"Algunos días, eres lo único que conozco
Lo único que arde cuando las noches se enfrían
No puedo mirar hacia otro lado,
Te ruego que te quedes, sí"Kirishima estaba allí, en su habitación, de rodillas ante la persona por la cual caía cada noche en la que se visitaban. El rubio de ojos carmesí dejaba besos por su cuello, robando suspiros de lo más profundo de su garganta, sus uñas se clavaban a su espalda dejando largos rasguños por toda su piel, quizás...y solo quizás...con eso recordaría que podría seguir usándolo como lo hacía, porque eso era lo correcto.
Eso era lo que a él le gustaba.
Eso los unía.
Sus labios se volvieron a unir, como aquella primera noche, una aventura lujuriosa que no tendría fin alguno.
—"No sé que hacer, Eij...todo va de la mierda, no hay un puto y asqueroso día donde no hayan peleas...¡Estoy malditamente harto de todo!"—
—"Blasty...Todo va a estar bien, es normal entre...matrimonios..."— Su voz se atascó en su garganta. —"...Te prometo que ustedes, es-estarán muy bien..."—
Esa palabra causó una explosión de emociones aquella vez. Abrazó a su querido amigo para darle protección y contención, sus brazos rodeándole por completo, y por primera vez en mucho tiempo, Bakugo correspondió al abrazo, aferrándose a su cuerpo como un pequeño niño buscando cariño. Sentía su respiración tan cerca de su cuello, tembló ante la calidez del mismo, pero se mantuvo cerca. Debía estarlo. Quedarse allí...para eso era su amigo, ¿No?
Dejó de sentir su respiración en esa zona, sus ojos buscando los del contrario, ambos terminado por observarse mutuamente...esa conexión le hizo estremecerse, pero no hubo tiempo para ello. Katsuki le besó.
Le besó y supo que era su perdición.
Él cayó, y no solo él lo hizo...
Su corazón también...
Cayeron juntos.
Sus ojos se abrieron, descansaba con una ligera sábana sobre su cuerpo, unos cabellos rubios totalmente desordenados se posaban en su mano derecha, la cual estaba bajo la cabeza de su amante. Dejó suaves caricias en la zona, cayendo en cuenta del agarre en su cintura, el hombre frente a él, a quien siempre veía con su amarga expresión, dormía profundamente, Kirishima sabía que solo dormía bien junto a él. Ambos dormían mejor en los brazos del otro. Aún si Bakugo ya tenía los brazos de su esposa para dormir, aún si Kirishima podría encontrar a alguien con quien estar. Pero solo él quería mantenerse aferrado a esa ilusión...al deseo de algún día, quedarse por siempre con Katsuki.
Unas vibraciones lo sacaron de su ensueño, con extremo cuidado se incorporó de la suave y cómoda cama, miró a ambos lados y a su vista apareció el teléfono de Bakugo, se negó por unos segundos el tomarlo. No era de su incumbencia, era el teléfono de Katsuki, era personal, pero...era ella...
El nombre de la esposa del rubio estuvo en la pantalla por unos segundos, luego desapareció y el signo de llamada perdida inundó la pantalla, con las manos temblorosas tomó el aparato, sus ojos viendo cada mensaje desde la barra de inicio.
Estorbo: 17 llamadas perdidas
19 mensajes•Katsuki
•Cariño
•Contesta por favor
•Lo siento, no fue mi intención
•Vuelve a casa
•Contesta las llamadas
•No quería gritarte
•Estoy desesperada
•Sero dijo que no estabas en su hogar
•¿Dónde estás?
•¿Puedes contestar?
•Quiero arreglar esta estupidez
•Vamos, contesta de una puta vez
•Deja de ignorarme
•Estoy harta de tus celos
•Hoy fui a reservar una habitación a ese estúpido motel del que tanto hablabas
•Compré una mierda de conjunto para pasarla bien contigo
•Ni una puta vez me dejas explicarte
•Si no llegas antes de las 10 mañana, nos divorciamosUna leve risa salió de sus labios, apagando el teléfono de su amante, una lagrima cayendo poco a poco de uno de sus ojos, como si esta quemara, la limpió sin cuidado alguno y se incorporó por completo de la cama, respirando hondo para retomar la compostura e ignorar los miles de pensamientos que inundaban por completo su cabeza, destapó por completo a Katsuki, envolviendo su propio cuerpo en la blanca sábana.
ㅡBakugo, debes volver a tu hogar, y-yo...de-debo salir hoy...ㅡ
Vete, antes que me rompa.
ㅡ¿Mhh...? Es muy temprano, Eij...cierra la bocaㅡ
El rubio frunció el ceño, tomando otra de las sábanas y volviendo a cubrir su cuerpo, acomodándose en la cama dispuesto a continuar con su profundo sueño, pero se vio interrumpido nuevamente. Kirishima le arrebató la tela, haciéndolo sobresaltarse al instante.
ㅡBa-Bakugo...T-Te están esperando en tu ho-hogar...Toma tu ropa y ve...ㅡ Tragó seco, controlando las lagrimas amenazantes de salir. ㅡ T-Tú...E-Ella te está esperando...n-no la hagas esperar...e-eso...no sería muy varonil de tu parte...ㅡ
Quédate...no te vayas...abrázame...
ㅡLo siento, tienes razón, Eij. Además, debes salir, ¿Tienes una cita?ㅡ
Los ojos de Bakugo estaban clavados en los suyos, esperando por una respuesta, mientras Kirishima apretaba sus puños bajo la sábana que lo cubría, queriendo gritarle que era una jodida mentira.
Una sonrisa (una falsa sonrisa) se posó en sus labios, riendo suavemente, sus acuosos ojos sonriendo a la par. Dolía tanto, quería arrancarse el pecho, arrancarse ese maldito dolor y dejar todo atrás, ya no podía seguir aguantando...
ㅡ¿De qué hablas, Blasty? Solo saldré con Mina y Denki. Mina quiere...ahm...co-comprar un vestido nu-nuevo...ㅡ No es cierto. ㅡ Y-Y...Denki quiere buscar unos m-mangas de sus favoritos...ㅡ
No te vayas...es una maldita mentira, no me creas...
ㅡOh, bueno...Espero que la pasen bi-- Kirishima, ¿Estás temblando?ㅡ
Bakugo ya se había terminado de vestir, en cuanto se dio la vuelta notó el como el pelirrojo daba leves temblores, se aproximó con preocupación en su mirada, ¿Estaba Kirishima bien?
Katsuki no sabía, él de verdad no sabía cuanto le estaba doliendo a Eijiro esa mirada de preocupación, él no sabía el daño que le hizo haciéndole esa pregunta y el como se acercó tan pronto. ¿Acaso no escuchó el pequeño crujir de ese cristal?
El rubio con intenciones de tomar el brazo del más bajo, recibió un golpe rápido en el mismo, haciéndole abrir los ojos con sorpresa, era la primera vez que Kirishima actuaba de esa forma tan...a la defensiva.
ㅡBakugo...estoy bien, solo tengo algo de frío, ya es hora de que te vayas...ㅡ
¡¡Deja de fingir falsa preocupación, lárgate!!
Los puños de Kirishima se apretaron aún más, sus uñas se clavaron en sus palmas sintiendo la piel de esa zona arder de inmediato. La expresión de sorpresa en el rostro de Katsuki cambió a una más seria, desviando la mirada y avanzando hacia donde estaba su teléfono, guardándolo en su bolsillo junto con su billetera, finalmente avanzando a la puerta. El pelirrojo le siguió escondiendo una de sus manos tras su espalda, y con la otra temblorosa abriendo la puerta, desesperado esperando que Katsuki se fuera de una vez.
ㅡEstamos en contacto, Eij.ㅡ
Y como si todo fuera una maldita pesadilla, Katsuki despejó su frente y dejó un suave beso allí.
La puerta se cerró, el pequeño mundo del pelirrojo cayéndose junto a él.
Las lagrimas brotaron una tras otra, sus piernas sin lograr soportar su propio peso le fallaron, cayendo de rodillas al frío suelo. Un grito ahogado abandonó sus cuerdas vocales, sin importar el daño que podría hacerle. Pequeñas gotitas de sangre mancharon el suelo, las palmas de sus manos con aquellas marquitas de sus uñas eran las causantes del color carmesí.
Vuelve...Bakugo
Bakugo
Bakugo...vuelve
¡¡¡VUELVE!!!
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Teeth • Kiribaku•
Fiksi Penggemar𝘍𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘴𝘰 𝘥𝘪𝘳𝘵𝘺, 𝘣𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘭𝘰𝘷𝘦'𝘴 𝘴𝘰 𝘴𝘸𝘦𝘦𝘵 𝘛𝘢𝘭𝘬 𝘴𝘰 𝘱𝘳𝘦𝘵𝘵𝘺, 𝘣𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘩𝘦𝘢𝘳𝘵 𝘨𝘰𝘵 𝘵𝘦𝘦𝘵𝘩 𝘓𝘢𝘵𝘦 𝘯𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘥𝘦𝘷𝘪𝘭, 𝘱𝘶𝘵 𝘺𝘰𝘶𝘳 𝘩𝘢𝘯𝘥𝘴 𝘰𝘯 𝘮𝘦 𝘈𝘯𝘥 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳, 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳, 𝘯𝘦...