Prólogo.

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Hace 15 años. Central City.
Un rayo de luz rojo entra por una avenida.

Seguido, un rayo naranja lo persigue.
Ambos parecen querer sacarse del camino, pero el rayo rojo va a una velocidad impresionante, como nada que el mundo haya visto... al menos en ese momento.

Ambos rayos se dirigen hacia una colina, alejada de la gran urbe que es central city. Ahí, la familia Allen disfruta de una noche cómoda y agradable.

Nora y Henry abrazan a su pequeño hijo, Barry. Pero de un momento a otro, el lugar se vuelve el centro de una tormenta que alerta a algunos vecinos.

Nora extiende sus brazos para intentar atrapar al pequeño Barry y protegerlo, pero lo que sea que vino por ella la atrapa primero, arrojándola violentamente contra una colina.

El niño solo recuerda 3 palabras que le dijo su padre, antes de aparecer a casi un kilómetro de distancia, en una zona segura. "Corre Barry, corre".

Según los reportes de la policía, Henry Allen fue quien terminó en la cárcel por el asesinato de su esposa, apuñalada y dejada en una colina a desangrarse.

Nadie explica como el pequeño Barry apareció a tanta distancia.

Pero siempre hay otra versión de la historia.

...

En el forcejeo con aquel rayo naranja, el hombre del traje amarillo tenía intenciones diferentes a las que terminó ejecutando.

-¡No puedes detenerme, Flash! ¡Pronto no quedará ningún rastro de tu existencia en la línea temporal, cuando te haga pedazos con mis propias manos!

Gritó aquel hombre, antes de ser arrojado del camino por el velocista escarlata.

Pero entonces vio la verdad: no tenía sentido matar al pequeño Barry; eventualmente iba a volver, es una cualidad de los velocistas. Pero si nunca se volvía Flash en primer lugar... al fin sería libre de su maldición.

-¡Se acabó, Thawne! -Le dice un Flash que vibra a la misma frecuencia que él para no ser reconocible. -No le harás daño al pequeño.

-Tienes razón. No al pequeño Barry. Nora.

Y en un parpadeo, Thawne ya tenía a Nora entre sus brazos, y la apuñaló sin piedad; dejando el arma en las manos de Henry sin que nadie se diera cuenta.

Flash se empezó a sentir cada vez más débil, hasta que se esfumó de la continuidad.

Pero algo sucedió, algo de lo que Eobard no se había dado cuenta, aun celebrando su victoria.

Unas cuantas millas en las afueras de central city, Thawne corría libre. Pero poco a poco, fue perdiendo su velocidad. Al no existir un Flash en esta época, no había velocidad igualitaria, y por lo tanto, ya no había Reverse-Flash. Estaba atascado.

Pero Eobard solo sonrío, mientras lágrimas caían de su rostro.

-Encontraré una forma de hacerte pagar por esto, Barry Allen. Cuando el tiempo sea perfecto.

Y yo haré que el tiempo sea perfecto.

.....

....

#TheManInTheYellowSuit: una historia de DCSHG 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora