Existir.

Capitulo II

EXPIRAR.

Cayo la noche,con su oscuro manto la rodeó, la tomo en sus alas.
Noche fría cuya ráfaga polar le arrebató su esencia la vi marchitarse acostada en mi cama.
El reloj maracaba las nueve y mi hogar se vestía de luto, sentado en una roca en el exterior de la casa sin poderlo asimilar enciendo un cigarrillo, que se consume tan pronto ni siquiera pude notarlo y casi por defecto en momento seguido enciendo otro.
Trato de evitar a la familia y amigos que empiezan a llegar; quiero escapar de las típicas frases que citan en momentos así:

Lo siento mucho....

Te acompaño en tu dolor...

Se lo que estas sintiendo.
Brazos me persiguen de ellos huyo, no me interesa que nadie me abrace no quiero ser consolado solo guardar mis lágrimas.

Cuando eres pequeño piensas que esos brazos fuertes que fueron tu cuna durante mucho tiempo, los mismos que episodios después guiaron tus primeros pasos. Esos ojos que no se perdieron ningún detalle de tu inicio de recorrido en este viaje que llamamos vida un día de una manera inesperada ya no están.

La impotencia se apodera de ti. Y solo te queda una cosa por hacer ... aferrarte a los recuerdos.....