Littium

capitulo 45

Calculaba 3 Akros por habitante, eran demasiados y todos estaban consiente de ello. Los habitantes de Asthed al no tener a donde huir se encerraron en sus casas, otros en el castillo y otros lograron salir huyendo de Asthed.

Jade pidió a los hechiceros quedarse dentro del castillo y solo estaban afuera Galiah, Ava, Nakir y Jade. Todo estaba en silencio y aquel Akro hijo de Galius solo las miraba con expresión neutra, apretando su gran hacha en su mano y limpiando con la otra sangre de su rostro.

Jade fue la única en avanzar y hablar.

-Soy Jadenrose, reina de Asthed ¿Quien eres?- aquel Akro solo sonrió y miro a su alrededor.

-soy aquel que vengara a los caídos- habló y para sorpresa de todos con aquella voz calmada y desinteresada- tu- la señalo con el hacha- y tu gente aniquiló a toda una generación de mi familia, soy el único que queda de mi linaje, soy Galius ll para ti.

-el príncipe.

-no- negó- solo un hijo con mucha ira en su interior y casualmente- señalo a los suyos- con gran poder. Tu y tu padre pagarán los que nos hicieron, las promesas que no cumplieron y los tratos a los que faltaron.

-mi padre esta muerto y creeme que si estuviera vivo seria yo la que lo colgaría de un árbol por todo lo que ha causado no solo a mi reino si no a otros.

-por eso estoy aqui, tu aun vives, Asthed aun esta de pie, bueno mas o menos- rio sin ganas- hay algo en este castillo que nos pertenece.

-ya no existe, el hechizo se deshizo.

-asi que llegué tarde- tomo aire que soltó fuertemente. Clavo su hacha en el suelo con furia traspasando parte del suelo- bueno, algo me tengo que llevar. Digo, puedo iniciar de nuevo aquel objetivo que el padre de mi padre planeó y que tu padre jamás cumplió.

-¿Es una amenaza?

-lo es- volteó a su alrededor- ¡Salgan todos de aquí!

Con mucha calma cada Akro salia del lugar, todos iban directo a la salida a excepción de uno que solo miraba al Akro Galius ll con molestia. Galius tomo su hacha y la apunto hacia el.

-eres una vergüenza. ¿Como no sabes que mienten?- Galius ll río y su vista fue directo hacia Ava.

-dime sirena, ¿Ya no existe el mapa?

-el muro fue destruido con cada trazo que se mostraba- confirmo Ava con toda la calma del mundo.

-ahi lo tienes- le dijo.

-aun asi, destruye Asthed ¡Ellos mataron a Akirus y tu padre!

El hacha voló tan rápido a su cabeza que solo se escuchó cuando esta aterrizó y se clavo en toda la mitad de cráneo. Cayó al suelo derramando grandes cantidades de sangre.

-odio que hable tanto- dijo recuperando su hacha y limpiandola con su pantalón.

Nakir analizó el Akro, este era un poco más pequeño que el resto. Sus cicatrices estaban por todo su cuerpo y aquella cola que se movía al caminar estaba cortada a la mitad. Le faltaba un cuerno y se notaba que veia con dificultad con su ojo derecho. Definitivamente su vida no ha sido la mas bonita, su vida era de guerra y muerte.

-quiero que te retires de mi reino de inmediato.

-¿Que es esa cosa en tu frente?- ignoró a Jade preguntandole aquello.- la he visto antes.

-averiguaras que es si no sales de Asthed.

-oh, es poderosa entonces.- su mirada calmada asustaba a cualquiera, hablaba despacio y con pereza, como si no invadió y mató a muchos al entrar a Asthed.- no me iré, yo te mataré y mataré a Nkir Lium y a la sirena y a la mujer de hielo- dijo balanceando su hacha de un lado a otro- me hiciste molestar, todos ustedes. Se que los Akros empezamos todo esto pero como no hacerlo si ustedes solo con vernos nos corren de sus reinos, pueblos, villas. Trempler ahora es un reino santo para nosotros pero eso no durará, lo se bien. Incluso ya la mayoría se fueron por los malos tratos recibidos de sus habitantes. Cuando recibí la noticia de la muerte de mi padre dije "bueno, el se lo busco" luego me informaron sobre aquel mapa y dije "si no podemos ser parte del reino entonces tomaremos el reino y los que podamos. La balanza se inclinara a nuestro favor por primera vez"- miró a Jade de arriba abajo e hizo lo mismo con Nakir, Galiah y Ava- nunca fui seguidor de mi padre la verdad, pero cuando ví la oportunidad de lograr hacer nuestro aquel reino y otros, simplemente accedí.