Cómo les había dicho estamos en el auto, la música suave se oye por las bocinas, el largo recorrido lo vamos dejando atrás, la suave brisa se puede sentir tenue en mi rostro, el cielo azul está en su maximo esplendor, es una mañana de Diciembre, aún no hace frío como tal pero el aire fresco se pude sentir colar por tu anatomía, el auto en cambio se siente cálido, un calor que tu cuerpo agradece, es un viaje de varias horas pero por el momento se disfrutá poder recorrer, ver y conocer nuevos lugares.
Estoy muy concentrada en el camino que no me doy cuenta cuando la personita a mi lado poco a poco comienza a abrir los ojitos que tanto amo, pero los hace chiquitos tratándose de acostumbrar al leve amanecer que se encuentra saliendo al igual que las nuevas aventuras que le aguardan.
Por lo tanto volteo a verlo en cuanto escucho leves quejidos alrededor de la nube de paz que nos rodea, al momento de conectar mis ojos con los de el puedo ver ese miedo y esa confusión de no saber dónde se encontraba. Es así como me acerco tanto como el cinturon de seguridad me lo permite, le tomo una manita ahí es cuando escucho esa palabra que me roba el corazón y el aliento.
-Mami!- Exclama el con sus ojitos llorosos por no saber dónde estaba.
-Mi amor, aquí estoy no tienes nada a lo cual temer, estamos en el auto con tus abuelitos- Le digo dándole un beso en la frente- ¿Te acuerdas que te comente que saldríamos de vacaciones?-
Asiente.
-Bueno allá vamos, solo que aún es muy temprano - El voltea tratando de ver todo lo que la silla le permite- ¿No quieres dormir otro ratito?-
Ahora niega.
-Bueno no hay mucho que hacer, pero que te gustaría probar? - Le pregunto conociéndolo que se aburriría seguro.
-Leche- Me dijo el mostrándome la sonrisa más hermosa y tierna que eh visto, la cual me provoca regresarle una igual pero con un brillo especial al ver a mi bebé feliz.
-Seguro que ya tienes hambre? es muy temprano aún - Le pregunto ya que el está acostumbrado a desayunar alrededor de las 8:30 o 9 que es cuando despierta, y siendo las 7 de la mañana me extraño, pero luego comprendí que a lo mejor entre el movimiento y ahora despierto le daría hambre pronto.
El asíente a la pregunta que le realize antes de sumirme en mi pensamiento.
-Te prepararé un bibi entonces- enseguida me toma la mano y niega en repetidas ocasiones, a lo cual lo miró a los ojos tratando de comprender y veo que me señala con su dedito hermoso entonces ahí entendí.
Me desabroche el cinturon de seguridad y me acerco a él para hacer lo mismo con el suyo, una vez sin el, se estira volviendo sus mano en puñitos, encoge y estira sus piernas de igual manera que sus manos, haciendo caras graciosa al realizarlo, al ver que termino lo alzo en brazos para sentarlo en mi pierna, tomó la sabana blanca que estaba abajo de el poniendola en mi otra pierna, después me acomodo mejor en mi asíento y se recuesta levemente en mi haciendo quedar su cabecita en mi pecho, es cuando lo muevo lento y con el brazo libre me tape a la altura del hombro contrario y abajo de esta todo el cuerpo de mi bebé cubierto. Así que lo acerque a mi y me subí la sudadera ligera que traía encima y después el sostén, enseguida siento como se prende a mi, volviendonos uno mismo, formando de nuevo ese vínculo que tanto añore, deseé e imagine por ocho meses antes de dar a luz.
Ahí es cuando lo veo por un espacio chiquito ya que la sabanita la cubre pero me doy cuanta de algo.
Que mi Nicolás es hermoso no solo lo digo por ser su mamá, pero es precioso.
