realmente prestarle atención

- Axel ya sabes cómo son las chicas con nuestros omegas, son muy crueles y solo se acercan a ellos para poder hablar con Ian – dijo Leo tratando de calmar al otro alfa que no noto la mirada triste de Dylan y la molesta de Luka

- Se que las chicas pueden ser crueles y nunca tiene su merecido pero eso también es gracias a la reputación que estos se han ganado. Voy a tener que decirle a mi padre

- No lo hagas – le dijo Dylan viendo a su hermano mayor – No necesitamos que papá venga a hablar a la escuela, estamos acostumbrados que todos se acerquen a nosotros por Ian y ustedes además de que las chicas sean crueles

- Dyl tiene razón, ya nos acostumbramos a esto y no queremos que nuestros padres solucionen nuestros problemas. No somos unos omegas débiles y lo saben después de todo nos crío Stiles – termino de decir Luke tomando del brazo al azabache y alejándose de los mayores

- ¿La cagamos? – preguntó Leo

- Lo hicieron – les dijo Ian acercándose a los otros con el ceño fruncido – A veces pienso que son unos completas idiotas, deben de empezar a poner más atención, serán los futuros alfas de la manada y son los alfas de nuestra pequeña manada así que abran más los ojos

Ian era el mejor amigo de ambos chicos, siempre los protegía pero al mismo tiempo les daba su espacio y reconocía su fuerza, solo se interponía si las cosas no iban bien. Los omegas lo admiraban y querían mucho porque además de Stiles, él era la otra persona que no los consideraba débiles por ser omegas incluso cuando entrenaban era duro con ellos como con otros miembros de la manada.

El chico encontró a los omegas sentados en las gradas hablando de manera tranquila, podía notar que todos los miraban a lo que frunció el ceño pero cuando llegó con ellos una sonrisa adorno su rostro.

- ¡Hey! Chicos, ¿cómo están mis omegas favoritos? – les preguntó sentándose al lado e Dylan

- Bien sabes lo que paso – dijo Dylan cerrando los ojos recargándose en el hombro de su primo – Odio que Axel nos vea como unos niños, somos travieso y nos gusta destacar pero tenemos la reputación que tenemos por rebelarnos a los alfas

- Parece que la sociedad sigue siendo tan retrograda, por eso amo a los omegas de nuestra manada, ellos son como nosotros aunque la mayoría de los alfas como mi papá, Derek incluso Scott son algo anticuados – dijo Luka apoyando a su mejor amigo

- Lamento que las cosas no sean sencillas para ustedes, odio que todos sean así solo para querer acercarse a nosotros, lo odio – gruño Ian, realmente estaba molesto con las personas de esa escuela incluyendo a su estúpido primo y a su otro alfa, podían ser unos idiotas cuando querían

- Así son las cosas, tratamos de cambiarlas, protegemos a los omegas y los animamos a que no tengan miedo pero los alfas siguen siendo más fuertes para algunos, ellos son simples humanos nosotros tenemos la ventaja de ser lobos – dijo Dylan frustrado – Pero bueno Roma no se construyó en un día así que aún falta bastante para que las cosas cambien

- Ánimo chicos, ustedes son los únicos capaces de cambiar las cosas además Stiles también la pasa mal en el trabajo porque siguen creyendo que es débil, recuerden como llegó ayer – dijo Ian soltando una risa nerviosa al recordar a su tío el día anterior

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Los chicos se encontraban sentados en la sala de estar, Ezra estaba en los brazos de Dylan entretenido con un peluche que el omega le había regalado en su primer cumpleaños y no lo soltaba. Leo y Axel estaban fuera entrenando junto con Scott y algunos otros alfa de la manada, Ian estaba sentado al lado de Luke, quien estaba quedándose dormido sobre el hombro del omega Hale.

La puerta de la mansión fue abierta de manera abrupta asustando a todos ahí logrando que Derek saliera de la cocina alzando una ceja al ver a su esposo colérico.

- ¿Todo bien pecoso? – preguntó Derek

- Pecosa mis bolas, estúpidos alfas idiotas. ¡No me hables! – grito Stiles furioso sentándose al lado de Dylan acariciando su pequeño bulto tratando de relajarse

- ¿Todo bien tata? – le preguntó Dylan acariciando el cabello de su padre mientras que el pequeño Ezra le sonreía al mayor con la patita de su lobito de peluche en su boca

- Los alfas son estúpido – vio a su sobrino – Sin ofender Ian pero siempre tratar de decirme que hacer y se comportar como machos estúpidos que creen tener siempre la culpa

- No todos los alfas se han modernizado – le dijo Derek dejando un beso en la frente de su esposo viendo que ya estaba tranquilo

- Ojala todos los alfas sean como tu Der

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- Tienes razón pero bueno dejemos estos temas deprimentes de lado y vamos a la práctica de lacross – dijo Dylan con una gran sonrisa adornando a su rostro mientras se levantaba y se alejaba

Ian y Luka se vieron y esbozaron una ligera sonrisa mientras se levantaba.

- Nunca va a cambiar ¿verdad? – le dijo Luka al mayor

- Al parecer no pero me gustaría que fuera más honesto y no ocultara todos sus sentimientos detrás de esa sonrisa

- Hace un tiempo que no veo su verdadera sonrisa, esa que te hace olvidar todo lo malo

- Esperemos que vuelva pronto, ahora vamos, sé que los chicos de lacross lo respetan y lo quieren pero se puede topar con cualquiera – dijo Ian mientras caminaba con el omega a su lado – Luka si las cosas empeoran por favor dime, no quiero que se repita lo de hace dos años

- Nunca les dijimos a los demás

- Mientras Dylan no quiera decir algo no o diremos, el tío Pet prometió no decir nada y no lo ha hecho en estos años

Alfa y omega caminaron hasta los vestidores donde Dylan hablaba de manera animado con los demás. 

OmegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora