10. Soy una excelente actriz.

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-¡DERRUMBE!- grite despertándome sobresaltada al sentir peso sobre mi. Pensé que se cayo el techo o algo así. Idiota, lo sé.

Fruncí el ceño al notar que el peso se movía y hacia ruido, por lo que noté, eran  risas.

Miré sobre mi regazo y resulta que no hubo ningún derrumbe, solo habían cuatro idiotas moviéndose y riéndose sobre mi. Cabreada, me sacudí escandalosamente debajo de las sabanas para tirar a los chicos al suelo y silenciar sus risas. Me equivoqué. Seguían riendo sin importar el golpe. Me levanté aun mas cabreada y les pise sus partes masculinas para que dejen de reír. Si bien lo logre, inmediatamente comenzaron a soltar quejidos de dolor y a chillar como niñas de cinco años. Odiaba que me despertaran y ellos lo sabían. Ahora que se aguanten.

Solté una risa malvada tal cual villano de película y salí de mi habitación dejando a Tom, Kyle, Luck y Logan lloriqueandó en el frío suelo de cerámica de mi cuarto. Doblé en el pasillo y me encontré a un pelinegro apoyado contra la pared de brazos cruzados mirándome divertido, Zack. Negué con la cabeza y pase por su costado dispuesta a bajar las escaleras.

-¿Derrumbe? ¿En serio?- soltó una risa ronca mientras bajaba detrás de mí.

- Cállate- gruñí- al menos a ti no te levantaron tirándose encima.

Llegamos a la cocina y empecé a servir café para ambos. No había cereales para el yogur, por eso me cabree aun más.

-No, pero me tiraron un balde de agua con hielo ¿Y sabes que dije?- enarcó una ceja.

-Nop.

-‘’¡Mierda!¡ Sabía que el Titanic se hundiría! ¡Pero no conmigo!’’- gritó levantándo sus manos y sacudiéndolas de forma exagerada.

Empecé a reírme hasta que sentí miradas asesinas sobre mí cuando los dos pares de idiotas entraron a la cocina.

Como buena amiga que soy, abrí el refrigerador y saque cuatro bolsas de hielo. Se las lance con fuerza por la cabeza para que sepan que no debían levantarme. Gimieron de dolor y luego pusieron el hielo donde mas lo necesitaban.

-Hija de..- gruño Tom.

-No insultes a mi hermana- le dijo mi hermano mientras entraba a la cocina. Me besó la frente y se sentó en el taburete que estaba junto al mío. Inmediatamente le serví una taza de café. Tenía que ser amable durante toda la semana por lo que hizo por mí el otro día. Por suerte, hoy ya era domingo.

- Bro, ella piso nuestras partes- Kyle señalo donde se encontraba el hielo.

-¡Auch!- Tyler, mi hermano, se cubrió como si lo sintiera- Contrólate, Sonny, sabes que duele.

<<¿Si sabía que dolía? Por supuesto, pero hay cosas en las que uno no debe meterse y ellos, hermano, lo hicieron>> pensé.

-No los defiendas- enarqué una ceja- ellos se tiraron encima de mi mientras dormía. Sabes que odio que me levanten.

-Touché- dijo mi hermano mientras tomaba su café.

Los chicos soltaron gemidos de dolor mientras se sentaban en los  taburetes. Luego de eso, tuvimos un desayuno divertido, como era todo el tiempo en el que estaba con ellos.

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Caminamos hacia el centro de la plaza lanzando risas obteniendo las miradas de todos los adolescentes en el lugar. Eramos jodidamente candentes, lo sé.

Pasó un grupo de chicas batiéndole las pestañas y soltándo risitas estúpidas cuando pasaban al lado nuestro. No entiendo porque batían de esa forma las pestañas, no se si era porque tenían algo en el ojo y esa era la manera más discreta de eliminar lo que sea que tuvieran allí o porque pensaban que las hacia ver inocentes o sexys. De cualquier manera, era irritable.

Como ya tenía el mal humor de la mañana les saque el dedo del medio de ambas manos. Temerosas, se alejaron. Son 1-0 Putas.

-Oh, vamos, ahí tenia mi polvo seguro- refunfuño Kyle.

-¡Hey! No tenías que tratarlas así- se quejó Tom.

-¿Celosa, nena?- movió sus cejas Logan.

-Ya quisieras- le lancé un beso.

Zack solamente río sin decir una palabra.

Se me abrió la boca cuando note a Luck correr detrás de ellos. Nosotros teníamos códigos , era todos o ninguno. Indignada, me dirigí al grupo de chicas donde se encontraba Luck y lo abracé por detrás.

-Hey, cariño- ronronee.

-¿Son?¿Que haces aquí?- preguntó confundido.

Me coloqué delante de él dándole la espalda a las perras que estaban detrás de mí.

-Es que te estaba extrañando ¿Vamos?- hice un puchero con mis labios.

-Vamos- mordió mi labio inferior.

Sonreí victoriosa y me fui de ahí abrazada de Luck.Son 2-0 putas.

Miré hacia atrás y noté que todas tenían la boca abierta.

-          -Cierren sus bocas, antes de que las moscas pongan huevos en sus muelas- solté una carcajada.

-          Miré una última vez y note que se estaban tocando las muelas, comprobando que no tengan ningún huevo de mosca allí. Huecas.

-¿Era necesario hacer esa escenita?- me susurró Luck al oído.

- Si sabías que era una escena ¿Porqué mordiste mi labio?- enarqué una ceja.

-Había que aprovechar el momento- me guiño un ojo y se fue a hablar con Tom.

Llegue con el resto de los chicos y, de un momento a otro, tenía los brazos de Logan sobre mí, sofocándome en un abrazo. La sensación de seguridad que me brindaban sus brazos me gustaba. No me aparté, no quería.

-¿Era necesario dejarte morder el labio?- gruñó Logan en mi oído.

-Si.

-¿Cómo que si?¿Por qué?- Logan frunció el ceño.

-Porque soy una excelente actriz- moví mi cabello de un lado hacia otro.

- Espero que sea por eso- movío la cabeza- Bueno ¿Quieres un helado?

-¡Si!- dijeron Kyle y Zack entusiasmados.

-Le pregunté a ella- contestó borde Logan.

-Si-le saqué la lengua a los dos idiotas en forma de burla.

-Vayan tortolitos. Total, no les importamos- lloriqueó Kyle. Zack lo abrazaba e intentaba consolarlo.

Fuimos caminando hacia el puesto de helados soltando risas por la mala actuación de Kyle y Zack, no era tan profesional en la actuación como yo.

-Dos helados de frutilla,por favor- dijo Logan mientrás tomaba el dinero. Helado gratis.

Un señor que rondaba los 50 nos dio nuestros helados, luego de pagarle nos fuimos del sitio riéndo del gracioso bigote del vendedor.

Volvimos al lugar donde estaban mis indomables, pero no me percate que habían dos personas más allí.

Dos personas que no quería ver. Uno, por idiota; y otro, porque sacaba una parte de mí que no quería que los demás vieran.

-Hola, preciosa- dijo el idiota numero uno.

-Hola , Sonny- me dedicó una sonrisa el idiota numero dos.

Los dos idiotas no eran nada menos que Marcos y Matt.

Fingí una sonrisa y me les acerqué dispuesta a saludarlos. No quería que nadie supiera lo que pasaba en mi mente en ese preciso instante, confíe en que nadie lo sabría. Total, soy una excelente actriz.

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