Atravez de la tela puedo notar su piel lechosa, con un toque de carmín alrededor de esas mejillas que tanto amo, con unos ojos grandes cual búho cuando aparece el anochecer y estos color café tenue donde se pueden observar unos destellos más claros color miel, en ellos se encuentran unas pestañas largas y rizadas, al igual que unos labios chiquitos pero carnosos color palo de rosa como los claveles que florecen en primavera, les acompañan una nariz pequeña ya que esta proporcionada a su cuerpo tan chiquito como una pequeña maleta de viaje en mano, pero yo siempre le digo que su nariz es un pequeño botón que lo acompaña.
Y ahí es donde observó la paz que me refleja su rostro, él está sumergido en su tarea de desayunar pero a mi con el simple hecho de abrir sus ojos mejoró mi día y estoy dispuesta a dar todo por él.
Después de algunos minutos siento como se despega de mi y se empieza a remover en mi regazo, es cuando le quito la manta y me abraza, lo acomodo de forma que su cabecita quede en mi hombro sus piernas a los costados de las mías y comienzo a dar leves palmaditas en su espalda por si quedó algún gas, en segundos escucho como salen estos haciendo que los dos soltaramos una risa leve por lo sucedido.
Inmediatamente me reincorporo en el asiento para acomodarlo en su sillita y luego abrocho mi cinturón, lo volteo a ver, noto tiene un leve puchero en sus labios, el cual quito con la punta de mi dedo para proseguir a darle un besito en su manita que tenía agarrada fuertemente a mí.
Seguimos en el camino estaba respirando calmadamente y observando el camino que vamos dejando al igual que yo.
Minutos más tarde por lo que observe fue al rededor de media hora, movía su mano que tomaba la mía tratando de obtener mi atención, observó que esta aburrido así que medito las alternativas que tengo y aunque no me gusta darle aparatos electrónicos se que es mi última carta.
Saco de la pañalera su tablet que usa muy de vez en cuando pero en estos casos mi salvación. Me observa en todo momento y es cuando le pregunto que lo veo a los ojitos curiosos.
- ¿Quieres ver una película Nico? - asiente frenéticamente y me hace soltar una risa. - ¿Cuál amor? -
Lo piensa breves segundos y contesta - minius - se a lo que se refiere siendo Mi Villano Favorito su película preferida, claro que lo entiendo.
Así que busque la película para después darle la tablet y acomodarla en sus piernas tomándola de un lado ya que esta era de esas que tienen unas orejitas (como palanquitas) incluidas en su funda negra.
En algun momento escucho leves chupeteos a mi lado, sobre pasando el volumen mínimo de la tablet y se lo que esta pasando mi bebé esta chupando su dedito pulgar, así que me pongo en acción para darle su chupon, al abrir el envase donde los tengo se me ocurre una idea, siendo esta darle el que podías introducir alguna fruta en el, así que lo tomo y de otro traste saco unos cuadritos de fresa para introducirlos en este, acomodo y cierro todo para dárselo.
En cuanto lo ve, saca su dedito de la boca para tratar de tomar el chupon con toda la manita, con una toallita limpio toda su mano y le doy el chupon el cual no tarda nada en estar en su boca.
Me quede observándolo ver su película y entretenido en descubrir el sabor de su chupon, perdí la noción del momento en que me quedé dormida, desperte por un bache que me hizo moverme ligeramente de mi lugar y veo a mi bebé con su chupon (el cual está prácticamente vacío pero con un poco de jugo), la tablet está del otro lado de la sillita, está sumergido en un sueño profundo, hermoso y calmado presiento ya que está tan sereno, pauso la película y guardo sus cosas.
Me dispuse a descansar ya que al observar mi reloj de mano vi que al menos faltaba 3 horas de camino. Pero por el momento todo estaba tranquilo así que decidí disfrutar esta nueva aventura, no sabiendo que nada es como uno lo espera.
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Mi Pequeño Príncipe
Teen FictionEsta es la historia de mi vida. De cómo siendo tan joven llegue a un punto de quiebre donde me aferre a lo único que más amaba sin conocer: Mi Pequeño Príncipe.