III

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"Me llamas por la mañana para disculparte
Cada pequeña mentira me deja sin aliento
Hay algo en la forma con la que me miras a los ojos
No sé si saldré vivo"

Cierto pelirrojo adornada su hogar con las típicas decoraciones navideñas, amaba como se veían las luces en el balcón y como cada pared tenía al menos un adorno.

Su época favorita sin duda era la navidad, había nieve que cubría toda la zona por donde vivía, podía tomar café y chocolate caliente a la hora que quisiera, y usar de esos feos suéteres navideños que, para él, eran de los más bonitos que existían, y claro, usar crocks con calcetines de lana, ¿Había algo mejor que eso?

Eran aproximadamente las 3 de la mañana, tenía el aire acondicionado activado para mantenerse cálido dentro de su hogar. Terminaba de decorar el árbol navideño, el cual tan solo por ese año, decidió que sería 100% natural, el olor a pino inundando por completo cada habitación. Cuando estaba por poner la estrella, su teléfono sobre la mesa empezó a sonar. Por unos segundo se quedó congelado, sabiendo perfectamente quien era la persona que a esas horas podría estar allí. Había pasado más de un mes luego de aquella discusión tan fuerte, ninguno había vuelto a verse luego de eso, no se llamaban, mensajeaban o siquiera se toparon, era como si el mundo no quisiera que así fuera.

Dejó la estrella sobre la mesa, a la par que tomaba su teléfono e iba a uno de los sofás para tomar asiento y contestar la segunda llamada recibida.

ㅡ¿Hola?ㅡ

ㅡEijiro...Hola, ¿Estás en casa?ㅡ

El pelirrojo nervioso miró hacia el balcón y luego hacia la puerta de su hogar, cuestionándose sobre su respuesta, ¿Debería decirle?

ㅡKatsuki...amh...bu-bueno, sí...estoy en ca-casa...ㅡ Un suspiro aliviado se escuchó a través del teléfono.ㅡ T-Tú...¿Necesitas algo?ㅡ

ㅡBueno...yo...quiero disculparme, pero no quiero hacerlo solo por llamada, estoy subiendo a tu departamento, espérame, ¿Sí?ㅡ

La llamada quedó en silencio, el único sonido que se escuchó fue el de la respiración del muchacho en el sofá y la campanilla de elevador indicando la llegada hacia uno de los pisos del edificio.

ㅡ...Bien, te espero...ㅡ

Antes de seguir, el pelirrojo cortó la llamada, rápidamente yendo al baño para empapar su rostro en agua y arreglar un poco su desordenado cabello. Secó sus manos y como si fuera chiste, abrió la puerta de su hogar antes de que siquiera el rubio lograra tocar la puerta.

Los poco brillantes ojos del de menor estatura se abrieron en grande, quizás...solo quizás...recuperando un poco de brillo al ver un lindo ramo de flores extendido frente a su rostro.  

Katsuki se limitaba a mirar hacia otro lado a la par que rascaba su nuca con nerviosismo, luego de aquella noche no tuvo valor de enfrentarle cara a cara al chico frente a él,  ni mensajes, ni llamadas. Era una mezcla de vergüenza, orgullo y tristeza, acumuladas en su pecho como si fueran cadenas que ni él mismo podría desatar. Aunque logró desatarse de ellas ese mismo día, justo en ese momento, estando con el ramo de flores extendido frente a la puerta que más de una vez habría tocado en variadas ocasiones, esta vez con un propósito diferente al de otras oportunidades.

 ㅡBakugo...ㅡ

ㅡ¿Puedo pasar? Son para ti, ya tómalas, o pensaré que no las quieres.ㅡ

En la voz del rubio había ese tono de burla, lo que hizo a Kirishima reaccionar y tomar de manera torpe entre su manos el bonito ramo de variadas flores rojas, blancas y algunas amarillas. No podía negar que realmente eran preciosas, sus ojos maravillados y su mente inundándose de cierto lindo recuerdo; la primera vez que Katsuki le dio un regalo...

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⏰ Última actualización: May 11, 2021 ⏰

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