≋ doux enfer ≋ Levi Ackerman.

06

capítulo 06; 

"grande actrice"

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Tarareaba, mientras la tinta era deslizada en una esquina inferior de la hoja. En su mente hacía eco aquella canción que alguna vez escuchó hace tantos años. 

Pasó a la siguiente tanda de papeles, leyendo algunas peticiones y sugerencias de los empleados. Firmó nuevamente y lo apiló con el resto a su derecha, había terminado con el bendito papeleo.

—Señora— la voz de Yelena se hizo presente, con un tono más alto de lo habitual. Estuvo intentando llamar su atención pero no recibía respuesta.

—Dime.

—Onyakopon trajo su auto, está estacionado afuera, tal y como pidió— avisa la asistente, sus ojos van hacía la pila de papeles en el escritorio— ¿Para Arlert?— inquiere a lo que Hisae asiente.

Tomó su bolso y se marchó de la empresa al terminar de acomodar correctamente las cosas en su escritorio, esta vez no era seguida por sus dos hombres, decidió dejarles el día libre. Yelena permaneció en la compañía, ayudando a Armin, poniéndose ambos al día respecto a su agenda y el papeleo que anteriormente dejó ella ahí. 

Condujo por la ciudad sin un trayecto definido, el gran anuncio de una librería robó su atención mientras estaba esperando por el semáforo en rojo. Cuando cambió a verde se estacionó en frente.

El aire fresco del lugar le invade, dentro el ambiente parecía ser agradable.  Adentrándose más en el local, fue cautivada por el pequeño detalle en las estanterías, el intenso nogal de la madera hacía que los colores de los libros que reposaban allí hiciera un curioso contraste. 

Diferenció entre el resto un rojo intrigante, casi del mismo tono que la sangre. No dudo en ir a tomarlo. Al extender su mano, rozó con la de alguien que agarraba el libro continuo al que ella eligió.

Ignoró a esa persona y se centró en ver mejor el objeto en sus manos, definitivamente su color era como la sangre que corría por sus venas. No tenía un título, tampoco había nada en su contraportada. Leyó rápidamente algunas oraciones en páginas al azar, descubriendo que aparentemente abarcaba el romance. 

—Tsk— a unos pasos de ella oyó la desaprobación de alguien, siéndole familiar. Y vaya, no se equivocaba. Al girar se encontró con esa cabellera negra que hace unos días había visto. 

Las palabras de Shadis pasaron fugazmente por su cabeza. 

"No pierdas el tiempo."

El mismo día que habló por teléfono con Keith en ese restaurante al que fue con Armin y los suyos, se encontró con el hombre esa tarde, para discutir ese tema y otros que tenían pendientes. 

Levi mantenía su ceño fruncido, luego de haber pasado su dedo por la portada del libro color cobre que sostenía con una de sus manos.

¿Le molestaba que tuviera un poco de polvo?— pensó ella con incredulidad.

Devolvió el libro a su lugar —¿Qué tanto miras?— pronunció, obteniendo una mirada del pelinegro. Tenía ese porte imperturbable, llevaba puesta una gabardina negra, pantalones de vestir del mismo tono y una camisa blanca. Sin mencionar esa apática mirada, dándole un aspecto sombrío.

Ella no se dejó intimidar, pese a la intachable presencia que poseía el hombre frente suyo. Ladeó su cabeza, elevando la comisura de sus labios en una sutil sonrisa ladera. No respondió y pasó de él, plantándolo allí con la pregunta en el aire.