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Ya había pasado un buen tiempo desde la pelea.
La sombra que había visto antes de desmayarme era Hatsune, quien estaba dirigiéndose a donde yo estaba, ya que el efecto de la ampolleta se estaba terminando y estaba comenzando el efecto secundario.
Respecto a lo de la prótesis, ella tenía algunos brazos de un androide que quería crear, afortunadamente encontró uno que daba a la perfección.
Funcionaba con un mecanismo rarísimo y difícil de explicar.
El punto es que mi tía no se dio cuenta de que era otra "prótesis", los chicos ni en cuenta, ellos nisiquiera sabían que todo este tiempo habia estado usando un brazo falso.
Más por el hecho de que se miraba tan real.
Cambiando de tema.
Últimamente me e sentido algo extraña.
Por las noches, me siento observada, a veces escuchó susurros, risas, e llegado a tal punto en el que llego a ver sombras por todas partes.
Cada vez que despierto, no importa en qué hora del día duerma, siempre, tengo una mancha de sangre en la mejilla.
Siempre cuando voy a dormir cierro la ventana, ya que pueden meterse los mosquitos pues no tiene mosquitera.
Y cuando despierto esta siempre esta abierta, no importa cuantas veces la vuelva a cerrar y duerma de nuevo, cuando despierto, esta vuelve a estar abierta, sin importar si le puse candado.
Pocas veces e llegado a encontrar manchas de sangre en el suelo o en la ventana, una vez encontré rastros de sangre en las escaleras de la casa.
Incluso llegué a la conclusión de ser esquizofrenia o algo parecido, también llegué a sospechar de que alguien me estaba acosando y creo que esa era la más lógica.
Ni mi tía, ni Hanna, mucho menos mis amigos saben de esto, y creo que el hecho de no comentarlo con alguien me está poniendo mal, por que no se que esta sucediendo, o que debo hacer.
Tampoco es como que piense decírselo a mi tía o a Hanna, realmente no quiero decírselos por que eso las va a preocupar, pero de igual manera, si no se los digo, estaría poniéndolas en peligro.
Esto era confuso y estresante, cualquiera de las dos opciones que eligiera saldría mal.
Tenía ganas de gritar, llorar, morir y golpear a una abuelita.
—Me cago en todo...—dije al aire mientras me colocaba boca abajo en mi cama.
Me sentía cansada, quería dormir y a la vez no, tenía miedo de dormir, despertar y volver a encontrar rastros de sangre.
No sé que estaba pasando, esto me estaba desesperando.
Sentí mis ojos arder, no quería llorar por que se lo patética que me vería haciéndolo.
