~(Extra) Y que paso esa noche~

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Logre llevarlo hasta la cama del cuarto, salí para poder dejar todo en orden con la recepcionista, para ser franco después pensé en esto, pero cuando nos íbamos de carrete con los pibes (como diría el Che), solo pedíamos una habitación y nos dormíamos donde encontráramos lugar, aunque si estaba el peruano, el siempre ocupaba la cama.

Me acerque al alemán quien estaba algo adormilado, lo trate de acomodar en la cama, para luego tirarme por ahí, pero una mano me sujeto, de la nada el europeo me jalo hacia la cama, para ponerse rápidamente encima, por alguna razón una sensación helada (conocida para ser franco) recorrió mi cuerpo, le dije que se acostara, que mañana estaría mejor, intente sacármelo de encima, pero fue inútil el esfuerzo... al tenerlo tan cerca, pude escuchar sus latidos, estos eran acelerados... como los míos.

Trate nuevamente de quitármelo de encima, pero este tomo mi mentón, se acercó y comenzó a besarme, trate de alejarlo, pero... mi cuerpo, pero QUE CHUCHA DE NUEVO NO CONTROLO LO QUE HAGO... aunque seamos realistas sabe besar bastante bien... de igual forma trate de detenerlo, pero mi cuerpo se sentía extraño, mi respiración agitada, mi corazón late fuerte, pero ya no estaba ese dolor... ese dolor siempre estuvo conmigo, desde que perdí a mein Kaiser.

Sin darme cuenta, por estar de pendejo, él ya me había retirado la ropa superior, el besaba con ternura mi cuello y susurraba cosas, que no quiero detallar al oído, pero que me hicieron quedar rojo y totalmente avergonzado, con una mano tape mi rostro, mientras que, con la otra, trataba de sujetar una de sus manos, de la nada, se levanta un poco y se comienza a sacar la corbata, la camisa... para luego volver a robar otro largo y apasionado beso.

Trate de volver a detenerlo, pero mi cuerpo era como si reconocieran esas caricias, esos besos, mis ojos se llenaron de lágrimas, pero no era como antes... me comenzó a sacar los pantalones junto con mi bóxer, dejándome totalmente a su merced, tomo una de mis piernas, mientras me llenaba de besos, comenzó a estimular mi miembro, con un movimiento rápido se desabrocho el pantalón sacando su gran paquete, el cual al estaba totalmente erecto.

No podía contenerme más, apretaba las sabanas, mis gemidos empezaron a aparecer, lo mire a los ojos, ahí estaban esos ojos dorados que me observaban en la reunión, esa mirada que podía ver a través de mí, si ya estaba totalmente desnudo ante él, ahora me sentía aún más expuesto, su mirada lasciva... no, no era solo su mirada, su rostro sus movimientos, de la nada acerco su mano a la boca lubricando de saliva 2 de sus dedos, para luego introducir uno de ellos.

Me ruborice, y mis gemidos se hicieron más agudos, "mmh... mh... s... de... deten... nha... mm...", comencé a abrazarlo, ese calor me era tan nostálgico, comencé a ceder, hasta el punto de comenzar a poner de mi parte, lo besaba, lo acariciaba, porque mierda era tan irresistible, metió un segundo dedo, moviéndolo en círculos mientras mi cuerpo se estremecía, hasta que localizo el punto, era tan... preciso, asfixiado por placer me corrí, jadeando, mientras mis ojos llorosos miraban a aquel hombre que me miraba con ternura, porqué... sin terminar, sentí como su gran ser entro dentro de mí, dejando escapar un gemido ahogado, me beso y me acaricio la mejilla, mientras tomaba mi pierna para dejarla sobre su hombro... para así comenzar a envestirme, una y otra... y otra... dios, no saben cómo temblaba de placer mi cuerpo, sentirlo tan ... cerca. No sé cuánto tiempo paso, no se cuánto tiempo estuvimos teniendo sexo, no sé cuántas veces lo hicimos, lo que si se es que dormir como hace mucho no dormía, al lado de ese calor y esa sensación de seguridad, que solo pude sentir cuando estaba con mi Reich.

AleChi - Capitulo I: "Comenzando de cero"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora