Second Month.

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10 de agosto del 2020.

Desperté y me mantuve un cierto tiempo acostada, mirando el techo, imaginando como es que mi vida se había vuelto tan diferente, y no podía creer que a veces la cosa más simple y sin importancia podía sacarte de los hábitos que creías tan aburridos.

Cinco minutos después decidí que era momento de levantarme, pero ver el teléfono a un lado mío, con una luz que indicaba que tenia notificaciones, fue suficiente para que lo tomara, me acomodara sobre mis almohadas y lo prendiera. Un pequeño mensaje fue el comienzo del que no tenia duda que seria un gran día.

"Buenos días"

Para algunos, esta palabra era simple, una que usaban cada día, con sus amigos, familia o incluso consigo mismos, pero, para mi, una persona insegura, tímida, que no expresaba lo que sentía, diablos, se sentía tan bonito y tranquilo, que me quede observándolo unos segundos más, y con mis dedos temblando lo respondí. Fue la primera vez que usaba esa palabra, y no es que nunca la hubiera dicho, sino que, era la primera vez que la decía porque quería, porque con esa palabra iba un sentimiento, uno que viajaba a miles de kilómetros, para llegar y no se, tal vez provocarte la misma reacción a ti, sigo creyéndolo así. 

Mientras me preguntabas que tal había dormido y yo te hacia lo mismo, fuimos creando una conversación de lo lindo que era poder soñar con lo que tuvieras en mente, con personas que extrañabas, artistas que querías ver aunque fuera a través de una imaginación, y poder soñar con el rostro de alguien a quien no conocías, sus facciones, sus gestos, su sonrisa, todo. 

Una hora paso y sabia que tenia que levantarme de mi cama, porque por más que quisiera no podría quedarme todo el día en ella, apagando el móvil, baje las escaleras rápidamente y mientras hacia el desayuno, esperaba tu respuesta, suponiendo que tu también no podrías quedarte en la tuya. 

Siempre fui paciente cuando alguien dejaba de contestar mis mensajes, porque cada quien tenia una vida fuera de cada conversación, no había tiempo suficiente para nadie, y claro, entre uno de mis pensamientos más profundos era porque tenia miedo de que si enviaba uno más de la cuenta podía molestar, incluso parecer insistente a la otra persona, caerle mal, ganar su odio, y que esta perdiera el interés de querer seguir conociéndome.

Pero contigo no fue así, contigo siempre fue todo diferente, parecía que tu si podías sacar el tiempo suficiente para alguien y era tan feliz que unos de esos alguien estuviera yo, no necesitaba de todo el mundo si te podía tener a ti, odiaba mi inseguridad, pero tu parecías la cura para alejarla y mantenerla en paz.

Después de terminar mi desayuno, tome asiento en la computadora que se localizaba en el comedor, no tenia idea de que hacer, mis planes se cancelaron en el momento en que mi mente estaba suficientemente ocupada en ti, en ti y tus mensajes.

Hablábamos de cada cosa que podíamos pensar, el tiempo no se desperdiciaba si tu me contabas sobre lo que te gustaba, sobre tu vida, el como me decías que practicabas baile y yo no podía estar más sorprendida de que fueras tan increíble, deseando que algún día tuviera la oportunidad y la motivación para hacer algo que también me gustara. 

Aún recuerdo yo pidiéndote una foto de tus manos porque no pude parar mi curiosidad, por un momento pensé que era tan raro, más cuando a simple vista era una total desconocida ante tus ojos  y la vergüenza no tardo en llegar para cuando lo solté, fue tierno, fue tierno como lo hiciste sin dudarlo, esa pequeña parte de tu cuerpo fue suficiente para que mi cabeza empezara a imaginarte de miles maneras posibles, y cuando tu pediste lo mismo, tarde minutos en hacer que las mías se vieran bien, porque aunque era algo pequeño, para mi significaba el universo. Debía admitir que quería impresionarte y que me dijeras que eran lindas, lo valió todo. 

Si, fue un gran día. 

Fue extraordinario como después no podía dejar de crear escenarios donde nuestras manos se juntaran, se unieran para nunca soltarse, quedándose una eternidad así, porque eso era suficiente.

Ahora, es lamentable, es lamentable como eso nunca podrá pasar, nunca podre tomar tu mano para salir a pasear, para tomar un helado, para tomarnos fotos, para reírnos, para platicar de como nos fue en nuestro día y contar con la compañía de la otra. 

Nunca debí acostumbrarme a tus mensajes, a tus conversaciones, a tu palabras llenas de amor, a la fuerza que me dabas para seguir adelante. Porque no, no tenemos alguien que nos advierte de que las cosas no duraran, de que lo nuestro no iba a durar, pero seria lindo tenerlo ¿cierto?. Así, miles de personas no estarían con el corazón roto, roto como el mío, sin aún saber como repararlo. 

Pero, viéndolo ahora, agradezco que por un momento, una tan corto pudiste brindarme el amor que creí, que nunca llegaría para mi, uno del que no conocía y uno al que veía tan lejos para alguien como yo.  

Recordándote entre mis anhelos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora